Las agresiones a sanitarios crecieron en Aragón en 2021 un 50,42%, contabilizándose 355 actos violentos, frente 236 del año anterior y 294 en 2019. En el año 2016 fueron 120s. Esto supone que casi cada día se produce una agresión a uno de los profesionales del Servicio Aragonés de Salud (27.415 trabajadores), según el informe anual Violencia externa en el lugar de trabajo que realiza el Servicio de Prevención de Riesgos laborales, que recoge la identificación de la persona agredida (sexo, edad, nivel asistencial y categoría profesional, la agresión y donde se ha producido, las causas alegadas del ataque y el perfil de la persona agresora. 202 notificaciones corresponden a ataques no físicos (verbales, amenazas, coacciones o amenazas), mientras que 153 fueron físicas (43,09% de los casos)

Del total de los ataques (12,94 por cada mil profesionales), en el  86,5% de los casos (307), las víctimas fueron mujeres; y en el 13,5% (48), hombres. Comparando estos datos con el porcentaje de féminas (79,55%) y de hombres (20,44%) en la plantilla, se aprecia un ligero incremento de sesgo de género respecto a años anteriores, señala el informe. Respecto a los agresores, el 73% fueron hombres y el 21% mujeres y suele ser el propio paciente (77%) el que es protagonista del ataque, mientras que en el 21% de los casos es un familiar, de los cuales son 33 reincidentes.

En cuanto al rango de edad con más incidencia, 103 profesionales atacados tenían menos de 35 años; 157 (44%) entre 33 y 55 años y 95, más de 55. 18 de ellos cursaron incapacidad temporal como resultado de la agresión y 7 solicitaron defensa jurídica.

En cuanto al nivel asistencial, el número de agresiones comunicadas en atención hospitalaria fueron 230 (64,8%) frente a las 125 (35%) en atención primaria y extrahospitalaria. Y respecto a las categorías, 101 corresponden a facultativos (personal licenciado sanitario), lo que supone el 28,45% de las agresiones notificadas, 94 a enfermería, seguida de personal técnico sanitario (90), celador (34), administrativo (28) y otros, 8. Las causas de la agresión, el 37% corresponden al propio acto administrativo o sanitario (131) y el 29% (102 a la atención recibida por el usuario), seguidos de la demanda de usuarios y las causas ajenas a la organización. La mayor parte de las agresiones se producen en salud mental (25%), seguido de hospitalización (24%), consultas (21%), admisión (15%), urgencias (12%) y el domicilio (3%).

Por zonas básicas de salud, el centro de salud de La Jota es en el que se notificaron más agresiones (10), con tres dobles y cuatro individuales. Eso en el sector I, mientras que en el sector 2, el menos numeroso (con solo 4, 2 en Romareda-Seminario y 2 en Valdespartera Montecanal) 3, hubo 4 en Tauste y 3 en Alagón, Gallur y Univérsitas. Del resto de sectores, destacan cinco en Fraga, cuatro en Barbastro, 3 en Huesca Perpetuo Socorro, Pirineos, Sabiñánigo, y Tamarite 2 en Morata de Jalón

Ante esta situación, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) vuelve a exigir al Servicio Aragonés de Salud que se tomen más medidas para frenar las agresiones que sufren los profesionales sanitarios. Y solicita un plan de medidas preventivas para analizar por qué se producen las agresiones en el sistema sanitario y poder actuar en el origen de las mismas. También pide la dotación de cámaras de videovigilancia en los centros sanitarios; videoporteros en todos los centros de salud de apertura ininterrumpida las 24 horas, y la presencia de personal de seguridad en los centros sanitarios, tanto de primaria como de especializada.