Pese a ser mayoría en los estudios universitarios, las mujeres representan aún solo un 22% en las denominadas carreras STEM, y su incorporación no es solo una cuestión de justicia, sino que es vital para el desarrollo económico y el progreso de la sociedad.

En el Instituto Tecnológico de Aragón, Itainnova, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres se adopta como un principio estratégico de las políticas corporativas y de recursos humanos. Prueba de ello es que, en el instituto, las mujeres representan un 37% de la organización, una ratio superior a la media del sector, y en los órganos directivos este porcentaje de mujeres es incluso mayor, con un 58%.

Desde hace más de dos décadas se han establecido diferentes acciones para que Itainnova contribuya a la disminución de la brecha de género tanto en las profesiones STEM como en el empleo en I+D en Aragón. Acciones que, según la responsable de Recursos Humanos de la organización, Elena Sanjoaquín, «ejemplifican la existencia de una cultura organizativa que se preocupa por mantener la presencia equilibrada de mujeres y hombres en cualquier práctica de la organización, y que tiene muy en cuenta la diversidad, incluso más allá del género» .

Flexibilidad de tiempos y espacios

Uno de los aspectos donde se han centrado las políticas de Itainnova para la igualdad es en el de la flexibilidad, con un conjunto de medidas que permiten a las personas de la organización gestionar su tiempo y espacio de trabajo, y también su carrera profesional de forma que no suponga ningún obstáculo para la conciliación.

Entre estas figura la implantación del teletrabajo, la amplitud y flexibilidad horaria, la libertad de elección de tiempos de descanso, las reducciones de jornada o las excedencias con reserva de puesto de trabajo ampliado. Así, en una encuesta reciente realizada en Itainnova, el personal valora en 8,9 puntos sobre 10, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Formación y sensibilización

Otro punto fundamental para alcanzar a igualdad es el de la sensibilización y la formación. Es por ello que, dentro de la organización, se ha lanzado un programa formativo centrado en la igualdad de oportunidades, que consta de diferentes líneas de acción, desde la más básica sobre los conceptos que comúnmente se consideran la base de la igualdad, pasando por píldoras formativas y rutas de formación especializadas.

Externamente, las mujeres de Itainnova también colaboran en programas que aseguran la generación de vocaciones y la igualdad de oportunidades en las profesiones STEM, dado que «las futuras generaciones necesitan tener referentes y saber que pueden llegar a ser aquello que se propongan en su futuro profesional», justifica la responsable de Recursos Humanos del instituto.

Nuevos referentes

Sanjoaquín asegura que, entre los últimos cinco y diez años, «se ha avanzado mucho con el fin de lograr el acceso a los recursos en tecnología e innovación de las mujeres», aunque todavía «queda mucho por recorrer». «Cada vez están emergiendo más mujeres referentes en la tecnología y en otros ámbitos, y lo mismo está pasando con referentes masculinos, que están alzando la voz para que se reconozca la contribución de cualquier profesional en igualdad de condiciones», indica.

El desafío para Itainnova pasa por seguir impulsando la igualdad entre hombres y mujeres como un eje estratégico en su objetivo de crear soluciones a los retos que plantea el mundo digital, verde y social al que nos encaminamos, a través del conocimiento y la innovación tecnológica.