"El mayor pueblo de Soria después de su capital es Zaragoza". Con 13.000 sorianos de origen empadronados en la capital aragonesa, la ciudad es, dicen los propios sorianos, como un hogar más.

"En Zaragoza nos sentimos como en Soria; como en casa. Es una ciudad muy acogedora y siempre lo ha sido", comentan desde el Centro Soriano, su presidente Luis Carramiñana, y dos de los vocales de la junta directiva, José María Rubio Hernández y José Pascual Herrero, que desde hace décadas viven en Zaragoza y son ya maños de adopción.

En el Centro Soriano mantienen vivas sus raíces y la gastronomía de esta provincia hermana, con unos torreznos que quitan el hipo y hablan desde la barra del restaurante que tienen en régimen de alquiler junto al local social. «Reabrimos hace poco y la gente no deja de venir», celebran, satisfechos de poder volver a la rutina de actividades culturales y sociales que la pandemia frenó de un día para otro.

Los torreznos del restaurante del Centro Soriano de Zaragoza, toda una delicia con cientos de adeptos. ANDREEA VORNICU

Dos banderolas con el lema Soria ¡Ya! dejan claro a la entrada que el éxito de la plataforma ciudadana en las pasadas elecciones de Castilla y León no pilló a nadie por sorpresa en el Centro Soriano. «Llevan más de veinte años de movimiento reivindicativo y la gente está muy quemada. Faltan comunicaciones, faltan autovías, faltan médicos, faltan farmacias, no llega la banda ancha y faltan escuelas... Había que dar un toque de atención», resume Carramiñana, que asegura que «se veía venir el triunfo». «Aquí ya teníamos las banderolas de Soria ¡Ya! desde mucho antes de las elecciones», puntualiza.

"Faltan autovías, faltan médicos, faltan farmacias, no llega la banda ancha y faltan escuelas... Había que dar un toque de atención"

El sentimiento de hartazgo, reconocen, no entiende de edades, clase social ni colores políticos. «Cómo estará la situación para que Soria ¡Ya! haya tenido más votos que el PSOE y el PP juntos», reflexionan. José María Rubio, natural de Ágreda, recuerda el resultado electoral en este pueblo que linda con el Moncayo y está a apenas 20 kilómetros de Tarazona. «Es un pueblo tradicionalmente socialista, y en estas elecciones el PSOE quedó cuarto. Soria ¡Ya! ganó por goleada», explica. En segundo y tercer lugar quedaron el PP y Vox, respectivamente.

Creen los sorianos que con esta nueva plataforma por fin su voz podrá ser escuchada. «Al final, el PP y el PSOE van a lo suyo, tienen la sede en Madrid y terminan haciendo lo que les dicen desde allí. Con tres diputados en las Cortes de Castilla y León ahora esperamos que se escuchen las reivindicaciones de tantos años», reclama Rubio.

De izquierda a derecha, Luis Carramiñana, José María Rubio y José Pascual Herrero, en la sede social del Centro Soriano. ANDREEA VORNICU

«Ahora seguro que les prometen que van a hacer las autovías, pero faltan muchas cosas. No tenemos ni servicio de radioterapia ni para ictus, ni AVE. Llevan tiempo reclamando un autobús que conecte con el de Calatayud, y ni eso», lamenta José Pascual. La principal petición, insisten, es que "el reparto de fondos del Estado llegue en función de las necesidades, no de la población". Y que las promesas se cumplan, añaden. "Aún recuerdo el Plan Soria de Zapatero, del que nada más se supo. Y ahora han anunciado que crearán el Centro Nacional de Fotografía, pero aún no se ha puesto la primera piedra", reflexionan, descreídos.

400 familias asociadas

El Centro Soriano de Zaragoza cuenta con 400 familias asociadas y es el centro regional (provincial en este caso) más grande de Aragón solo por detrás de la Casa de Andalucía. Fundado hace 66 años, sigue gozando de buena salud. Es un punto de encuentro de los sorianos de origen y los de corazón.

"Vivimos muchos sorianos en Zaragoza porque salimos jóvenes, algunos a trabajar en la Balay, porque la esposa del fundador era soriana y atrajeron a muchos; otros en Ágreda Automóvil, fundada por un soriano. Había que buscarse la vida", explica Pascual. También salió de la provincia un buen puñado de maestros. "Era lo único que se podía estudiar en Soria, así que luego nos repartieron por todo el país", señalan.

La despoblación de la provincia empezó hace muchas décadas ya, pero sus vecinos, los de dentro y los de la diáspora, reclaman "atención y justicia".