El Gobierno de Aragón es partidario de acelerar el calendario vacunal de los refugiados ucranianos, tal y como mostró su voluntad de hacerlo el Ministerio. No obstante, tal y como señaló la consejera de Sanidad, Sira Repollés, las vacunas en este país del Este «es muy similar al que tenemos en Aragón y España».

Por norma general, cuando un niño o niña llega de otro país a residir en España es su pediatra quien le hace una revisión de su calendario de vacunas y se les indica a la familia cuáles faltan.

Tras darse a conocer la guía de Salud Pública, en esta se apunta que para niños y adolescentes «se ofertará, además, la vacunación de la difteria, el tétanos, la poliomielitis, la tosferina y el Haemophilus influenzae b».

Repollés apuntó, en cualquier caso, que lo primero que hay que hacer a su llegada es «identificarlos, porque algunos llegan sin documentación», dijo. «Es un procedimiento que ya se ha establecido y que gestiona la Policía Nacional en colaboración con la asociación designada para la primera acogida de estas personas.

El Salud ha ofrecido la Unidad de Quemados y sigue vigente la posibilidad de acoger a pacientes, especialmente niños, que estaban hospitalizados en Ucrania o que siguen tratamientos por enfermedades graves.

El siguiente paso es que estas personas «entren en la cadena sanitaria, donde les proporcionamos un número de usuario, en la escolarización, en disponer de alojamiento, alimentación y todo tipo de necesidades», dijo la consejera de Sanidad. Por último, Repollés recordó que la DGA ha ofrecido la Unidad de Quemados y que sigue vigente la posibilidad de acoger a pacientes, especialmente niños, que estaban hospitalizados en Ucrania o que siguen tratamientos por enfermedades graves. «De momento no se nos ha requerido para trasladar aquí a nadie, pero estamos a su disposición», dijo. 

Con respecto al covid, Sanidad señaló que va a recomendar la vacunación a todos los refugiados ucranianos que llegan a la comunidad. La dosis, al igual que para todo ciudadano español, no es obligatoria. «Es algo que se podrá abordar sin ningún problema desde el sistema sanitario puesto que la previsión es dar una atención temprana y rápida a estas personas», señaló ayer la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés. 

La Universidad  de Zaragoza por ahora no ha recibido peticiones de estudiantes

En la Universidad de Zaragoza, por el momento, no constan peticiones de refugiados ucranianos que quieran continuar con sus estudios en el campus público aragonés. En cualquier caso, la institución académica está a la espera de que la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) adopte algún protocolo de atención junto con el Ministerio de Universidades y el Consejo de Estudiantes. A principios de mes, el ministro de Universidades, Joan Subirats, ya señaló que se comprometían a facilitar el acceso a la universidad y a apoyar a todos aquellos estudiantes y docentes ucranianos que se hayan visto obligados a salir de su país.

A los refugiados ucranianos, al igual que a cualquier ciudadano de otro país que llegue a la comunidad, se les proporciona «de forma inmediata» la asistencia sanitaria, independientemente de su situación legal. «De momento han llegado muy pocos y en las urgencias han sido atendidas pocas personas», detalló Repollés.

La puesta en marcha de un protocolo específico de actuación relativo al covid, así como al calendario vacunal de los adultos y niños que lleguen de Ucrania, va de acuerdo con la guía de actuación aprobada ayer por la Comisión de Salud Pública, formada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades. «Somos partidarios de actuar como se hace con otra población emigrante que vienen a Aragón y lo que haremos será implantar el calendario vacunal acelerado», afirmó.

Según precisó ayer el ministerio, los Servicios de Sanidad Exterior realizarán controles sanitarios a la llegada a España de todos los pasajeros nacionales o residentes en Ucrania «para que se les realice un control de síntomas contra el covid». En la guía, además, se marca un abordaje específico para distintas enfermedades como la poliomielitis o el sarampión por su mayor prevalencia en Ucrania.