El Burgo de Ebro cuenta con varios lugares de interés histórico en su entorno como vestigios de la guerra civil española. Forman una ruta comprendida entre la carretera de Belchite (A-222), cruzando la N-232 de Castellón, y enlazando su prolongación en línea recta con el camino Cordel de Aladrén para llegar hasta el río Ebro.
Este enclave reunía distintos momentos en la zona de defensa, vigilancia y separación de los ejércitos o de sus operaciones de movimiento de tropas en una zona clave para las operaciones que se desarrollaron en los pueblos de la ribera del Ebro, en Monte sillero y Campo de Belchite para intentar la toma de Zaragoza por el ejército republicano. En la zona más próxima al río existen bien conservados dos búnkeres muy cercanos con puestos para varios tiradores o nidos de ametralladoras.
En la rotonda de la N-232, junto a las vías del ferrocarril, hay un búnker semienterrado con la inscripción de la brigada que lo construyó Los Barbis. Y en el inicio de la carretera de Belchite y Acampo Hospital existe un primer búnker rectangular también semienterrado y cerca otro pequeño, circular, con la inscripción en hormigón de Los Leones.
En la misma zona junto a las lomas hay una fortificación importante con entrada construida con hormigón y acceso a través de escaleras con túneles, puestos de observación y tiro. Existen también numerosas trincheras, lomas atrincheradas y una zona de descanso de tropas con una cueva y restos de edificaciones.
Por su parte, la trinchera de San Jorge, situada en el monte, en el cabezo detrás del cementerio, más en el interior, era controlada por las milicias de acción ciudadana y colaboradores locales. Su misión principal era el control de los caminos interiores, paso de mercancías y vigilancia de las personas huidas al monte. Ha sido restaurada recientemente.
La visita a estos lugares de interés histórico es gratuita. La Asociación la Burgolesa del municipio está impulsando la promoción y el acondicionamiento de estos enclaves, convertidos en reclamo turístico.
