La agroalimentación se ha doctorado cum laude en los casi dos años de pandemia que asolaron el tejido productivo de Aragón. Durante esta etapa sombría, el sector se ha revelado como un puntal para la economía regional hasta el punto de que es ya el principal empleador de la comunidad, por encima del todopoderoso sector del automóvil.

Los datos de la Tesorería de la Seguridad Social reflejan que, a cierre de enero de este año había un total de 17.603 trabajadores frente a los 16.267 que sumaban los que se encuadraban en la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques. En definitiva, el 17,8% de los afiliados en la industria pertenecen al sector agroindustrial frente al 17,2% del automóvil.

Un reciente informe del departamento de Economía del Gobierno de Aragón refleja que el peso de la afiliación en la industria alimentaria sobre el total en la comunidad ha pasado del 2,66% en el año 2016 a un 3,21% en 2020. En ese periodo de cinco años, el peso del empleo de esta actividad económica sobre el conjunto de la industria en Aragón se ha situado en un 17,8% en 2020 frente a un 15,3% de 2016.

Ya se vislumbra la estructura de dos grandes naves de BonÀrea en Épila. | SERVICIO ESPECIAL EP

La atracción de nuevas inversiones, las nuevas iniciativas empresariales y el impulso de las exportaciones están detrás de este crecimiento, que, según fuentes del sector se va a prolongar durante el próximo trienio. A todo ello, hay que sumar los proyectos que puedan verse beneficiados en Aragón por el Plan Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que contempla mil millones de inversión y otros 2.000 por parte del sector privado. «En los próximos dos o tres años creemos que el empleo puede crecer en el sector hasta rebasar los 20.000 puestos de trabajo», asegura el gerente de la Asociación de Industrias Agroalimentaria de Aragón (AIAA), José Ignacio Domingo.

El peso del empleo de esta actividad económica sobre el conjunto de la industria en Aragón se ha situado en un 17,8% en 2020 frente a un 15,3% de 2016

De momento, la inercia no puede ser más positiva. La afiliación de la industria alimentaria en la comunidad ha registrado tasas positivas en los últimos años. Entre 2016 y 2020, el número de ocupados del sector ha crecido un 29,2%, mientras que a nivel nacional el repunte ha sido de un 7,7%, es decir casi cuatro veces más en Aragón. Hoy, el 4,2% de los afiliados a nivel nacional están en la comunidad. Dentro de la agroindustria, la principal fuente de empleo sigue siendo el sector cárnico que aglutina entre 7.500 y 8.000 puestos de trabajo, apunta Domingo. 

No obstante, desde la AIAA han detectado problemas para encontrar determinados perfiles, sobre todo en las zonas rurales, que es donde se suelen instalar este tipo de empresas. Eso, unido a la baja tasa de paro en algunas zonas de la comunidad como las comarcas más orientales hace difícil cubrir determinados puestos. 

rbarcelo@aragon.elperiodico.com EP

Faltan profesionales

«Faltan técnicos especializados en innovación, calidad y exportación», apunta el gerente de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Aragón, que subraya que lo más difícil es «hacer atractivo irse a trabajar a determinadas zonas», lo que repercute puede influir en la competitividad de las empresas. 

El perfil del trabajador de la empresa agroalimentaria de Aragón tiene entre 40 y 50 años, con experiencia y cierto grado de continuidad en la compañía. En cuanto al género, no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres. 

El sector está en los municipios que acoge el 71% de la población de la España Vaciada

Domingo añade que los últimos años se han caracterizado por una mayor estabilidad, con un porcentaje de contratos indefinidos que supera el 50%. Ello supone también una mayor fijación de población en el medio rural. De hecho, la instalación de empresas en estas zonas se han convertido en un revulsivo para algunos municipios. 

Un reciente estudio publicado por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), señala que el sector está presente en los municipios que acogen el 70,7% de la población de la España Vaciada, lo que le confirma como un agente clave para impulsar el desarrollo económico y social de estas zonas, además de contribuir a luchar contra la despoblación y promover la cohesión territorial. 

Fijar población

"Según los datos del informe, esta industria permite fijar una población de 834.737 personas en España. Es decir, el 17% de la población de la España Vaciada se asocia con esta actividad. Además, de los más de 2 millones de empleos directos e indirectos que genera el sector a nivel nacional, el 15% se localiza en la España Vaciada (305.424 puestos de trabajo). El 17,2% del total del empleo en estos municipios se asocia al sector de la alimentación y bebidas, mientras que para el conjunto de España este porcentaje representa el 10%. 

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Destaca la aportación en el empleo femenino, ya que, con una tasa del 31%, la industria es la rama en la que menos se acusa la brecha de género respecto al conjunto nacional, y suma más de 17.400 empleos desempeñados por mujeres de la España Vaciada. 

Más mil millones en inversiones

Los proyectos del sector al calor de la recuperación económica tras la crisis del 2008 han cimentado la progresión meteórica de la agroalimentación en Aragón. Entre las iniciativas más destacadas de los últimos años figuran la ampliación del Grupo Jorge, con 134 millones de inversión; el matadero de Vall Companys, en Ejea (50 millones); de la fábrica de La Zaragozana (70 millones), los mataderos del grupo Pini (70 millones) y Fribin (18 millones); la nueva factoría de Aldelis en Plaza (28 millones); y la ampliación de ultracongelados SAAR (11 millones). A estos se suma, la macroplanta de BonÀrea en Épila (400 millones), los dos centros productivos de huevos que Granja San Miguel pondrá en marcha en Ferreruela y Daroca (28,9 millones), la ampliación del grupo Costa en Fraga (61 millones), la ampliación del secadero de Vall Companys en Calamocha (78 millones) o el matadero del Grupo Pini en San Estaban de la Litera (11 millones). Por último, el grupo alemán Tönnies proyecta un matadero de porcino en Calamocha (100 millones y mil empleos), la de Tereos que invertirá 35 millones en Villanueva de Gállego o la de Veos Ibérica que tiene previsto invertir 27 millones de euros en Monzón.