La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha solicitado, tras una iniciativa política en el Senado, informes sobre la puerta de acceso al paraje natural de El Parrizal que colocó el Ayuntamiento de Beceite en junio de 2020 y que dio lugar a una protesta de residentes y veraneantes por considerar que se incumplía la ley, dado que además se empezó a exigir el pago de una entrada, otra medida muy contestada.

El objetivo de los informes solicitados es, según la CHE, aclarar las dudas planteadas por los ciudadanos y en preguntas parlamentarias, por si fuera preciso tomar algún tipo de decisión al respecto.

En este sentido, la formación política Chunta Aragonesista (CHA) emitió ayer un nota en la que decía «celebrar» la medida adoptada por el organismo de cuenca. «La actuación, que se realizó sin la autorización necesaria, es una medida meramente recaudatoria, que no beneficia a nadie, ni a Beceite ni a su turismo ni a los amantes de la naturaleza», denunció ayer Ignacio Belanche, responsable de Chunta en el Matarraña.

Además, junto a la colocación de la puerta se acordó, por parte del consistorio, crear una zona de aparcamiento regulado en el barranco de los Predicadores, en pleno dominio público hidráulico, según la formación política.

¿Un recurso local?

El alcalde de la localidad, Juan Enrique Celma, declaró recientemente a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que el cobro de una entrada de cinco euros por persona obedece a la necesidad de hacer frente a los gastos que genera el mantenimiento de El Parrizal, que da empleo a unas 14 personas. El regidor se mostró convencido de que el municipio tiene derecho a gestionar un recurso natural que está dentro de su territorio y que es un potente foco de atracción de visitantes.

El cobro de la entrada, nacida en principio para controlar el aforo, se abandonó durante los meses en que la pandemia de coronavirus obligó a la prolongación de estrictas medidas de control de los movimientos, pero recientemente el ayuntamiento ha dictado otra ordenanza en la que se impone de nuevo el cobro, si bien se hace por persona y no por vehículo, como se decidió inicialmente.

Además, los visitantes deben llevar una pulsera especial que demuestra que se han procurado una entrada, lo que les da derecho a un seguro de accidentes, según Celma.

Pero los contrarios al cobro y a la instalación de la puerta ya han anunciado que se volverán a movilizar con el fin de que no se imponga una tasa a quienes viven en la localidad o poseen segundas residencias en la zona.