"Dirigimos un mensaje a esas generaciones recientes, amenazadas por el paro, la desesperanza, la crisis económica, para que renueven ese entusiasmo por transformar la realidad, porque lo que no avanza, puede morir. Es fundamental la conciencia crítica, que permitió nacer y desarrollarse así esta tierra hermosa. Sí, entre todos, hay que levantar».
Con estas palabras culminó su discurso Eloy Fernández Clemente, fundador y director en dos etapas de Andalán, galardonada con el Premio Aragón 2022 en su 50 aniversario. Un claro llamamiento a los jóvenes que no conocieron la rasmia y la crítica de sus páginas en tiempos en los que hablar de libertad era luchar y no un eslogan político.
El fundador de la revista clave para la Transición en Aragón recogió el máximo galardón que otorga el Ejecutivo autonómico de manos de su presidente, Javier Lambán, y acompañado por un pequeño grupo de "aquel centón de hombres y algunas mujeres" que formaron la familia de Andalán.
Medio siglo después, reconoció Lambán, su aportación a la historia democrática de Aragón "no se puede pagar ni con esta medalla ni con nada". "Pusieron el primer peldaño hacia el Estatuto que se lograría diez años después".
Otro aragonés inmortal, José Antonio Labordeta, estuvo presente sin estar en el Patio de Santa Isabel de La Aljafería.
Estuvo en las palabras de su compañero y amigo, que trufó su discurso de alusiones al Canto a la libertad.
"Somos una comunidad en pie: como esos viejos árboles que, hasta el último día, caminaremos entonando un gran canto a la libertad, a la democracia, a la justicia", manifestó.
En una época marcada por "graves pandemias, guerras, desigualdad y pobreza", Fernández Clemente recordó que tenemos "la posibilidad de unirnos, superando en lo fundamental enfrentamientos, reconciliándonos con el pasado".
Pese a las dificultades de Aragón, que "ocupaba este territorio un vacío de colores desvaídos en el mapa, era polvo y niebla"; una tierra en la que "había que limpiar los caminos de siglos de destrozos", Fernández Clemente reconoce los avances de la autonomía.
"Una comunidad viva, con Cortes que legislan, Gobierno que gobierna, Justicia que defiende a los débiles, amparados por un Estatuto que ha ido mejorando. Este viejo país tiene su dignidad", defendió. Queda seguir luchando por ella.
