-¿Cuál es el potencial de Aragón en ciencia, tecnología e investigación?

El mejor referente que tenemos nos lo ha dado la Convocatoria Estatal de Planes Complementarios. Allí sacaron ocho líneas de planes de investigación, y en cuatro de ellas Aragón ha sido seleccionada. Somos la única comunidad autónoma junto con otras dos que han recibido cuatro planes complementarios, y encaja muy bien en cuáles son nuestras líneas de investigación más potentes. Por un lado, el sector agroalimentario, la investigación en agroalimentación y agroforestal es muy potente. Por otro lado toda la cuestión de materiales, de nuevos materiales, de nanociencia, de materiales biomédicos; ahí tenemos mucho impacto con el INMA, el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón. 

Tenemos también una convocatoria de astrofísica que es otro de los avances con la física de partículas en Canfranc y con la astrofísica en Teruel, una ciencia muy arraigada en el territorio. Estos serían los ejes claves, junto con el hidrógeno.

-Dentro de este escenario, ¿qué papel juega la mujer?

Si analizamos cada uno de ellos, nos vamos a encontrar con que muchos de los cuatro sectores exigen carreras científicas, y en todas ellas sigue existiendo brecha de género. Por tanto, nos encontraremos con mujeres en todos los grupos de investigación, pero en ningún caso en igualdad de condiciones que sus compañeros. No alcanzan el 50% en los grupos de investigación, y lo peor de todo es que nos va a ser difícil encontrar mujeres liderando. 

«Solo una de cada cuatro investigaciones están lideradas por mujeres»

Hemos aumentado bastante, hay estudios de los últimos 17 años y se ha aumentado en nueve puntos el número de mujeres que lideran investigaciones, pero aun así nos encontramos que solo una de cada cuatro investigaciones están lideradas por mujeres, por lo que sigue habiendo claramente una barrera de género.

-El presupuesto de Ciencia y Universidad del Gobierno de Aragón ha crecido este 2022 en 23 millones de euros, ¿en qué se traduce esta inversión

Es la segunda vez que sube el presupuesto del departamento, y desde que entramos al gobierno ha sido un aumento que se ha sostenido en el tiempo: la foto fija nos permite hablar de un 43% de aumento desde el comienzo de la legislatura. Al final, en los momentos difíciles es importante invertir para ser más competitivos, apostar por innovación que al final es la que permite tener esa competitividad de mercado, y en eso es en lo que apostamos en Aragón. 

Los resultados de las inversiones en ciencia no se ven a corto plazo y seguimos pagando los errores del partido anterior. Ahora lo que tenemos que hacer es ir sembrando de manera constante para invertir en ese futuro. Todavía no se están empezando a ver reversiones de fondos, pero será poco a poco que se empiecen a ver, y los estudios nos dicen que cada euro invertido en ciencia revierte en tres, lo que pasa es que hay que esperar una media de entre 5 y 10 años para verlo.

-¿Qué espacio es el que ocupan las mujeres dentro de las universidades? 

Seguimos teniendo una gran brecha de entrada, y esto no solo para aquí, pasa en todo el planeta. Seguimos teniendo dificultades en la matriculación de las chicas en carreras más STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) como por ejemplo informática, ingeniería informática o incluso en arquitectura, donde encontrar a mujeres sigue siendo difícil. En lo que tenemos que pensar es en incidir muchísimo antes. Hay estudios que nos dicen que una niña con seis años ya se percibe a sí misma como peor para las ciencias que sus compañeros, por lo tanto nos toca hacer una labor de pedagogía en esas niñas del futuro, porque cuando llegamos ya al Bachillerato y a la elección de las carreras ya es muy difícil incidir. 

«Las niñas deben atreverse a verse como grandes matemáticas o astrofísicas»

-¿Llegará esa diferencia a desaparecer?

Puede desaparecer si nos tomamos en serio atajar qué es lo que lo produce, y para eso necesitamos construir referentes, para que nuestras jóvenes se fijen en esas mujeres; y también modificar los roles, para que los roles de género sean otra forma de expresarnos en nuestros espacios. 

Creo que los avances que se van viendo a lo largo de estos años, aunque son más lentos de lo que nos gustaría, van en la dirección correcta. Hay algunas áreas como las ciencias sociales o ciencias de la salud, donde ya vamos viendo menos brecha, por tanto confiamos en el trabajo que se está haciendo. No podemos pensar en el futuro sin la mitad de la población, perderíamos muchísimo.

 -¿En qué ayuda que haya un Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia?

Primero, para identificar que hay un problema, que es muy importante, porque ya hay una actitud distinta ante él. Luego también nos permite visibilizar liderazgos, que es fundamental porque necesitamos que nuestras niñas vean mujeres adultas en la ciencia y que puedan soñar con ser ingenieras, con ser astrofísicas, y para eso ayudan mucho campañas como Soy una mujer y vivo en tu barrio, los actos que hemos ido preparando desde el gobierno; las actividades que hacen la Universidad o el ITA (Instituto Tecnológico de Aragón) o el hecho de llevar investigadoras a las aulas. Todo esto ayuda a visibilizar y también a romper con esos estigmas de género, a romper con lo que se espera que sea una mujer, porque puedo ser una mujer, estar casada, tener hijos, y además ser investigadora de primer nivel. Visibilizar eso ayuda muchísimo. 

-¿Qué proyectos han llevado a las aulas con el objetivo de visibilizar a las mujeres en la ciencia?

El primer año que estuvimos en el gobierno, en 2020, hicimos un álbum de cromos que permitía que los niños, al igual que coleccionan futbolistas o jugadores de baloncesto, coleccionaran científicas. El objetivo era que jugaran con referentes de científicas, y funcionó muy bien. 

«Con seis años las niñas ya se ven a sí mismas como peores para las ciencias »

El año pasado, debido a la pandemia, hicimos un scape room que también funcionó muy bien para dar a conocer a todas estas investigadoras, y este año lo que vamos a poner en marcha es una baraja, un juego de parejas que se va a repartir en algunos colegios. Se va a celebrar un acto de presentación presencial en Zaragoza, abierto al público, que va a ser el próximo sábado 12 en la plaza del Pilar. 

Estas son actividades pensadas para las niñas más pequeñas, hay otras pensadas para Bachillerato que también ponemos en marcha, siempre en colaboración con el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), que también asume esta como una tarea en la que trabajar.

-¿Qué consejo le daría a las niñas que estén pensando en dedicarse al ámbito científico?

Lo primero que les diría es que no pongan barreras a sus sueños, que no piensen que aquello que se espera de ellas es lo que hasta ahora estaba marcado. Que se atrevan a imaginar, a desear y a pensarse a sí mismas como unas grandes astrofísicas o como grandes matemáticas. Eso es lo más importante.