Hizo falta un año de paros y un revés judicial para que el entonces comité de empresa del autobús urbano de Zaragoza suspendiera la huelga el pasado mes de febrero. Ahora, dos meses después y con nuevos representantes sindicales, la plantilla vuelve a estar convocada para decidir si retoma los paros el 18 de abril para presionar a la empresa en la negociación del convenio colectivo.
Los trabajadores se reunieron ayer en asamblea, donde el nuevo presidente, José Manuel Montañés, trasladó a la plantilla los motivos por los que proponen nuevas jornadas de paros.
Según explican desde Sattra, sindicato mayoritario, la decisión de adoptó tras el resultado de las reuniones celebradas durante las últimas semanas entre ambas partes. La intención del nuevo comité de empresa era, a priori, cambiar el rumbo de las negociaciones para tratar de encaminar la firma de un nuevo convenio colectivo con Avanza. Menos de un mes después no parece que haya sido así.
Según informaron desde el comité, la semana pasada Avanza rechazó acudir a las negociaciones programadas y aceptadas por ambas partes, por lo que decidieron dar un giro a los acontecimientos. «Los dirigentes» de Avanza «muestran su falta de respeto» a los empleados con su nulo talante negociador, aseguraron desde el comité.
No opinan lo mismo desde la empresa, que les acusó de «chantajear» a la empresa y «a la ciudad» con la huelga. «Los paros convocados por el comité de empresa, planteados en diversos tramos del día y con horas de comienzo y final variables, persiguen perjudicar lo más posible al usuario del autobús urbano generando confusión», señalaron desde la dirección de la empresa a través de un comunicado.
La plantilla votará hoy si vuelven a los paros, después de la pérdida económica que conllevó la anterior huelga y en la que no se lograron avances significativos. Un referéndum en el que, por otra parte, se medirá la capacidad de arrastre del nuevo comité, elegido en las elecciones celebradas en marzo y que supuso la salida de la anterior dirección sindical.
