Mercazaragoza ha decidido externalizar su centro de formación, puesto en marcha hace más de 20 años. Desde entonces, cientos de estudiantes se han convertido en carniceros, pescaderos, fruteros, charcuteros o panaderos. La sociedad pública, participada por el ayuntamiento (51%) y la empresa estatal Mercasa (48,8%), ha sacado un contrato el arrendamiento y la explotación de este edificio –ubicado dentro del complejo– durante diez años, por un precio base de 5.500 euros al mes (más IVA).

El plazo para la presentación de ofertas se abrió el pasado 26 de enero de 2022 y finalizará el próximo 17 de febrero, según la convocatoria publicada en su web. La empresa pública quiere satisfacer un doble objetivo. Por un lado, «promover un rendimiento económico» del inmueble y, por otro lado, «satisfacer las demandas de formación» de personal cualificado de las empresas del sector, que hasta el momento venía impartiendo Mercazaragoza.

El que era hasta ahora su director, Emilio Comín, se ha jubilado y considera que el centro «tiene mucho potencial y que se puede ampliar la formación» que ofrece. Por ello, se ha lanzado la convocatoria para adjudicar su arrendamiento y explotación a una empresa que «esté capacitada para ofrecer una formación más completa».

El denominado Centro de Docencia Alimentaria (CDA) fue creado y gestionado por el mercado a abastos desde sus inicios. Fue una apuesta por un proyecto que, desde 1996 ha formado profesionales para las empresas de la industria de transformación agroalimentaria y de distribución alimentaria.

Según Mercazaragoza, su éxito, a nivel de empresas, ha sido la respuesta que se ha ofrecido de tener profesionales cualificados en un sector donde la formación reglada es, en la práctica, inexistente. «Para nuestros alumnos, el éxito se ha debido a los altos niveles de inserción laboral obtenidos», señalaron. La finalidad es lograr la inserción de los alumnos, cubriendo las demandas de las empresas.