Más allá, todo lo que se ve es horizonte. Estamos en Compromiso de Caspe, en su cruce con la calle San Adrián de Sasabe. Aquí termina Zaragoza por uno de sus costados, pero empieza también un barrio, el de Las Fuentes, que acoge a más de 40.000 habitantes según los datos de Ebrópolis. Casi el 25% del total son mayores de 65 años y la renta media no alcanza los 10.000 euros. Hace una semana sus vecinos salieron a la calle para pedir más inversiones. Hoy nos sumergimos en sus plazas y parques para tomar el pulso a un distrito que lucha por no quedarse atrás.

Uno de los mercados de barrio del distrito de Las Fuentes. | JAIME GALINDO

Con 121 números en su lado impar, la avenida Compromiso de Caspe es la arteria principal de este barrio que nació en los años 50 para acoger a miles de migrantes aragoneses que dejaron el mundo rural para tratar de encontrar una vida mejor en la ciudad. Hoy en día, queda mucho de lo que Las Fuentes fue: tiendas y comercios que llevan décadas abiertos y que aportan calidez a unas calles que, como denuncian los vecinos, podrían estar más limpias.

En la avenida quedan tiendas de todo tipo: mercerías, de carritos de bebé, zapaterías, de ropa... Hay locales vacíos, sí, pero son los menos, por lo menos en la avenida. Pero una cosa es lo que se ve y otra lo que padecen los comerciantes. «Cómo explicártelo... No es que el barrio necesite un marcapasos, necesita descargas eléctricas», dice Javier Plou, de la charcutería Bayona, que lleva abierta desde 1977. «Antes no hacía falta irse al centro para nada. Tenías de todo en el barrio. En la avenida aún nos mantenemos, pero en las calles adyacentes... tabla rasa», explica.

El problema es complejo. Los vecinos piden más inversiones y más servicios, además de limpieza. Pero lo cierto es que Las Fuentes, a pesar de las carencias, es un barrio bien dotado: dispone de colegios, dos centros de salud, está bien conectado con el centro y con la Z-30 y, aunque siempre podría haber más, el parque Torre Ramona y otros jardines aportan el verde necesario para desahogarse. Faltan recursos para los más mayores, que no son pocos, y por el contrario, lo que faltan, sobre todo, son jóvenes. «El barrio tiene mucho potencial. Pero los jóvenes que buscan mudarse quieren una casica que esté bien y con garaje. Y aquí no hay», dice Plou.

El retrato de un barrio que pide más atención JAIME GALINDO

Las Fuentes se construyó rápido y corriendo sin tener muy en cuenta la comodidad de sus habitantes. Aquel modus operandi es todavía visible hoy en las manzanas de los pisos precarios y en muchos otros bloques que carecen de aparcamiento y ascensor. Son pisos pequeños en los que antes se metía una familia de seis miembros y que hoy no encuentran pretendientes. Son, sobre todo, las personas con menos recursos, por los bajos precios, las que acuden al barrio, lo que genera una espiral de la que es difícil salir. «Antes se gastaba más. Pero ahora los mayores tienen pensiones pequeñas y los más jóvenes son familias inmigrantes que apenas tienen recursos. Y así el comercio no puede sobrevivir. Y después cae todo lo demás. Es un dominó», cuenta otra tendera, que prefiere no decir su nombre. «Ya me han sacado muchas veces», protesta risueña.

¿Acabará Las Fuentes Existe en las elecciones?

El mejor ejemplo de lo que ocurre en Las Fuentes son sus mercados. Quedan seis abiertos y en casi todos la mayoría de los puestos están cerrados. «Antes aquí se aprendían oficios, hoy nos han dejado que nos consumamos. Los mercados eran una oportunidad. Hoy ya ves lo que hay», dice otro tendero señalando un pasillo de luces apagadas y persianas bajadas.

El ayuntamiento defiende que no se está quedando quieto. Que va a ampliar el parque Torre Ramona, que va a reformar calles y que va a rehabilitar vivienda. Pero los vecinos de Las Fuentes, así como de otros barrios tradicionales, como Delicias y San José, llevan mucho tiempo contemplando cómo el mundo cambia mientras las calles donde se criaron se quedan atrás. Es algo similar a lo que ocurre en el mundo rural. Se prometen y se ejecutan inversiones, pero el problema no es puntual, sino estructural ¿Acabará Las Fuentes Existe en las elecciones?