Desde el estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia son muchas las muestras de apoyo y los mensajes contra la guerra que ha recibido el país por parte de la comunidad internacional. Desde Aragón, tanto el Ejecutivo Autonómico como las entidades sociales, han ofrecido sus recursos para colaborar con la acogida de refugiados que están huyendo del conflicto y para enviar recursos, mayoritariamente alimentos y productos de higiene, para repartir entre los que tienen que quedarse en el país.

Actualmente, y según organizaciones dedicadas a la cooperación internacional como por ejemplo Cruz Roja, son ya más de 400.000 las personas que han dejado sus hogares huyendo del conflicto y se han dirigido a Polonia, Rumanía, Hungría y Moldavia (los países con los que limita Ucrania) y que están ahora mismo viajando a través de Europa en busca de asilo internacional.

La mayoría de las oenegés y entidades sociales que se dedican a la acogida de refugiados de zonas en guerra coinciden en que por el momento no han recibido ninguna solicitud de ayuda pero que, dada la dimensión que está tomando el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, esperan que en las próximas semanas comiencen a llegar los primeros ucranianos. "Por el momento nos mantenemos a la espera y no sabemos cuanta gente va a llegar ni cuando", explica Mónica Pedraza, responsable de ACCEM en la provincia de Zaragoza. "Hay que tener en cuenta que en Aragón hay un gran número de personas afincadas por lo que se espera que sus familiares vengan aquí con ellos", añade la responsable.

En el caso del envío de alimentos y demás enseres que puedan resultar útiles a los civiles que permanecen todavía en el país, la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón ha comenzado una recogida de alimentos, medicinas y productos de higiene personal para poder enviar a su país de origen.

A través de redes sociales, cada vez son más los ucranianos afincados en Zaragoza que comporten la lista de productos necesarios entre los que se incluyen alimentos no perecederos y enlatados, pañales, sacos de dormir, mantas, ropas, medicamentos de primero auxilios y vendajes, entre otros.

Por el momento son tres los lugares donde se están recogiendo estos enseres: La tienda de alimentación Kazak, en la calle José García Sánchez, 7: la tienda Kalinka, en la calle Doctor Horno, 21 y la tienda Algo Más en calle Río Cinca, 22. 

La respuesta de las grandes oenegés

En el caso de las oenegés la mayoría trabajan coordinándose de forma estatal para recoger fondos que se enviaran a las delegaciones ucranianas. En el caso de Cruz Roja los fondos que se recauden a través de las donaciones que se realicen en la página web se destinarán a que su delegación ucraniana pueda "responder a las consecuencias inmediatas que la crisis está causando sobre la población civil". “Si no se toman medidas urgentes para proteger estos servicios (agua, gas y luz), se prevén consecuencias humanitarias a gran escala”, aseguraba el comité internacional de Cruz Roja hace pocos días en un comunicado.

En el caso de Unicef, por el momento la oenegé también ha abierto varias líneas para la recaudación de fondos que destinara a asegurar el acceso a agua potable y productos de salud e higiene y ofrecer atención psicosocial a los más de 7,5 millones de niños que la entidad estima que están actualmente en situación de riesgo.

Desde Cáritas, la entidad también ha comenzado una campaña de emergencia. En este caso los fondos recaudados a través de las donaciones en la página web servirán para suministrar agua potable a los afectados y material para protegerse ante el covid y por otro lado establecer diversos centros de acogida donde puedan quedarse los afectados por el conflicto bélico.

El Banco de Alimentos de Zaragoza, como parte de la Federación de Bancos de Alimentos de Europa, se mantiene a la espera mientras la propia federación realiza un informe sobre cuales son las necesidades actuales de los afectados por el conflicto. Aún así desde el banco aseguran que durante las próximas semanas comenzarán con las acciones de recogida y los envíos a las zonas más afectadas, siempre "bajo las directrices de los expertos europeos", aseguran.