Por fin se han desatascado los suelos del Portillo de Zaragoza. ¿Cómo valora el acuerdo?

El Portillo es un proyecto de ciudad y de legislatura. Lo más importante es lo que hemos conseguido que ha sido desatascarlo y era muy complicado. Va a ser el proyecto de los próximos cinco años en el ayuntamiento, como también va a serlo el acondicionamiento de todo el cauce del Huerva.

Este proyecto se quiere financiar con los fondos europeos. ¿Se hará si no llegan?

Se hará. La intervención, desde el puente del parque Grande hasta la desembocadura del Ebro, se eleva a 9,9 millones. De fondos podemos captar hasta 3, pero hay que ejecutarlo con y sin fondos. Hay más proyectos que dependen más de la llegada de fondos.

¿A cuáles se refiere?

Por ejemplo a Giesa, porque la intervención que hay que realizar es de la suficiente magnitud y envergadura por lo que la llegada de ayudas públicas va a ser fundamental. Vamos a presentar un proyecto al Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP) también para el Palacio de Fuenclara, al que no hemos conseguido atraer ningún proyecto con la colaboración público-privada.

¿Hay un plan b por si no llega esa financiación?

Sí, hay plan b que tiene mucho que ver con la colaboración público-privada. Cualquier ciudadano entiende que durante una pandemia y con la economía en guerra un ayuntamiento no puede gastarse 35 o 40 millones en un equipamiento municipal.

¿Comparte el agravio que denunció en Bruselas el alcalde, Jorge Azcón, a la hora de repartir los fondos ?

Cuando hemos ido a captación de los proyectos que se presentan en libre concurrencia y llegan del Estado hemos tenido bastante más suerte que cuando ha habido una decisión por parte del Gobierno de Aragón, con quien estamos obligados a entendernos. Yo escuché al presidente Lambán decir que el ayuntamiento no presentaba buenos proyectos y eso, objetivamente, no es verdad.

No es el único encontronazo con el Gobierno de Aragón, también han surgido diferencias importantes con el proyecto de los cacahuetes de la Expo.

Mi obligación es decirle a la DGA qué problemas se va a encontrar en un proyecto que no es de ciudad y que no está ni pactado ni consensuado y que, por eso, no es sensible con las necesidades que tenemos en los barrios. Las dificultades que dijimos se han ido cumpliendo. Se ha tenido que judicializar la titularidad de los suelos con respecto al derecho de retracto, no caben las 500 viviendas que se anunciaron y ahora se dice que no hay que modificar el planeamiento urbanístico, y tengo serias dudas. Este problema surge cuando uno plantea una idea en lugar de un proyecto.

El alcalde llegó a decir que era ilegal. ¿Lo es?

Siempre he seguido a rajatabla la opinión técnica de los funcionarios y defenderé su postura. Para que ese proyecto salga adelante hay que hablar y hay que pactar las políticas de vivienda y la prioridad no está en la Expo, está en Las Fuentes, en San José o en Pignatelli.

¿Pero es viable?

Hay que esperar a los informes de los técnicos de la casa. La clave no está en qué dificultades nos podamos encontrar, sino en cómo las solucionamos. Yo no voy a bloquear ningún proyecto del Gobierno de Aragón pero sí creo que se ha equivocado en la prioridad y en la ubicación.

"Hay que conseguir hacer atractiva la oferta de VPO de alquiler porque los números no salen"

Sucedió algo parecido con la ampliación de Plaza. El ayuntamiento tenía dudas legales y se buscó una solución.

Ese es un buen ejemplo, y lo sacamos adelante en la bilateral tras mucho diálogo.

¿Qué le parece que la DGA esté hablando de otra ampliación en Plaza?

A mí ese tipo de polémicas… Nosotros hemos colocado 278.000 metros cuadrados de suelo industrial para dos proyectos (Becton Dickinson y Saltoki) en Empresarium que van a generar 1.100 puestos de trabajo. Mi preocupación es seguir teniendo suelo industrial suficiente para que, si nos viene otro gran proyecto, podamos seguir ofreciendo facilidades administrativas y fiscales. La ampliación de Plaza es un Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) y el ayuntamiento poco puede decir desde el punto de vista legal. La fórmula elegida es cuanto menos llamativa, mezclar recalificación con la colaboración público-privada, que es algo que a otros gobiernos se nos reprocharía mucho.

"La fórmula elegida por la DGA para ampliar Plaza es cuanto menos llamativa"

¿Le preocupa que no se piense en Empresarium como alternativa a Plaza?

