Más de 600 niños de las 19 cofradías y hermandades de Zaragoza han participado en la 29ª exaltación de los instrumentos de la Semana Santa que ha vuelto tras la pandemia al pabellón Príncipe Felipe.
«Lo primero que tenemos que decir es ‘gracias’. Gracias por la fe, la paciencia, la lucha y la ilusión. Gracias por haber mantenido el espíritu cofrade inalterable», ha expresado el actor Rafa Blanca, que ejerció de presentador de una exaltación organizada por su cofradía, el Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora.
En esta edición, además de los tambores, los bombos las matracas y las carracas, han sido protagonistas las mascarillas, con una imagen nunca antes vista que se repetirá mañana con el concurso de los mayores, a partir de las 10.00 en el Felipe.
Mariano Gil, delegado episcopal de las cofradías de Zaragoza, solicitó antes del inicio de los redobles «unos instantes de silencio para pedir la paz en el delicado momento que se vive por la guerra entre Rusia y Ucrania». Fue la primera ovación de una tarde alegre.
Alcorisa acoge las XXXV Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo
Durante este fin de semana los 22 municipios que forman parte del Consorcio Nacional de Exaltación del Tambor y del Bombo se reúnen en Alcorisa para recuperar las Jornadas Nacionales. El municipio acoge a más de 3.000 visitantes, que suponen una ocupación hotelera del 100% en los alojamientos turísticos y albergue de la propia localidad, y un gran número de reservas en los pueblos de alrededor.
Las jornadas que se celebran por primera vez después de la pandemia incluyen la inauguración del Monumento al Tambor en Alcorisa, una cena de hermandad entre las delegaciones, el desfile con posterior cata de Jamón de Teruel o el espectáculo El toque que nos une, donde el conjunto Ecos del tambor de Zaragoza participará junto a tamborileros alcorisanos.Alcorisa acoge las XXXV Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo
Esta edición, el primer acto instrumental destacable de los que llegan antes de la Semana Santa, estuvo organizado por la cofradía del Descendimiento, que puso un empeño enorme para que todo fuera como la seda en el regreso del sonido más aragonés. Ni un pero le pusieron desde el público, muy animado toda la tarde.
Los primeros en salir han sido los jóvenes cofrades de las Siete Palabras, seguidos por los niños de la Humillación y después la Coronación de Espinas. Cerró la tarde el Prendimiento, tras el que hubo una sonora despedida mientras sonaba Zaragoza.
Mañana a las 10.00 será el turno de celebrar la exaltación en la modalidad adulta de concurso, en el que compiten bombos y timbales llegados de Zaragoza, Alagón y Almazora (Castellón).
