Varios sanitarios del centro de salud Univérsitas, en Zaragoza, exigieron este domingo «más seguridad» en su edificio tras la agresión que el viernes sufrieron varios compañeros por parte de un paciente que tuvo que ser detenido. «Vamos a seguir insistiendo en que tener un guardia de seguridad sería necesario. No es la primera vez que pasa esto y se deberían tomar medidas», señalaron durante su participación en la movilización del centro de Zaragoza.

«No sé si es por la pandemia o por qué, pero cada vez los pacientes acuden más alterados, con más exigencias y con unas formas que no son normales», decían.

En este sentido, Pilar Astier, médica de familia de Univérsitas, apuntó que el episodio del pasado viernes «traduce un poco la situación social de tensión y agresividad» provocada por la pandemia y las condiciones de los centros «con gran volumen» de pacientes.

«Los trabajadores estábamos todos muy chocados con lo que estaba pasando, pero el botón del pánico funcionó perfectamente y acudimos todos los profesionales a ayudar», explicó.

Este último incidente grave en Univérsitas es el tercero en los últimos años (los anteriores ocurrieron antes de la pandemia). «La población en conjunto no es violenta, esto pasa con una parte muy pequeña de la sociedad», recalcó. «Atendemos a muchísimos pacientes. Somos 18 médicos de familia que atendemos a casi 50 pacientes diarios cada uno», dijo.

Por el momento, el personal del centro está valorando realizar alguna acción de protesta para pedir a Sanidad que tome medidas y exigir más seguridad.

Además, en las próximas semanas se analizará «en profundidad» lo que sucedió el viernes, según dijo Astier. «Habrá que ver las causas que lo motivaron y ver cómo lo podemos gestionar mejor la próxima vez para evitar estas situaciones», señaló. «Sabiendo manejar psicológicamente al paciente, planteando la presencia de un profesional de seguridad», concluyó