Paseo Independencia: «Nunca había visto tantos locales vacíos en esta calle»

El paseo Independencia es algo más que una arteria principal de Zaragoza, un icono comercial en el que muchas de las grandes marcas y bancos han encontrado durante años cobijo pese a los elevados precios de alquiler de cada metro cuadrado. Hoy dista mucho de la imagen que tuvo cuando aún mantenía el cartel de completo. El cierre de la sede central de la CAI parecía un gran socavón pero, a la vista de lo que está pasando en ambas márgenes de este eje comercial, hoy es una más de las persianas bajadas. 

Cerca de una decena de establecimientos entre la plaza España y la de Aragón, con dos importantes iconos ya desaparecidos como eran la tienda de Springfield (que cerró el 31 de diciembre) y las oficinas de BBVA junto a Puerta Cinegia, abandonadas tras la apertura de la nueva sucursal, más pequeña, en la plaza Aragón

Solo son dos de los más reconocibles, a los que sumar otras sedes bancarias que han ido cayendo durante la pandemia aunque poco o nada tenga que ver con el covid. La más grande, la del Banco Popular, que una vez fue absorbido por el Santander poco tardó echar el cerrojo. Hoy luce un cartel redirigiendo a sus clientes a la oficina del Coso. «Nunca había visto tantos locales vacíos en Independencia, parece una plaga», comenta una residente de la zona. Otra pone el acento «en los bancos que se han ido en poco tiempo». Mientras, «los precios no han bajado», destaca una inmobiliaria, al menos no tan rápido como las persianas que siguen bajadas.

En la calle Alfonso hay más de una veintena de locales vacíos. JAIME GALINDO

Calle Alfonso I: «Los espacios son muy grandes y los precios caros»

Escoltada por dos locales que llevan décadas abiertos (el café Santiago y El Real), la calle Alfonso I se abre paso hacia el Coso tratando de recuperar el esplendor comercial que un día inundó esta céntrica vía zaragozana. Sin embargo, la realidad dista mucho de parecerse a lo que un día fue. «Hay muchos locales vacíos, sí. El problema es que los locales que quedan son muy grandes, por lo que los particulares no pueden permitirse cogerlos. Así que conforme se han ido jubilando los históricos de la calle o han cerrado porque no aguantaban más han ido viniendo franquicias o empresas grandes», explica María Pilar Zamora, una de las propietarias de Grilló Regalos, un comercio que lleva casi medio siglo abierto.

«Además de que los locales son grandes los precios son muy caros y eso también es un problema», afirma esta comerciante, que asegura que su tienda durará muchos más años abierta. «Nos empeñamos en buscar cosas que nadie más tiene. Y los turistas nos vienen muy bien», reconoce.

Paseando por calle Alfonso sorprende el número de persianas bajadas. Hay más de una veintena de comercios cerrados. Y otros que no lo están pero ya anuncian la clausura. «Próximamente en alquiler», se puede leer sobre una heladería. Y la única gran apertura que se espera es la del Café 1885, el sustituto del que fue el Gran Café Zaragoza. 

En Damas han cerrado tiendas de ropa en los últimos años. JAIME GALINDO

Paseo Las Damas: «El perfecto local para poder instalar tu nuevo negocio»

El comienzo del paseo, flanqueado por un enorme Zara a un lado y por el imponente edificio de El Corte Inglés al otro podría hacer intuir al visitante que se encuentra ante una importante arteria comercial. Tan solo unos pasos más adelante, los locales cerrados se convierten en el fantasma de lo que paseo las Damas fue.

La mayoría de los establecimientos que todavía resisten al paso del tiempo son franquicias de grandes marcas, locales corporativos que surgen como copias de los que podrían encontrarse en cualquier otro ciudad España. Solo la tradicional Gilca y alguna pequeña tienda de alimentación mantienen su esencia ante el resto de locales de ropa, uñas y complementos.

En un breve paseo por los casi 500 metros de longitud con los que cuenta la calle se pueden llegar a contar hasta diez locales vacíos. Aunque en la mayoría todavía hay restos que dejan adivinar el negocio que un día albergaron –distintas marcas de Inditex, tiendas de uñas, de carcasas y complementos de telefonía y centros de estética entre otras–. En los locales que permiten un vistazo a su interior desde los escaparates, el polvo y demás signos de abandono son evidentes. Solo uno muestra un cartel que reza: «próxima apertura». El resto siguen parados y se promocionan como «el perfecto local para poder instalar tu nuevo negocio».