El vehículo eléctrico avanza poco a poco en Aragón pero a un paso más lento de lo esperado, al igual que ocurre en el conjunto de España. Aunque está llamado a ser el gran protagonista de la transformación de la movilidad en la próxima década, la penetración de este tipo de automóviles sigue en niveles bajos y a gran distancia de los parámetros europeos. La gran asignatura pendiente radica en el despliegue de la infraestructura de recarga, que no se expande al ritmo necesario. La comunidad contaba al cierre de 2021 con 389 puntos de acceso público, lo que supone un incremento del 76% (168 más) respecto a los 221 que había un año antes, pero este crecimiento es tres veces inferior al deseado para acompasar el despegue del mercado.
Los datos vienen recogidos en el último Barómetro trimestral de la Electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, Anfac, que pone de relieve que España se mantiene en el pelotón de cola de Europa en la carrera hacia la movilidad sostenible.
El problema adicional es que el crecimiento de la infraestructura para abastecer de energía eléctrica a estos vehículos de batería se ha producido en niveles potencia asociados a carga lenta, de 22 kilovatios (kW) como mucho. Tan sólo el 13% de los puntos de acceso público en Aragón (el 12% en España) supera ese umbral, lo que implica que en el 87% de la red los tiempos de recarga son de tres horas como mínimo. Este es un punto crítico para el despliegue del vehículo electrificado para todos los usos frente a la percepción actual de que su utilización solo es idónea para zonas urbanas.
A pesar de ello, Aragón mantiene una tendencia positiva y no sale mal parada en el mapa nacional, donde ocupa una de las primeras posiciones en la clasificación autonómica de infraestructura de recarga global. En concreto, se sitúa en la quinto lugar con una puntuación de 10,8 puntos sobre 100, casi cinco más que a finales de 2020 (6,1), por detrás de Baleares (16,4), Cataluña (14), Castilla y León (13,1) y Navarra (12,5). La valoración de la media nacional es de 9 puntos (3,5 más) y la de la Unión Europea de 18,1 (4 más).
A pesar de que el crecimiento a nivel europeo es todavía lento, muestra un mayor nivel de desarrollo que el que alcanza España. Países que en 2020 registraban un comportamiento similar al de España, como pueden ser Italia o Portugal, logran impulsar su infraestructura con un aumento de 4,5 y 4,6 puntos, respectivamente, distanciándose cada vez más de España que se estanca en las últimas posiciones del ranking.
Lejos de los objetivos
Los 389 puntos de recarga con que cerró en 2021 Aragón y 13.411 del conjunto de España son menos de la mitad de los marcados como objetivo para ese año (28.240 a nivel estatal). La asociación fabricantes de automóviles Anfac considera que Aragón debería tener instalados como mínimo 8.480 en 2030 y un total de 340.000 en todo el Estado para abastecer de manera eficiente y suficiente a los cinco millones de vehículos electrificados marcados para el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), de los que 3,3 millones corresponden a turismos y vehículos comerciales.
A cierre de 2021, solamente, existían 52 puntos de recarga rápida (potencias superiores a 150 kW) en las carreteras y ciudades de Aragón y 109 en toda España. Este tipo infraestructura es fundamental para impulsar la entrada del vehículo electrificado y otorgar unos servicios de recarga en tiempos reducidos similares a los de un vehículo de combustión.
Esta deficiente red de cargadores no ayuda acelerar el cambio hacia un modelo de movilidad sostenible, más teniendo en cuenta la limitación de autonomía que tienen esta clase de vehículos en relación a los de combustión. Así pues, no se dan todavía las mejores condiciones para circular en coche eléctrico por la comunidad ni tan siquiera en el área metropolitana de Zaragoza, a pesar de que son los entornos urbanos para los que están más pensados los actuales modelos de cero emisiones que hay hoy en el mercado.
En cuanto a las ventas, los vehículos electrificados van conquistado poco a poco el mercado del automóvil, pero a día de hoy apenas hay matriculados en Aragón 1.203 coches enchufables sobre un parque automovilísico de 629.381 turismos. Aún así, las matriculaciones de este tipo de coches alcanzaron un nuevo hito el pasado mes de enero al representar más de un tercio del total de ventas en la comunidad, con 277 unidades comercializadas, lo que supone una cuota del 36%. Este porcentaje se sitúa muy por encima del diésel, que no llegó siquiera al centenar de matriculaciones (96) y una proporción del 12,4% sobre el conjunto del negocio.
España, en el pelotón de cola de la electrificación de Europa
España se distancia por debajo de los países de su entorno europeo en el indicador global de electromovilidad, que valora la penetración de estos vehículos y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público. En 2021 se logró un crecimiento de 8,9 puntos, alcanzando un total de 27,5 puntos sobre 100 en el Barómetro de Electromovilidad de Anfac. Este aumento queda muy lejos del experimentado en el conjunto de los países europeos, que crecen 21,9 puntos de media y cierran el año con una valoración en 61,2 puntos. Este valor de la media europea cierra el año muy cerca del cumplimento de los objetivos de desarrollo de la electromovilidad planteados para 2025 y abre la distancia respecto a España. De igual manera, este lento avance sitúa a España lejos del objetivo planteado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). A nivel autonómico, Madrid, Baleares y Cataluña se posicionan como referentes, mientras que Aragón se sitúa en el quinto peor puesto de la clasificación.
