El sector del automóvil vive unas semanas decisivas. La decisión definitiva sobre la instalación de la fábrica de baterías, la convocatoria del Plan Estratégico de Transformación y Recuperación (Perte) del coche eléctrico y conectado y el plan estratégico de Stellantis para el largo plazo, que marcará qué modelos producirá Figueruelas en los próximos años, serán determinantes para conocer qué peso tendrá el negocio del motor en Aragón. Este diario analiza el escenario que se abre a partir de ahora.

1. La decepción de la fábrica de baterías

Todos buscan certezas, pero no las habrá hasta dentro de unos días. La noticia sobre la más que probable instalación de la primera gigafábrica de baterías eléctricas en la Comunidad Valenciana ha cogido con el pie cambiado al sector y al Gobierno de Aragón. Había muchas esperanzas en una inversión milmillonaria. Sin embargo, desde el Ejecutivo subrayan que, aunque la prensa especializada da por hecho que la factoría recalará en Sagunto, todavía no hay confirmación oficial y se aferran a la última esperanza. El escenario, no obstante, es complicado porque Volkswagen y Ford tienen una alianza estratégica para el desarrollo del vehículo eléctrico y esa baza parece decisiva. La rivalidad entre los dos gigantes del automóvil, Volkswagen y Stellantis hacía inviable cualquier tipo de acuerdo en esta dirección, y eso penaliza la localización de la gigafábrica en Zaragoza.

La rivalidad entre los dos gigantes del automóvil, Volkswagen y Stellantis hacía inviable cualquier tipo de acuerdo en esta dirección, y eso penaliza la localización de la gigafábrica en Zaragoza.

«La inversión se pierde, pero deja intactas las posibles inversiones de Stellantis en España y en Aragón», asegura el consultor y experto en el sector, José Antonio Bueno, que ve «muy improbable» que el grupo liderado por Carlos Tavares, se abastezca de las baterías que fabricará en Sagunto la competencia. Y ahí es donde entra la ecuación a la que aludió el presidente de Aragón, Javier Lambán, que confía en que habrá una gigafábrica en la comunidad. Si España produce tres millones de vehículos al año en el mejor de los escenarios (la mayoría deberían de ser eléctricos, claro) habría capacidad para tres plantas de este tipo. Sin embargo, el pasado año solo se vendieron 2,1 millones de vehículos, aunque en buena parte se debió a la crisis de los semiconductores.

Además, hay otras cuestiones que hipotecan una posible inversión de Stellantis en Aragón. La más preocupante es que los centros de decisión de la multinacional se encuentran en Francia e Italia, países donde ya se ha anunciado la instalación de dos plantas de baterías eléctricas

2.Las bazas del Perte para la comunidad

La convocatoria del PERTE será también decisiva para conocer cuánto cuenta España para Stellantis. El propietario de la fábrica de Figueruelas ve el plan como una «oportunidad» pero pide «matizar algunos ajustes» para propiciar un mejor encaje de los proyectos de la compañía en este programa, que prevé movilizar más de 24.000 millones de euros. Ahí es nada. «Si Stellantis no entra con fuerza en el PERTE significará que la multinacional no cuenta con España para sus planes en el futuro», apunta José Antonio Bueno.

Varias trabajadores en el taller de montaje de baterías de la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas. STELLANTIS

La compañía, que participó hace solo unos días en una jornada sobre el PERTE en Zaragoza, apuntó que avanza en ver cómo se ajustan las estrategias del grupo en las tres plantas de España (Zaragoza, Vigo y Madrid), al tiempo que se mostró preocupada por los efectos que pueden tener los costes de la energía en el negocio, unos gastos que se dispararán más todavía por la guerra entre Ucrania y Rusia.

3 El plan estratégico de Stellantis se presenta el martes

Otro de los hitos que puede definir el futuro de Figueruelas y, por tanto, de todo el sector del automóvil en Aragón es el plan estratégico de Stellantis, en el que se recogerán los retos y objetivos de la compañía, que ya trabaja en su transformación hacia una compañía tecnológica de movilidad sostenible.

En lo que atañe a Figueruelas, lo más decisivo será conocer si la planta mantiene las dos líneas de producción, en las que se fabrican ahora los modelos Corsa, Crossland X y Citröen C3 Aircross, o solo una. La mayor parte de las plantas de la multinacional cuentan con una sola línea, salvo Vigo y Figueruelas, y eso supone una ventaja competitiva para Zaragoza. 

Lo decisivo será conocer si la planta mantiene las dos líneas de producción, en las que se fabrican ahora los modelos Corsa, Crossland X y Citröen C3 Aircross, o solo una

«Dos líneas de producción permiten un mayor volumen de vehículos y una mayor flexibilidad», apuntan fuentes del sector, al tiempo que subrayan que también proporciona más tranquilidad porque una sola línea «sería fiarlo todo al coche eléctrico y a algún modelo en concreto», algo que no es lo deseable. 

El ocaso de Nissan en Cataluña es uno de los ejemplos de qué ocurre cuando un vehículo no funciona. La factoría cesó su actividad el pasado mes de diciembre, lo que provocó el despido de unos 2.500 trabajadores, de los que unos 1.000 se irán a través de con prejubilaciones y planes de rentas

4 Los costes y la reducción del empleo

Otra de las incógnitas de futuro que planea sobre el sector en Aragón es el aumento de los costes energéticos, que se han disparado en el último año, así como los efectos de la electrificación en el empleo. Se trata de dos factores que condicionarán el futuro de Figueruelas, ya que el coche eléctrico no es tan complejo como el térmico, que tiene motor y sistemas de transmisión, entre otros. 

Trabajadores en la línea de montaje de la fábrica de Seat en Martorell. Nuria Puentes

«Habrá menos trabajo para los fabricantes y para los proveedores y eso supondrá menos empleo», asegura José Antonio Bueno, que pronostica que en los próximos años se producirá el cierre de alguna factoría en España. «La pérdida de empleo es irremediable», dice con contundencia. Un reciente informe de la Asociación Europea de Proveedores cifra en 500.000 los empleos que se perderán por la electrificación en Europa, de los cuales 70.000 serán en España.

Un reciente informe de la Asociación Europea de Proveedores cifra en 500.000 los empleos que se perderán por la electrificación en Europa, d e los cuales 70.000 serán en España.

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A todo ello se suma la velocidad a la que se está implementando la electrificación en España, algo que no camina al mismo ritmo que la implantación de medidas como la creación de una red de puntos de carga, entre muchas otras medidas.

En definitiva, son muchas las incertidumbres que planean sobre un sector que genera alrededor de 25.000 puestos de trabajo en Aragón. Y las próximas semanas serán claves.