Soledad Gallego-Díaz, la primera directora de El País y trabajadora del medio desde su fundación en 1976, ha participado este viernes en el Ciclo de Conversaciones sobre Democracia Liberal coordinado por Daniel Gascón y que se celebra en Laboratorio de Aragón Abierto (LAAB).

En la conversación ambos han charlado sobre la evolución que la profesión ha experimentado desde los tiempos de la Transición, cuando «las sesiones parlamentarias duraban hasta las dos o las tres de la mañana» y «periodistas y políticos no podían ser amigos». «Hacíamos todo deprisa y corriendo porque todo pasaba deprisa y corriendo. Estábamos viviendo hechos históricos y no nos dábamos cuenta», ha explicado la periodista sobre la forma de trabajo de la época.

Un periodo que asegura que debería recibir mayor reconocimiento de las generaciones posteriores. «Admiramos a nuestros abuelos que se mataron y odiamos a nuestros padres que fueron capaces de entenderse a través del diálogo».

Respecto a la actualidad y a cómo está el presente para las nuevas generaciones de informadores, Gallego - Díaz se ha proclamado como detractora de las universidades y facultades donde se imparte el Periodismo. «Claro que hay profesionales estupendos que han salido de las facultades de ciencias de la información y claro que la universidad es una oportunidad maravillosa para abrir la mente», ha explicado, «Pero realmente el Periodismo no tiene conocimientos específicos que justifiquen cuatro o cinco años de carrera», ha sentenciado.

Además, ha hecho también alusión a la aplicación de nuevas tecnologías. «Hay que tener en cuenta que somos periodistas no tecnólogos, somos especialistas en información, en contar historias. Necesitamos rodearnos de buenos tecnólogos que nos ofrezcan herramientas para mejorar nuestro trabajo pero no podemos obsesionarnos con hacerlo todo nosotros», ha concluido.