Después del anuncio de un nuevo cierre en la carretera nacional N-260 los alcaldes de las localidades de la zona se han mostrado comprensivos ante las nuevas restricciones de movilidad en el tramo. Aunque estos cortes temporales son ya recurrentes en la zona y suelen llegar acompañados de quejas y protestas de vecinos y autoridades, en esta ocasión se han reducido las criticas y los líderes de la comarca de La Ribagorza coinciden en que las próximas semanas son la mejor época para llevar a cabo estos cierres por la baja afluencia turística.

El alcalde de Seira, Daniel Larramona, responsable de una de las localidades que se ve más afectadas por la cercanía al tramo cortado ha asegurado que «por lo menos en esta ocasión solo está cortado en una dirección» y ha recordado que en otras ocasiones la salida del pueblo solo se podía realizar a determinadas horas del día. «Hemos llegado a estar incomunicados, ahora la situación es bastante mejor», ha explicado Larramona.

El primer edil ha incidido también en que estas obras se comenzaron tras una petición de los ayuntamientos al ministerio. «Si lo que queremos son mejoras tendremos que esperar a que se puedan hacer la obras», ha añadido alcalde que ha recodado que se trata de una obra «muy complicada» y que aun tendrán que pasar «al menos dos años más» hasta que este completamente terminada. «Lo único que nos queda ahora es esperar y ver como vamos llevándolo hasta Junio que abrirán porque saben que no pueden dejarnos sin los turistas»,

«Que se trabaje en la zona norte de la comarca es siempre bueno, además estas fechas son las mejores porque son las que menos turistas atraen», ha apuntado Marcel Iglesias, presidente de la comarca de La Ribagorza. «Al final son unas obras que se tienen que hacer y aunque siempre generan molestias es un mal menor», ha añadido el representante comarcal.

Una apreciación que comparte el alcalde de Benasque, Ignacio Abadías, responsable de la localidad más grande y turística de la zona. «Nos afecta pero es verdad que después de Semana Santa y hasta junio es el periodo en el que menos turistas tenemos, mejor que esté cerrado ahora que en pleno agosto», ha asegurado el primer edil. Aunque el ministerio estableció el plazo de las obras en «varias semanas», se espera que sea a principios del mes de junio cuando se recupere la circulación en este eje pirenaico.

Abadías ha reconocido que, aunque no están incomunicados si bien cuentan con dos carreteras alternativas de acceso a la localidad, le sieguen preocupando cuestiones sanitarias. «El centro de referencia está en Barbastro, sin la carretera está más lejos, ya veremos lo que pasa si hay un accidente», ha cuestionado Abadías.

«Al final los turistas que quieran venir van a poder llegar igual y cuando empiecen las actividades culturales y deportivas en junio volverán abrir por lo que entendemos que si queremos la carretera tiene que ser en estos periodos de menor afluencia», ha concluido.