Luis Alberto Moreno es catedrático de la Universidad de Zaragoza y unos de los 6.000 científicos más citados e influyentes del mundo. Es experto en nutrición y obesidad infantil y coordina el grupo de investigación Genud (Growth, Exercise, Nutrition and Development) del campus aragonés.
¿La pandemia ha derivado en un aumento de la obesidad y el sobrepeso infantil?
En España no hay estudios científicos que digan que la pandemia ha aumentado la obesidad infantil o ha tenido este tipo de efectos. No hay nada que se pueda extrapolar y es difícil tener una idea. A nivel internacional hay alguna información, pero es contradictoria. Lógicamente los meses de confinamiento tendrán una influencia porque el estilo de vida que se llevó era sedentario y se alargó en el tiempo.
"Se puede comer sano con relativamente poco dinero"
¿Qué tipo de influencia?
Fueron meses donde hubo mucha televisión y mucha pantalla que con una alimentación que pudo verse afectada algo de repercusión tendría, pero no podemos decir que haya causado unos efectos de mayor obesidad en la población. Sí que pudo haber efectos negativos, pero si hacemos un seguimiento lo lógico es que cuando se vuelve a la normalidad, todo lo haga. Es de esperar que al recuperar la misma rutina, el estilo de vida del confinamiento haya cambiado por completo y no se haya quedado establecido.
"Lógicamente los meses de confinamiento tendrán una influencia porque el estilo de vida que se llevó era sedentario y se alargó en el tiempo"
¿Cuál es el escenario de la obesidad infantil en España?
Si se analiza con perspectiva, las cosas están mejorando. Lentamente, pero los datos invitan a pensar de forma optimista. El estudio Aladino sobre la frecuentación de la obesidad en España, de 2019, ya decía que entre los 7 y 10 años había una bajada de la frecuencia de sobrepeso. Ese es un dato objetivo. En general todo ha mejorado también porque las familias son más conscientes de la importancia de la alimentación saludable.
¿Es caro comer sano o se puede hacer sin necesidad de gastar mucho dinero?
Se puede comer sano con relativamente poco dinero. Ahora mismo estamos haciendo un estudio dentro de un proyecto de Cruz Roja Zaragoza con los supermercados DIA para demostrar que con poco se puede comer bien. Lo que hacemos es identificar alimentos y menús que tengan un precio moderado pero que sean sanos, de modo que se pueda comer bien. A las familias más desfavorecidas les aportamos una base para la compra y les enseñamos a alimentarse bien. Otra cosa es conseguir después que las familias cumplan lo que se les ha enseñado cuando se termine el proyecto y lo apliquen en su día a día.
"Si un fin de semana una familia se queda en casa en vez de ir al parque a caminar ya es una actitud que no ayuda"
La responsabilidad de cada uno juega un papel importante.
Sí, hay que insistir en esa vía de que se puede comer bien sin necesidad de hacer un gasto excesivo. De hecho, el próximo mes de octubre estaré en México en un congreso para discutir el coste de una dieta básica en países como Brasil, Argentina o España. Hay que evitar los alimentos con calorías y fomentar la actividad física. Cuantas más facilidades das a las familias, mejor.
Dado que el referente de los menores son sus familias, está claro que ellas juegan un papel importante.
Por supuesto. Las familias son un punto importante. Es decir, si un fin de semana una familia se queda en casa en vez de ir al parque a caminar ya es una actitud que no ayuda. Cada vez hay más tendencia a hacer cosas, es la realidad y está muy bien.
En Aragón tienen varias líneas abiertas de investigación sobre obesidad infantil. ¿Qué resultados están teniendo?
Los proyectos siguen vigentes y los resultados se van viendo progresivamente. Por un lado tenemos en marcha Melipop, que es un plan donde se analizan y se promueven los estilos de vida mediterráneos con cuestionarios y mediciones de composición corporal y condición física a los niños, junto con la recolección de muestras biológicas. Así, se trabaja con niños y con familias que siguen un patrón tradicional de alimentación y son activos, y se les facilita gratuitamente aceite de oliva virgen extra y actividades físicas dentro de esta iniciativa. Este proyecto parte del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón). Por otro lado y desde la Universidad de Zaragoza, hay en marcha un programa de intervención con niños donde se les ayuda a aprender las características para comer bien. Se está trabajando este curso con alumnos de dos colegios de Aragón donde se establecerán las pautas más fáciles para ellos y, después, se ampliará la investigación a más colegios.
En los colegios está la base de una buena educación alimentaria.
En los colegios se educa, pero como decía antes la familias juegan un papel muy importante. En los centros educativos los menús ya están muy adecuados y guardan una relación saludable. Es evidente que la concienciación que hay con la alimentación no es la misma que había hace unas décadas, así que todo suma
