El paro indefinido en el transporte de mercancía por carretera tuvo este lunes una escasa incidencia en Aragón en el primer día de la protesta. La convocatoria pinchó en la comunidad, al igual que a nivel nacional, a pesar de la asfixia económica que sufren las empresas y los autónomos del sector por los precios desorbitados que han alcanzado los carburantes tras un año de subidas, una escalada que se han intensificado con la guerra de Ucrania y que afecta especialmente a los más pequeños. El mínimo seguimiento podría deberse a la división que genera una protesta de este tipo entre la asociaciones de transportistas, que en su mayoría se han mostrado en contra por considerarla que no es idónea en el actual contexto de inestabilidad internacional y de tensionamiento de las cadenas de suministro.

Otras razones de que haya fracasado el paro, que es una excepción en los países europeos, serían las pérdidas que la parte empresarial debe asumir si decide sumarse a la movilización y aparcar el camión. Cabe recordar que no se tratar de una huelga, ya que no ha sido promovida por los trabajadores, sino de un cierre o paro patronal, una medida de acción directa que consiste en la paralización total o parcial de las actividades. De esta manera, quien lo secunda debe abonar los salarios de sus empleados, en caso de tenerlos. También ha podido desalentar la movilización la percepción de que es inminente la adopción por parte del Gobierno de España de medidas extraordinarias para abaratar los combustibles.

La convocatoria es doble. Una parte a nivel autonómico de Tradime, la asociación mayoritaria entre las pymes de menor tamaño y los autónomos de la comunidad, que decidió el pasado sábado promover esta movilización ante los «costes inasumibles» del incremento del precio del combustible y de otros materiales como los neumáticos. Pero desde esta organización, que agrupa a más de 700 profesionales y 2.000 camiones, marcan distancias con la protesta promovida a nivel estatal por la llamada Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera.

Piquetes en Plaza y Mercazaragoza

«Somos independientes», precisaron desde Tradime, que aprobó ir al paro pero lo hizo por un escaso margen en una votación llevada a cabo durante la asamblea extraordinaria de socios que se celebró. Esto explicaría el escaso seguimiento. No se produjeron retenciones en las carreteras ni bloqueos en los polígonos industriales y logísticos, hasta el punto de que resultó difícil encontrar imágenes de la protesta en las redes sociales. Ni siquiera los convocantes organizaron actos para exponer sus reivindicaciones, aunque sí hubo piquetes informativos en algunos puntos, al menos, en Mercazaragoza y Plaza, pero sin que se haya producido incidentes. La única repercusión de la que hay constante fue en la planta de Pikolín, donde los transportistas autónomos no pasaron a hacer la recogida de cargas, según informaron fuentes sindicales.

Diversos profesionales del sector corroboraron que la incidencia en Aragón fue «baja» o «escasa». «Se ha trabajado con cierta normalidad. Por las carreteras se ve mucho camión», apuntaron. «Es posible que haya algo menos de actividad porque es habitual que, por precaución, se adelanten cargas en los días previos a un paro», explicaron. Desde Tradime prefirieron no hacer valoraciones sobre el seguimiento al considerarlo prematuro: «llevamos solo unas horas, la incidencia real se verá con el paso de los días».

Hacienda abre la puerta a bajar impuestos a los combustibles

El Gobierno está abierto a «revisar a la baja la fiscalidad» de los productos más afectados por las elevadas tasas de inflación, entre ellos los carburantes, como parte del paquete de medidas que prepara para hacer frente al impacto económico de la guerra en Ucrania. Así lo avanzó este lunes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien declinó entrar al detalle de qué sectores y productos pueden ser objeto de esta bajada de impuestos porque el propósito del Ejecutivo es consensuarlo primero con agentes sociales y formaciones políticas.

En la Conferencia de Presidentes celebrada el domingo en la isla de La Palma, el Gobierno y los líderes de las comunidades autónomas acordaron intensificar medidas como las rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía en los recibos, así como desvincular el precio del gas del precio de la electricidad. Así lo reclamará el Ejecutivo central en el Consejo Europeo que se celebrará los días 24 y 25 de marzo.


El presidente de Tradime José Antonio Moliner, destacó ayer que la convocatoria «se define única y exclusivamente por el precio del combustible». «No podemos seguir trabajando con estos precios sin poder trasladarlo a nuestras facturaciones», señaló. El paro continuará, agregó, hasta que el Gobierno central apruebe «un plan de actuación que haga frente al impacto económico que está suponiendo la deriva de los combustibles». «Pedimos que el Gobierno rebaje los impuestos de hidrocarburos porque con la rebaja del IVA no haríamos nada», afirmó. 

Moliner se reunió el pasado miércoles con el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, para trasladarle la situación de «asfixia» que atraviesa el colectivo ante el incremento del precio del carburante de casi el 50% que se ha producido en los últimos 12 meses. Según Tradime, el coste del hidrocarburo supone casi el 80% del coste por lo que aseguró que "prácticamente se trabaja para cubrir los gastos”. 

Sin el apoyo de las grandes patronales

Desde los sindicatos del sector, que tampoco apoyan la protesta, calificaron de «muy baja» la incidencia del paro en la comunidad. Desde OSTA tacharon de «oportunista» la convocatoria. «Han aprovechado la alarma social y buscan el paraguas de la palabra huelga para ganarse la complicidad en la opinión pública», criticaron.

Las movilizaciones han generado una gran división en el sector y las principales organizaciones de España y Aragón se han desmarcado. En concreto, no cuenta con el apoyo de las patronales de referencia para pymes y grandes compañías, como el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) y la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). 

De esta manera, no cuenta con el respaldo de Federación de Empresas de Transporte (FET) de Aragón, que agrupa a las asociaciones provinciales de Zaragoza (Fetraz), Huesca y Teruel, que representa a un millar de pequeñas, medianas y grandes empresas con una flota cercana a los 5.000 vehículos y una plantilla de 7.000 trabajadores. Entre las compañías integradas en esta patronal se encuentra Sesé, Carreras y Marcotran, los tres grandes operadores de la comunidad, que lo son también a nivel nacional.