No he hablado nunca con el Gobierno de España. Pero siempre estoy dispuesto a dialogar», aseguró ayer el consejero delegado del grupo automovilístico Stellantis, Carlos Tavares, al ser preguntado sobre posibles inversiones en España como una fábrica de baterías. Así lo declaró en un encuentro con un reducido grupo de medio de comunicación –El País y El Español, entre ellos– previo a la presentación en Ámsterdam del primer plan estratégico como compañía después de su nacimiento el año pasado tras la fusión de los grupos FCA (Fiat-Chrysler) y PSA (Peugeot-Citroën, Opel). De esta manera, el empresario alimenta la controversia con el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, que en fechas recientes afirmó que sí había solicitado a la empresa la instalación en el país de una planta de este tipo, según señaló el secretario general de Industria, Raül Blanco.

«No tengo ningún problema a negociar. Pero yo no discuto con los gobiernos a través de los medios. Así que si un Gobierno busca interés, simplemente tiene que llamar a mi puerta y hablamos sin problemas», precisó el patrón del gigante del automóvil, que el pasado año fabricó 901.000 vehículos en sus tres platas españolas, de los que más de un tercio (334.000 unidades) corresponden a la factoría aragonesa de Figueruelas y el resto se reparten entre las de Vigo y Madrid.

Tavares recordó que, de momento, Stellantis tiene decidida la instalación de tres gigafactorías en Europa, en Douvrin (Francia), Kaiserslautern (Alemania) y Térmoli (Italia), los tres países donde la compañía tiene los centros de decisión por ser la sede de sus principales marcas, además de otras dos en Norteamérica. No obstante, no cerró la puerta a que una hipotética cuarta planta de celdas de baterías se asiente en territorio español: «esto va muy rápido, estamos abiertos a otras oportunidades».

Las opciones de Aragón

En caso de que la corporación automovilística se decidiera finalmente por levantar en España una industria de este tipo, Aragón sería a priori una firme candidata para acoger el proyecto por su ubicación geoestratégica, la disponibilidad y bajos precios de los suelos logísticos y sus cualidades energéticas tanto en generación con renovables como en infraestructuras de transporte eléctrico.

Consciente de esas potencialidades, el Ejecutivo autonómico lleva ya tiempo peleando para captar una inversión millonaria como esta. Así lo ha intentado con la planta que promueve el grupo Volkswagen, que la DGA proponía ubicar en Zuera, pero todo hace indicar que este gran instalación se ubicara finalmente en Sagunto (Valencia).

Caída de las ventas

Para Tavares, «el problema de Europa no está en la política de un estado concreto», sino en «cómo se apoya a la industria del automóvil». En este sentido advirtió que ahora mismo las ventas en el mercado del viejo continente rondan los 15 millones de vehículos, lo que suponen tres millones menos que antes de la pandemia. En su opinión, el dilema está en «si se quiere proteger y sostener» al sector para que mantenga un nivel de negocio suficiente, algo que situó en un volumen de comercialización de entre 18 y 20 millones de coches. «Si dejamos que el mercado europeo del automóvil se encoja, al final habrá consecuencias», advirtió.

Por otra parte, el máximo directivo de Stellantis expresó su preocupación por la lenta evolución del mercado de coches eléctricos, sobre todo en el sur de Europa, y planteó que sería más útil para la lucha contra el cambio climático apostar los por vehículos híbridos, incluso mild-hybrid (de hibridación suave). De esta manera, consideró que se protege el acceso a volúmenes significativos de venta. A este respecto, detalló que un vehículo de combustión de 12 años de antigüedad tiene unas emisiones medias de CO2 de 170 gramos por kilómetro, mientras que uno nuevo con una hibridación media se sitúa entre 100 y 110 gramos, es decir, unos 70 gramos menos.

Preguntado por la reestructuración de la red de concesionarios que lleva a cabo el grupo, Tavares explicó que estos se llevan a cabo para reducir los costes de distribución «porque hay que financiar la electrificación». Hay que recordar que este consorcio ha cancelado los contratos con estos establecimientos que justifica en los cambios medioambientales y normativos que están impactando en el modelo de distribución de la industria. En el caso de España, cancelará los acuerdos de cuatro de cada diez concesionarios.

