Más de 300 personas se concentraron este miércoles a mediodía a las puertas de la Delegación del Gobierno de España en Aragón para lanzar un SOS ante la «grave» situación que atraviesa el transporte de mercancías por carretera. Los precios desorbitados de los carburantes, que han alcanzado niveles récord tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, están ahogando al sector, siendo los más pequeños del mismo los que peor lo están pasando al no poder repercutir el alza de sus costes y llegar incluso a trabajar a pérdidas. La movilización fue promovida por Tradime, la asociación mayoritaria entre los pequeños transportistas de Aragón, en la que es la tercera jornada del paro patronal convocado por esta organización.

Ataviados con chalecos reflectantes de carretera, los transportistas expresaron su indignación en la que fue el primer acto de protesta que se hacía en las calles de Aragón desde que estalló el conflicto del sector. Tras la pancarta principal, que rezaba 'Paro por la subida del combustible: SOS', se podía leer otra que ilustra el sentir de estos profesionales: 'Ya no podemos dar de comer a nuestros hijos. Firmado: los héroes de la pandemia'.

«El precio del gasóleo está asfixiando al sector, puesto que está cerca ya de los dos euros por litro», aseguró José Antonio Moliner, presidente de una organización empresarial formada por 700 socios con una flota que ya sobrepasa los 2.000 vehículos. En el manifiesto que leyó en la concentración, urgió al Ejecutivo central la puesta en marcha de un plan que haga frente al impacto económico que esto genera en los transportistas. En concreto, exigió una rebaja de los impuestos que gravan el carburante para «hacer viables los negocios» del que es, dijo, «el único sector que paga al 100%» lo tributos energéticos.

A su juicio, "es indispensable que el Gobierno adopte medidas excepcionales" para evitar "la desaparición de una parte importante del sector y el colapso de las cadenas de suministro". Al inicio de la pandemia, recordó, se dijo que "éramos esenciales, ahora es el momento de que el Gobierno lo demuestre". "No necesitamos promesas, sino hechos concretos, que no nos engañen", enfatizó.

Varios camiones sin remolque estacionados detrás del Pilar en señal de protesta. ANDREEA VORNICU

"Nos entristece haber llegado a esta situación, no queremos causar el mayor perjuicio a nadie, queremos justicia y que se hagan las cosas como deben", explicó Moliner, quien advirtió a los consumidores de que el incremento de precios en la alimentación "no se debe a la repercusión del servicio de transporte". "No somos los culpables, esto se queda en otros bolsillos", agregó.

Tensión con la Plataforma

En la concentración pudieron escucharse las ruidosas bocinas de una decena de camiones sin remolque que pararon en la avenida Echegaray, a la altura del Pilar, lo que provocó que se ralentizara el tráfico momentáneamente, pero sin que se produjeran mayores incidentes.

También se vieron momentos de tensión ante el afán de protagonismo que quisieron tener en la misma varios integrantes de la llamada Plataforma en Defensa del Sector del Transporte, que desplegaron su propia pancarta entre las quejas de los miembros de Tradime, que los tacharon de "oportunistas" por no ser los convocantes del acto. La asociación aragonesa se desmarca de este colectivo, que es el que está detrás de paro del sector convocado a nivel nacional, que ha derivado en "actos violentos y antidemocráticos de bloqueo" en algunos puntos de España, según han denunciado las patronales CEOE y Cepyme.

El paro está teniendo por ahora un bajo seguimiento en la comunidad, donde no se están viviendo los conflictos y bloqueos de mercancías que se han desatado en regiones como Andalucía y Asturias. «Mayoritariamente se está trabajando, aunque hay un cierto seguimiento entre los autónomos que no es desdeñable», apuntaron fuentes del sector, que destacaron que «apenas se está produciendo «incidentes» ni «piquetes violentos», salvo el lanzamiento de una piedra contra un camión la autovía a Huesca. Las principales organizaciones del transporte no apoyan la convocatoria.

Eso sí, los efectos de la protesta --no es un huelga porque no está convocada por los trabajadores, sino por la parte empresarial-- son cada vez más perceptibles en Aragón por los problemas que se están dando en otro puntos de España, sobre todo en Andalucía.