Se cumplen dos años de la gran manifestación agraria que colapsó las principales arterias del centro de la capital aragonesa. En marzo de 2020 y apenas unos días antes de decretarse el estado de alarma por la pandemia del covid en España, más de 1.500 tractores llegaron a Zaragoza desde distintos puntos de la comunidad autónoma. Más de 4.000 personas acompañaron a los vehículos en una manifestación que en su momento se calificó de «histórica».

Casi dos años después de la gran protesta, los cuatro sindicatos organizadores (UAGA, Asaja, UPA y Araga) coinciden en que la situación del sector ha empeorado y que la gran mayoría de las reivindicaciones por las que se movilizaron en 2020 todavía no se han solucionado y incluso en algunos casos se han agravado llegando a encontrarse ante "una situación límite".

En el 2020 los sindicatos exigían entre otras cosas precios más justos y una reforma de la Política Agraria Común (PAC) que no ha llegado y que continua siendo el tema que más preocupa a la mayoría de los agricultores. "No es normal que la PAC siga premiando por la actividad que los agricultores tenían en el año 2000, tiene que desaparecer los derechos históricos, necesitamos una PAC que premie el modelo profesional", explica José Manuel Roche, presidente del sindicato UPA.

Dos años después el sector agrario continua denunciando los mismos problemas ANGEL DE CASTRO

"Para nosotros la PAC es un colchón contra las adversidades que se viven a lo largo del año y ahora mismo con la política que hay acordada para entre 2023 y 2027 Europa no va a tener en cuenta las realidad que vivimos en Aragón, no tenemos el apoyo del ministro y no se está haciendo un apuesta real por nuestro trabajo", reclama José María Alcubierre, secretario general del sindicato UAGA, "Es necesario que se eliminen los derechos históricos porque hay gente que está cobrando por la ovejas que tenía hace 20 años y no tiene ningún sentido", añade Alcubierre.

Sin relevo generacional

Son estas las realidades que desde el sector se apuntan como responsables de la falta de un relevo generacional real y del cierre de cada vez más explotaciones agrarias y ganaderas por todo el territorio. "Los datos son preocupantes, en este último año, aunque la producción ha subido un 7%, el número de socios ha bajado un 2,2% hasta los 18.020 en todo Aragón, pero esta tendencia negativa ya hace 5 años que la estamos registrando", apunta el secretario general de UAGA. "Antes de la pandemia ya estábamos en una situación límite y ahora seguimos con los mismos problemas", cuenta Roche, quien afirma que el sector presenta ahora mismo incluso más problemas que hace dos años.

Desde Asaja, sindicato que recoge las reivindicaciones de los agricultores más jóvenes, su presidente Ángel Samper, aseguran que desde hace ya varios años las incorporaciones de nuevos trabajadores al mundo rural se están realizando cada vez a "menor ritmo". "Se les está exigiendo a los jóvenes explotaciones que tengan un mínimo del 35% de la renta y eso son unas 550 ovejas o unas 70 vacas, para jóvenes que empieza de cero son cifras desorbitadas", apunta Samper. "No es una falta de vocación porque hay gente que realmente quiere trabajar en el sector, sino que se trata de una falta de rentabilidad. En muchas zonas cada vez cunde más el desánimo", añade el presidente del sindicato.

Lucha contra las administraciones

Por otro lado, los sindicatos denuncian que el sector agrario se siente «asfixiado por parte de las administraciones». «No te dan tiempo ni a tomar aire, por un lado está Europa con la reforma de la PAC, el gobierno nacional directamente nos ataca y dice que producimos carne de mala calidad y nuestro propio Gobierno de Aragón no nos defiende como merecemos, tenemos a toda la administración en contra», apunta Jorge Valero, presidente del sindicato Araga.

La acusaciones contra la administración autonómica continúan a la hora de hablar de presupuestos. Según el representante de Asaja, entre los años 2007 y 2013 el presupuesto que recibía el conjunto del medio rural en todas sus formas desde el Gobierno de Aragón oscilaba entre los 50 y los 60 millones de euros, cifra que desde 2014 y hasta la actualidad se ha visto reducida a la mitad hasta los 25 o 30 millones de euros.

Los agricultores reclaman ayuda a las administraciones regionales y nacionales ANGEL DE CASTRO

La situación sanitaria adversa ha supuesto también un duro golpe para la gran mayoría de los sectores del mundo rural y se ha convertido en uno de los motivos que ha propiciado los problemas a los que continua enfrentándose actualmente el sector. Aun así, agricultores y ganaderos defienden su actuación ante los momento más duros de la pandemia. "Durante estos dos años han sido los agricultores los que han continuado trabajando y han continuado produciendo para que la población tuviera comida que llevarse a la boca", recuerda Roche.

Aún así durante esta campaña el aspecto que más preocupa a los agricultores ha sido el precio de los insumos ya que todos los costes de producción se han disparado en mayor o menor medida hasta alcanzar niveles insospechados y llegando a registrar la que los agricultores califican como "la siembra más cara de la historia".

Nuevas protestas en Madrid

Los cuatro sindicatos que ya en 2020 se organizaron de manera efectiva para colapsar las principales arterias de la capital aragonesa coinciden que ante las mala situación que afronta el sector el próximo 20 de Marzo asistirán a una protesta en Madrid convocada a nivel nacional y que se espera que se «multitudinaria».

«No solo va a acudir nuestro sector sino que otros colectivos como el de la caza, la pesca o los regantes también están convocados porque todos estamos sufriendo la misma situación de abandono», apunta Samper.