Dos años de parón por la pandemia del coronavirus y por fin este año regresa una de las citas más importantes del calendario vacacional, la Semana Santa, pero este 2022 no llega con las optimistas previsiones de ocupación que cabría esperar.

Los resultados están por ver pero a priori la lectura que hacen desde el sector no es la esperada en cuanto a la llegada de visitantes. Porque Zaragoza se aproxima a un pinchazo en sus cifras de visitantes, prevén que acabará lastrando los datos de toda la comunidad. De hecho, quedará lejos del 80% de promedio que se alcanzó en 2019 ya que ahora apuntan a un 62%.

Muy marcado por la capital aragonesa, al parecer, y por un incremento de costes por los suministros y la guerra abierta en Ucrania que los encarecerá más. «Las perspectivas en Aragón no son muy optimistas», aseguran desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).

Aunque dicho así, resulta mucho más llamativo que contraste tanto con otras zonas turísticas de la comunidad que también en Semana Santa se preparan para recibir visitantes, como en la provincia de Teruel y el Pirineo, donde todavía confían en colgar el cartel de lleno en las vacaciones de abril.

La presencia de nieve y la tradicional recepción de turistas por estas fechas parecen, en su caso, estar por encima de ese incremento de costes que aluden para la capital. Ni la guerra de Ucrania podrá romper sus expectativas de todos los años, al parecer. Aunque es verdad que en el caso de Zaragoza hay un 11% de establecimientos hoteleros cerrados, que eso también condiciona a la hora de hacer previsiones.

El aumento del precio de determinados alimentos básicos, lo que tendrá sin duda un impacto en los precios de los menús y cartas de los restaurantes. Además, las limitaciones aplicadas a la navegación aérea en el este de Europa afectarán a los flujos turísticos. Y eso siempre afecta más a Zaragoza que a Teruel y al Pirineo, donde sus visitantes no suelen llegar por avión, sino por carretera.

Grupos de visitantes ayer en las calles de Jaca, donde llovió. C. V.

Pero el oscuro panorama de la capital aragonesa no es extensible a todo el territorio de la comunidad. En el Pirineo, pese a que hace dos meses que no nieva, las pistas de esquí presentan una aceptable capa de nieve gracias a la innivación artificial.

De momento, esta circunstancia está permitiendo a las estaciones de esquí salvar la temporada. «Aquí está todo lleno», subraya José María Ciria, responsable de la asociación de empresarios turísticos del valle de Benasque. «De aquí a Semana Santa el camino está jalonado de fiestas y puentes, como la Cincomarzada y San José, que hacen pensar que se mantendrá el elevado nivel de ocupación, incluso del cien por cien, hasta el 18 o el 19 de marzo», asegura.

La Semana Santa "cae tarde"

Ciria mantiene que el levantamiento de las restricciones traídas por la pandemia se traducirá en «una mayor ocupación» y «una vuelta a la normalidad en los establecimientos hoteleros y hosteleros, sin perder nunca de vista la aplicación de las normas básicas de seguridad sanitaria, desde filtros HEPA a mascarillas», declara.

Pero el presidente de los empresarios de turismo del valle de Benasque no se atreve a hacer pronósticos sobre lo que pasará en la Semana Santa. «Este año cae muy tarde, a mediados de abril, y la afluencia dependerá en gran medida, aunque no exclusivamente, de la nieve que haya todavía en las pistas de esquí», comenta.

«Para que todo fuera bien tendría que volver a nevar», opina el hotelero, que recuerda que no ha habido apenas precipitaciones en forma de nieve desde diciembre.

En las zonas turísticas de la provincia de Teruel, el levantamiento paulatino de las medidas de control sanitario frente al covid hace que las perspectivas también sean buenas a corto y medio plazo.

