Stellantis Figueruelas consolida su apuesta por la electrificación. El taller de montaje de baterías para coches eléctricos de la fábrica automovilística ha cumplido un año de actividad, un paso importante en la transición energética y tecnológica hacia una movilidad más sostenible que sigue la compañía, al igual que todo el sector. Desde entonces han salido de estas instalaciones un total de 25.000 unidades de estos equipos de almacenamiento, una tarea para la que se cuenta además con un proveedor local como Proma en Épila, que produce las carcasas donde van alojadas las cédulas o módulos energéticos..

El departamento, que trabaja a una cadencia de 270 baterías diarias, cuanta con 100 empleados organizados en dos turnos (mañana y tarde) y se ubica en el edificio 42 de la factoría aragonesa, que se ha convertido en un referente en la producción de vehículos eléctricos en España, con hitos como la fabricación, en exclusiva mundial, del Opel Corsa-e.

Estas instalaciones son el lugar en el que se ensambla el corazón de dos coches cero emisiones que están conquistando los mercados europeos y que se fabrican en España: el aragonés Opel Corsa-e, producido en la propia planta de Figueruales; y el madrileño Citroën ë-C4, que se hace en el centro del barrio de Villaverde de la capital de España.

Sinergias con la fábrica de Madrid

Desde Stellantis recordaron este viernes en un comunicado que son el único grupo de automoción que produce turismos 100% eléctricos en sus tres plantas españolas A los dos modelos fabricados en Zaragoza y Madrid se suma el Peugeot 2008, que se ensambla en el centro de Vigo.

De las 25.000 baterías montadas en el taller en el primer año de vida, 18.500 se quedaron en Zaragoza y 6.500 viajaron hasta Madrid. La instalación inició su actividad en febrero de 2021 con una cadencia de producción de 125 baterías diarias, actualmente mantiene un ritmo de 270. "El taller sigue trabajando para alcanzar su capacidad máxima y aumentar su volumen de trabajo", apuntaron desde la compañía, que no descarta ampliar la actividad del centro a partir del verano si crece la demanda vehículos eléctrico como se prevé.

El taller no solo se dedica al montaje de baterías, sino que también realiza la gestión de la logística de su producción y el mantenimiento. El ensamblaje para el centro de Madrid ha supuesto además la puesta en marcha "de numerosas sinergias entre los dos centros de producción", señalan desde Stellantis. "Todo ello, facilitado por innovadores sistemas informáticos, ha convertido a la planta de Zaragoza y a las 100 personas que trabajan en todo un referente", destacaron.

Pendientes de la fábrica de baterías

“La puesta en marcha del taller ha sido todo un reto. Estamos muy satisfechos con el resultado obtenido en un tiempo récord, superándonos día a día en seguridad, calidad, productividad y costes. Personalmente, estoy muy orgullosa del equipo que hemos creado remando todos en la misma dirección”, afirma Beatriz Méndez Pena, responsable de esta instalación de Stellantis Zaragoza. "La planta sigue con un sobresaliente la hoja de ruta hacia la electrificación del grupo”, aseguró Manuel Munárriz, director de la factoría.

El grupo automovilístico que lidera Carlos Tavares no se ha decidido por ahora por la instalación en España de una fábrica de baterías, una instalación que Aragón anhela acoger, más ahora que Volkswagen ha optado por Valencia en lugar de la comunidad para ubicar esta gran industria. De momento, Stellantis solo tiene previsto ubicar este tipo de planta en Francia, Alemania e Italia, los tres países donde la compañía los cuarteles generales de sus principales marcas.