La hoja de ruta

Por otra parte, el plan estratégico de Stellantis, denominado Dare Forward 2030, tiene el objetivo de «convertir la compañía en una firma tecnológica de movilidad sostenible», remarcó su consejero delegado en la presentación del documento. La compañía quiere convertirse en el referente de la industria en la lucha contra el cambio climático, alcanzando la neutralidad de emisiones de toda la cadena de valor para 2038, empezando por una reducción de sus emisiones del 50% para 2030.

Para lograrlo, todas las ventas en Europa y el 50% en Estados Unidos corresponderán a vehículos 100% eléctricos para 2030, alcanzando las cinco millones de unidades anuales vendidas de este tipo ese mismo año.

La compañía tendrá para entonces más de 75 coches 100% eléctricos a la venta distribuidos en sus 14 marcas, entre ellos el primer Jeep 100% eléctrico, que llegará a mediados del año que viene, o el Ram 1500 BEV, que se lanzará al mercado en 2024. Del total, en Estados Unidos habrá como mínimo 25 modelos 100% eléctricos entre sus marcas, también de la firma Dodge. En Europa, todas las marcas, desde Citroën, hasta Peugeot, pasando por Alfa Romeo, DS, Opel y Maserati, ofrecerán una gama totalmente electrificada a finales de esta década.

Stellantis también se marca el objetivo de liderar el mercado de vehículos comerciales, con el portfolio de productos «más eficiente», con 26 nuevos modelos durante los próximos años, y con una gama de servicios especialmente desarrollados para sus clientes profesionales. De hecho, el plan estratégico también busca ser la referencia del sector en satisfacción del cliente, tanto de los compradores de coches como de los usuarios de sus servicios de movilidad. «Queremos que el cliente esté en el centro de todo lo que hacemos», confirmó Tavares.

Baterías de estado sólido

La economía circular también tendrá un gran peso en las operaciones de la compañía, buscando un enfoque de reciclaje de la mayor parte de sus productos posibles, buscando otras aplicaciones más allá de los vehículos cuando su vida útil termine. Stellantis anticipa que los ingresos procedentes de esta actividad superarán los 2.000 millones de euros para 2030.

Según la compañía, estos objetivos en cuanto a la electrificación demandan una mayor inversión. En ese sentido, Tavares ha cifrado en 30.000 millones el esfuerzo que realizará Stellantis hasta 2025 en el desarrollo de coches eléctricos y sus componentes, incluida la batería.

La compañía ha incrementado su objetivo de producción de baterías, ya sea propia o a través de socios industriales, hasta los 400 GWh anuales para 2030, subiendo desde los 140 iniciales. Además, Tavares confirmó que dedicarán esfuerzos al desarrollo, junto a empresas como Factorial, de baterías de estado sólido, un componente clave para mejorar las prestaciones de los coches eléctricos y reducir su precio.

La empresa apoya las sanciones contra Rusia por invadir Ucrania


El consejero delegado del grupo automovilístico Stellantis, Carlos Tavares, inició ayer la presentación del plan estratégico de la compañía para 2030 expresando su preocupación y pesar por el conflicto bélico que ha estallado en Ucrania en la última semana por la invasión del país iniciada por Rusa. En este sentido, condenó la violencia, expresó su solidaridad con las personas que se están viendo afectadas por la guerra y se mostró a favor de aplicar sanciones contra Moscú y el presidido ruso, Vladimir Putin, unos castigos a los que podría sumarse la compañía. En un encuentro con medios de comunicación, comentó que la invasión por parte de Rusia a Ucrania tendrá un efecto financiero en sus cuentas de resultados «completamente marginal». Aseguró que hay 71 trabajadores del grupo en Ucrania a los cuales están prestando el apoyo necesario. Estos trabajadores de la compañía, agregó, «ya se encuentran a salvo» desde el lunes.En cuanto a los objetivos económico, el grpo espera generar un ahorro de 5.000 millones de euros a través de las sinergias entre sus marcas en 2024, un año antes de lo planeado inicialmente. En 2021 estas sinergias ya alcanzaron un ahorro de 3.200 millones y cerrará 2022 cumpliendo el 80% del objetivo final.En otro orden de cosas, el patrón del grupo automovilístico aseguró que Peugeot no continuará con el patrocinio al tenista serbio Novak Djokovic.