Relajar la exigencia medioambiental que limita el uso de fitosanitarios y autorizar los transgénicos con el fin de aumentar la producción que evite la alta dependencia de mercados del exterior para la producción de piensos es la postura que en Aragón defienden el consejero del ramo, Joaquín Olona, y el sector ganadero y agrícola.

Estas medidas fueron trasladadas ayer por Olona al Consejo Consultivo y a la Conferencia Sectorial de Política Agrícola y Desarrollo Rural. Se trata de unas iniciativas que, a juicio del consejero, por las que también deben apostar la Unión Europea y la PAC. Uno de sus objetivos es revisar la estrategia De la granja a la mesa, integrada en el Pacto Verde Europeo.

«No quiere decir que se renuncie a los retos medioambientales», subrayó Olona, que se propone que la UE analice «si esas limitaciones están justificadas». Así lo declaró a los medios antes de presidir la segunda mesa de trabajo del sector de la carne, tras la constitución el pasado mes de febrero del foro Aragón, de granero a despensa, con el propósito de afrontar los retos del sector mediante la colaboración público-privada y fijar una estrategia común como resultado del consenso entre las distintas instancias.

Crisis tras la invasión de Ucrania

En la reunión se abordará asimismo la crisis que ha provocado en el sector primario la invasión de Ucrania por Rusia, dado que se trata de los principales mercados cerealistas de los que se abastece Aragón para cubrir el déficit de producción de piensos así como de fertilizantes. La meta es lograr una declaración conjunta del sector aragonés y presentarla al consejo consultivo.

«El 40 % de las materias primas son importadas», informó Olona, que advirtió de que «es muchísimo y hay que reducirlo». En su opinión, la estrategia debe ser favorecer el aumento de la producción mediante la apuesta por los regadíos, la profesionalización del sector y el modelo familiar, la reducción de los barbechos así como flexibilizar el uso de fitosanitarios y el cultivo de transgénicos.

El consejero de Agricultura insistió en la necesidad de «exigir a las instituciones europeas que apuesten por la producción y la productividad y no tener recursos ociosos», en un momento en el que «la seguridad alimentaria no está garantizada».