Este polígono se abandonó durante años y han sido dos grandes proyectos los que lo han vuelto a poner encima de la mesa. Sin Becton Dickinson y sin Saltoki ni nos acordaríamos de que existe. Desde el Gobierno de PP-Cs hemos sacado el máximo rendimiento porque atraer dos proyectos de esta envergadura a Empresarium conlleva el compromiso por parte del ayuntamiento de que vamos hacer cosas en el polígono. Para atraer grandes proyectos tenemos que tener los polígonos en condiciones.

El responsable de Urbanismo de la capital aragonesa. Jaime Galindo.

¿Ejecutarán el cierre de la orla este?

Zaragoza es una ciudad que no va a tener un gran crecimiento demográfico por lo que hay que tener mucho cuidado con los desarrollos urbanísticos. Tenemos uno muy potente, que es el de Arcosur, que sigue su desarrollo y donde la ciudad ha creado servicios que tienen un coste de mantenimiento. Primero hay que atender la realidad y consolidar la ciudad y el desarrollo de Las Fuentes y San José tiene todo el sentido, pero sin prisa, porque tenemos otro en curso que no podemos torpedear.

¿Sería contraproducente para Arcosur cerrar la orla este?

Hay que hacerlo compatible y se puede. El problema de los grandes desarrollos urbanísticos es que hay que ser muy consciente de qué puedes absorber. Es verdad que hace 20 años se hablaba del millón de habitantes, hoy no se puede desarrollar una ciudad pensando en su crecimiento porque la realidad ha cambiado. Por ejemplo, los jóvenes tienen menos poder adquisitivo que hace 20 años y hay que pensar más en el alquiler. Valdespartera se desarrolló a base de construir vivienda pública en régimen de compraventa, hoy eso es impensable y lo que se piensa es en cómo atraer proyectos en régimen de alquiler.

¿Qué perspectivas de crecimiento tiene Arcosur?

El ritmo es muy sostenido, muy tranquilo, pero hay movimientos de suelo. Hay que pensar en cómo facilitar la construcción de vivienda protegida en régimen de alquiler y estamos hablándolo con la DGA porque hoy en día la no adaptación del precio del módulo de la VPO lo que conlleva es que no se haga porque no salen los números.

 ¿Está agotada la oferta de VPO de alquiler en Zaragoza?

No, pero hay que hacerla atractiva. A nadie o casi nadie se le ocurre pedir la protección de la edificación porque los números no salen.

"Nos queda un año y medio para definir la ubicación del campo y el modelo de financiación"

¿Dónde va a estar la nueva Romareda?

No descartamos nada, ni llevarla a otra zona ni dejarla dónde está. No estamos en esa fase todavía. Lo que hemos hecho ha sido cerrar el foco de posibilidades porque lo que vamos a tener que decidir entre marzo y abril en el seno del ayuntamiento es la ubicación y el modelo económico. 

¿Cómo se financiará?

Plantear una inversión de Zaragoza en torno a 130 y 150 millones de euros sin venta de suelo y sin una operación urbanística es no estar en la realidad de las cosas. Doy por hecho que todos entienden que hacer un campo de fútbol nuevo va a requerir de hacer vivienda y que esas plusvalías va a haber que utilizarlas para pagarla. Pero se pueden encontrar fórmulas económico financieras para que todo no vaya a la venta de suelo.

Si Aragón no es sede olímpica, ¿peligraría el proyecto?

Espero que no depende de ello porque no parece que el sueño olímpico vaya por buen camino. Ayudaría, por supuesto, pero el campo sí o sí hay que hacerlo.

¿Qué inversiones hay que hacer en el estadio para acoger los partidos de la selección?

Las obras son de un importe menor que hace que podamos pensar en esa operación, sobre todo teniendo en cuenta el rendimiento económico para la ciudad. Son adecuaciones de espacios menores como las zonas de comunicación y prensa y se arreglarán algunas de las zonas comunes del campo y se ejecutarán en dos o tres meses. No está la cifra exacta, pero del millón que se habló se puede recortar como mínimo un 75%.

¿Qué plazos se marca el Gobierno para la nueva Romareda?

Este mandato es el del consenso. Nos queda un año y medio para definir un espacio, un modelo urbanístico y económico porque para aunar todos esos consensos es importante que sea un proyecto de ciudad, en el que todos estén cómodos. Y me refiero a partidos políticos, instituciones y el club. A un año y cuatro meses de unas elecciones para que todos estemos cómodos lo que vamos a poder hacer es eso, buscar consenso.