Aragón facturó 421 millones menos en el primer semestre de 2021

En Aragón el cálculo de la pérdida de facturación en el primer semestre de 2021 ha sido de 421,56 millones de euros, según los datos del estudio de la Universidad de Zaragoza facilitado por Horeca. Simultáneamente, en ese periodo, la facturación total ha caído más de un 35%. Con algunas diferencias según el subsector, se ha trabajado en el primer semestre de 2021 una tercera parte menos de lo que se habría hecho en condiciones normales. De los 421,56 millones de euros de pérdidas, la mayoría se concentran en la comarca de la ciudad de Zaragoza (216,592 millones), más de de la mitad del total. Casi 33 millones corresponden al subsector del alojamiento. En Zaragoza y provincia, según Horeca Hoteles, actualmente permanecen cerrados el 11,50% de los establecimientos, lo que supone una grave afectación al empleo.

«La ocupación este mes de febrero está yendo bien y, cuando lleguen las Fallas de Valencia a mediados de marzo, notaremos un fuerte impulso porque entre el 46% y el 48% de la clientela de la provincia procede la Comunidad Valenciana», señala Roche Murciano, de Teruel Empresarios Turísticos (TET).

Y en Semana Santa, añade, se espera asimismo una gran afluencia. «Si no hay fuertes restricciones y se estabiliza el covid, podemos volver a un año con una facturación similar a la de 2019, antes de que empezara la pandemia», sostiene.

Nieve y algo más

«Después de un año 2021 que ha sido tan irregular, con una actividad siempre condicionada a las restricciones de movilidad, lo cierto es que recibimos con mucha ilusión la posibilidad de trabajar con normalidad en el puente de San José», agrega Murciano.

En esas fechas, adelanta, se registrarán «muy buenas ocupaciones» en las sierras de Gúdar y Javalambre, en el Matarraña, en Albarracín y su comarca y en el Bajo Aragón, que vivirá su momento culminante en las tamborradas de la Semana Santa.

El responsable de los empresarios de Teruel señala que su territorio ha conseguido que «cale» el mensaje de que la provincia ofrece «una excelente gastronomía» y espacios naturales «alejados de la masificación» de otras zonas turísticas de las costas y del interior de la península Ibérica.

La Asociación Turística Valle de Tena ve «muy positiva» la suavización de las medidas anticovid. «Van a permitir dar un mejor servicio», explica Sandra Lecina, responsable de la entidad. Y, por otro lado, indica, «nuestra clientela sentirá más confianza a la hora de hacer reservas en el valle».

El 30% sigue todavía en erte

La situación derivada del covid afecta de manera directa al empleo, que se ha visto muy resentido por la pandemia, una circunstancia que aún no se ha resuelto. Ello explica que la hostelería y el turismo sigan siendo el sector con mayor número de trabajadores en erte, solo por detrás de las agencias de viaje, suponiendo en diciembre cerca del 30% del total. En Zaragoza y provincia, el sector emplea a más de 23.000 trabajadores, y entre el 7% y el 11% de ellos permanecen todavía hoy protegidos por ertes. En la capital aragonesa el sector turístico en general tiene una repercusión económica de 1.400 millones de euros, el 6% del PIB. El número de turistas anuales que visitan la ciudad es del 1.180.00 y las pernoctaciones se sitúan en casi dos millones. El turismo vinculado con la basílica del _Pilar tiene una gran importancia, pero otros puntos fuertes de la ciudad son la gastronomía, el ambiente animado de sus calles y el moderno, variado y competitivo sector comercial.

«Hasta ahora ha habido mucha incertidumbre, lo que ha perjudicado mucho a las reservas anticipadas», explica Lecina, debido a que hasta recientemente las autoridades sanitarias variaban los planes de un día para otro.

Con todo, el valle de Tena, al igual que la comarca de Jaca, el Sobrarbe y la Ribagorza esperan que marzo y abril sean dos buenos meses. «La Cincomarzada se va a notar, sobre todo porque vendrán muchas familias que tienen segundas residencias y también lo que llamamos turistas del día, que suben de Zaragoza por la mañana y regresan por la tarde», comenta.

Esta Semana Santa, aseguran todos los hoteleros consultados en el Pirineo, será buena «aunque no haya mucha nieve».

Para empezar, se celebrará en fechas muy avanzadas, de forma que «mucha gente vendrá a hacer senderismo y otra actividades al aire libre, no solo esquí», continúa Sandra Lecina. Además, si hace frío, las estaciones de esquí aprovecharán para fabricar nieve por la noche.