Cáritas en Aragón ha recaudado alrededor de 440.000 euros en aportaciones económicas individuales o colectivas --de empresas, asociaciones y organizaciones-- destinadas a la labor que desarrolla esta organización en Ucrania o en países fronterizos y han ofrecido, directamente o en colaboración con otras entidades, más de 150 plazas de alojamiento a refugiados por la guerra en ese país.

Asimismo, se han llevado a cabo otras tareas, como el acompañamiento para la realización de trámites, alfabetización y apoyo educativo y lúdico a menores.

Desde que se inició la guerra, las diferentes Cáritas de la comunidad aragonesa se han movilizado, bien para cubrir económicamente las necesidades existentes en la zona del conflicto, bien para atender aquellas que han surgido con motivo del desplazamiento masivo de refugiados y su llegada a territorio autonómico.

Desde Cáritas Aragón han querido agradecer la "gran generosidad" de la población desde el inicio de la guerra en Ucrania, a través de las aportaciones económicas para que esta organización pueda continuar desplegando su labor humanitaria en atención a la población afectada.

Además, ha incidido en la necesidad de seguir apoyando a Cáritas Ucrania y a las Cáritas fronterizas, como Polonia o Rumanía, "que son las que están soportando la mayor parte de la presión del flujo migratorio", han explicado en una nota de prensa.

Desde que se lanzó la campaña de emergencia, Cáritas Diocesana de Zaragoza ha enviado a la zona de guerra, a través de Cáritas Española, cerca de 300.000 euros, que permitirán continuar atendiendo unas necesidades humanitarias que, según ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, "están aumentando exponencialmente".

Además, ha ofrecido a Cáritas Española la disposición de ocho plazas de la Residencia Santa Teresa para acoger a refugiados que presenten diferentes problemas.

Cáritas Diocesana de Tarazona ha enviado más de 11.000 euros a Cáritas Española y ha colaborado con el Obispado de Tarazona y el Ayuntamiento de Calatayud en el acondicionamiento de 106 plazas de alojamiento y la aportación de alimentos y material de higiene infantil. También realiza un seguimiento permanente de las necesidades de las familias acogidas.

Cáritas Diocesana de Huesca ha habilitado un centro de acogida temporal para un máximo de 16 personas, en la antigua residencia de Carmelitas, que será la futura sede de la entidad. Actualmente, hay acogidas nueve, pero ya han pasado por estas instalaciones 22 personas ucranianas. La entidad ha agradecido "de corazón" todo el apoyo, tanto humano, como económico, que están recibiendo por parte de la ciudad, ya que desde que comenzó la emergencia han recaudado casi 38.000 euros.

Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón se ha movilizado en apoyo a los refugiados, organizando diferentes actividades, desde la aportación económica, gracias a la que se han enviado ya 20.000 euros, hasta el acompañamiento de las familias, la cesión de instalaciones, con 20 plazas en el Colegio Salesianos de Monzón, y el alquiler y gestión de un alojamiento temporal con seis plazas.

En Cáritas Diocesana de Jaca, se han recogido ya 40.000 euros y se ha iniciado el proceso de acogida en los centros de Jaca y Sabiñánigo, apoyando a diez familias, en colaboración con las entidades de atención a refugiados acreditadas en la zona. Desde la entidad han insistido en que este solo es el principio de la emergencia, por lo que permanecerán con las puertas abiertas para coger a quien lo necesite.

Cáritas Diocesana de Teruel y Albarracín ha enviado cerca de 30.000 euros y ha puesto a disposición de la entidad de acogida ACCEM una vivienda y recursos habitacionales para familias procedentes de la zona de conflicto.

Trabajo en Ucrania y en la frontera

Cáritas ha detallado que, según ACNUR, 10,5 millones de personas han sido desplazadas dentro o fuera de Ucrania como refugiados, alrededor de una cuarta parte de la población. Además, unos 13 millones de personas se han visto afectadas en las zonas más golpeadas por la guerra dentro de Ucrania y necesitan ayuda humanitaria y protección.

Para atender esta situación, las Cáritas de Ucrania, Polonia, Rumanía, Moldavia, Bulgaria, Hungría, Montenegro y Eslovaquia han emprendido diversas acciones, adaptándose a las necesidades existentes en cada momento del conflicto.

Según el recuento realizado por Cáritas Española de la labor realizada por esta organización en el terreno, más de 350.000 personas han recibido ayuda desde el inicio de la guerra, la mayoría dentro de las fronteras de Ucrania. Solo en ese país se reparten diariamente más de 23.500 comidas y 5.100 kits de higiene personal.