La primavera astronómica comenzará el próximo domingo, 20 de marzo, a las 16.33, hora peninsular. Y, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la mayor probabilidad (70%) indica que será una estación con temperaturas más altas de lo normal, superiores a la media climatológica, en toda la Península.

En cuanto a precipitaciones, en la vertiente atlántica peninsular es más probable que sean inferiores a las normales, no apreciándose tendencia en la mitad oriental, que incluye Aragón, en donde por tanto lo más probable es que se registre la precipitación media climatológica.

El delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, ha repasado desde las Jornadas de Meteorología y Prensa que se están celebrando en Formigal el comportamiento meteorológico del invierno y ha adelantado las previsiones para los próximos días. El invierno ha sido cálido o muy cálido en la mayor parte de la España peninsular, llegando a resultar extremadamente cálido en algunos puntos del cuadrante sureste y del pirineo central. En cambio, tuvo un carácter normal en zonas del interior del valle del Ebro. En Aragón la anomalía térmica en el invierno 2021-2022 ha sido de +1.3 ºC, en consonancia con la anomalía nacional que fue +1.5 ºC, algo mayor.

El invierno ha sido en su conjunto extremadamente seco en cuanto a precipitaciones, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular de 89 mm, valor que representa el 45% del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1981-2010. Se ha tratado del segundo invierno más seco desde el comienzo de la serie en 1961, así como del siglo XXI, detrás del invierno de 2011-2012, que continua siendo el invierno más seco de la serie.

Un invierno seco

En Aragón los porcentajes de precipitación acumulada en el invierno climatológico respecto a la media ha sido del 42%, algo inferior a la media nacional. Sólo las  precipitaciones de los primeros días de diciembre en el noroeste de Aragón, dieron un carácter normal a ese mes, en el que se produjo una crecida extraordinaria del Ebro, aunque más debida a las extraordinarias que se produjeron en el Alto Ebro, especialmente en Navarra y País Vasco. Pero el resto del invierno, enero y febrero fueron muy secos, lo que terminó por conferir ese carácter a la estación invernal.

Cabe destacar que el observatorio de Teruel, con tan sólo 8,4 mm de precipitación en el trimestre DIC-ENE-FEB, ha tenido el invierno más seco de toda su serie climatológica. En la primera quincena de marzo la situación ha cambiado y han empezado a producirse precipitaciones, superando en algunos casos la media climática y cambiando la tendencia seca del invierno. En los próximos días, y en especial la semana que viene, es probable que continúen, con la posibilidad de que se incremente su intensidad.