¿Cómo ve los consensos?

Podemos no deja de hablar de La Romareda públicamente y con eso lo único que me dice es que no tiene mucha intención de llegar a un acuerdo, y ZeC votó en contra de un nuevo campo de fútbol en el último pleno. Yo voy a intentar que participe y cambien de opinión porque no es un capricho, es una necesidad que tiene la ciudad actualmente. 

Serrano, en un momento de la entrevista con EL PERIÓDICO. Jaime Galindo.

"Cs cometió el error de pactar solo con el PP"

¿Se ve liderando a su partido (Cs) en Zaragoza en la próxima legislatura?

Estoy centrado en que nos queda un año y cuatro meses para seguir gobernando. Uno de los éxitos de este equipo es que ha habido sintonía entre los miembros del Gobierno municipal. Hoy en día, en la política actual, pensar en lo que uno va a hacer dentro de un año es hacer política ficción. 

¿Cómo ve a su partido?

La situación en Cs es difícil. Cualquier análisis que no sea que estamos viviendo una situación muy complicada es engañarse porque estamos en una sociedad cada vez más polarizada y porque estamos viendo en Europa, y España no es una excepción, que los partidos liberales y moderados están en la situación que están. Nuestra obligación es aportar transparencia, buen tono, rebajar tensiones y hacer política útil.

¿Cómo digiere cada encuesta del CIS y cada resultado electoral?

La situación es muy preocupante porque vemos como elección tras elección no somos capaces de que el electorado entienda nuestro papel. La Comunidad de Madrid funcionó muy bien con los consejeros de Cs, pero no fuimos capaces de trasladarlo. Nos pasa en todos los sitios donde gobernamos, como en Zaragoza, donde intentamos que se vea que hemos venido a aportar y, evidentemente, nos gustaría rentabilizar nuestro trabajo.

¿A qué se debe? ¿Es un problema de liderazgos, de Inés Arrimadas, o de la estrategia del partido?

Cs en su día cometió errores estratégicos importantísimos como pactar solo con el PP. Es injusto poner en entredicho el papel de Inés Arrimadas porque recibió la herencia que recibió. Tenemos un problema, y es que en una sociedad polarizada los extremos aumentan, el espacio de centro se reduce y vamos a posiciones más maximalistas. En Cs, además de que se nos escuche, tenemos que repensar qué queremos para contribuir en el aspecto político del país. Y dentro de este escenario las cosas son muy cambiantes porque teníamos a un PP hasta hace dos meses con una postura frontal con Cs y ahora tiene un líder, Alberto Núñez Feijóo, al que le interesa el voto de centro.

Pues en Castilla y León el PP no ha dudado en gobernar con Vox.

No nos gusta que las posiciones sean cada vez menos centradas. Convocar unas elecciones para sustituir como socio de Gobierno a Cs por Vox me parece negativo. Hay una realidad y es que Vox es el único partido en España que lleva un año ininterrumpidamente creciendo y yo no creo que haya 10 millones de fascistas. No comparto que todos los que votan a Vox sean peligrosos, así que algo estamos haciendo mal.

¿Y qué se ha hecho mal?

No atender el descontento social y darle respuesta desde el centro. No comparto que el descontento se combata o con populismo de izquierdas o de derechas, se combate siendo más eficaz en la gestión. Pero tenemos que hacer una reflexión porque la máquina que ha generado posiciones radicales de derecha ha sido la que las creaba desde las posiciones radicales de izquierdas.

En este contexto, ¿se ve con fuerzas para seguir?

Tengo un compromiso con la ciudad al que le queda un año y cuatro meses. Es cierto que tenemos proyectos en marcha que me gustaría ver, como La Romareda, pero ya veremos. De aquí a unos meses se tomarán decisiones de partido y personales.

El jefe de Arquitectura, Ricardo Usón, comunicó casos de mobbing en el servicio ¿se ha hecho algo al respecto?

Hubo malestar pero no denuncia. Cuando me reuní con los trabajadores les dije que la puerta de mi despacho estaba abierta pero que no puedo intervenir, porque si lo hago va a parecer que me quiero enterar o influir. En la casa hay unos protocolos y mi obligación es estar al margen y que el Servicio de Prevención y Salud sea el que se encargue.

¿Se ha dado algún cambio?

Ninguno, demostré que la oficina estaba integrada en Arquitectura. Quiero pensar que ya es agua pasada.