El Periódico de Aragón

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BALANCE TURÍSTICO

La ocupación turística se queda a medio gas en Aragón en el puente de mayo

Algunas zonas del Pirineo y el_Matarraña llegan al 80% y en otras no se alcanza el 20%. La proximidad con la Semana Santa y la previsión de lluvias han jugado en contra

Concierto del grupo Estampa Baturra, en la plaza de Albarracín, este domingo con motivo de la fiesta de los Mayos.

La ocupación turística se ha quedado a medio gas durante el puente festivo del Primero de mayo en Aragón. En unas fechas ya sin la oferta de las estaciones de esquí y con el atractivo del primer baño en la playa, el turismo rural se ha quedado con una ocupación media del 60%, que ha llegado hasta el 80% en algunas localidades, pero que en amplias zonas de la comunidad apenas ha alcanzado el 20%.

La cercanía con los festivos de Semana Santa y las malas previsiones meteorológicas, señalaron desde Faratur, la asociación de turismo rural en Aragón, han jugado en contra de las reservas hoteleras y han mermado las de última hora, que suelen elevar los registros finales de ocupación.

"La cosa ha estado floja", resume Jesús Marco, presidente de Faratur. "En algunas zonas del Pirineo o del Matarraña se ha llegado al 80%, pero en muchos lugares las casas rurales han estado al 20%, lo que nos da una media de no más del 60% de ocupación en toda la comunidad", manifiesta Marco, en un balance inicial de los datos.

Además, la proximidad de la Semana Santa, celebrada hace apenas dos semanas, ha lastrado las habituales buenas cifras de este puente. "Los datos en este puente siempre son mejores cuando la Semana Santa cae más lejos", reconoció. Tampoco ayudaron "las malas previsiones meteorológicas" en Aragón.

En Aínsa constatan los datos. "Venimos de una Semana Santa muy movida y el puente ha sido más tranquilo, con alrededor del 50% de ocupación", señala su alcalde, Enrique Pueyo.

"Cuando no es festivo en Cataluña, a nosotros se nos nota bastante, y con el mal tiempo hubo varias cancelaciones de reservas de última hora", añadió.

El alcalde de Albarracín, Michel Villalta, también califica el puente como "flojo" en relación con años previos a la pandemia. Aunque los datos de estacionamientos de vehículos y visitas a la oficina de turismo señalan que entre 4.500 y 5.000 personas han estado en la localidad turolense este puente, la ocupación en los grandes hoteles "ha sido del 50%", mientras que los pequeños "han llenado todas sus habitaciones". La celebración de los Mayos atrajo a propios y visitantes, especialmente, en el espectáculo del sábado por la noche.

En la localidad de Valderrobres, el puente ha sido a nivel turístico "como un fin de semana con algo más de actividad de lo normal", según su alcalde, Carlos Boné.

El hecho de que ni la Comunidad Valenciana ni Cataluña tuvieran festivo este lunes, mermó la afluencia respecto a otras fechas. Aún así, confirmaron entre un "70 u 80% de ocupación".

Desde la Dirección General de Tráfico señalaron que la circulación fue fluida durante toda la jornada de la operación retorno, salvo por las afecciones de la tormenta de granizo en Teruel. Se preveían más de 400.000 desplazamientos en las carreteras aragonesas durante cuatro días. La operación especial de tráfico se saldó con un fallecido, un joven de 23 años, cuyo vehículo se salió de la carretera este domingo y cayó al canal de Monegros.

Un verano de buenas expectativas

Las localidades más turísticas de Aragón avistan un buen verano. En algunas de ellas, el primer trimestre del año 2022 ha dejado las mismas cifras que el ejercicio prepandemia, 2019, o incluso se han superado, como en el caso de Albarracín.

Su alcalde señaló que durante todo este ejercicio, los turistas han llegado a la localidad turolense "con normalidad, casi como antes de la pandemia", lo que hace tener "muy buenas expectativas".

"Esperamos que haya movimiento de turismo familiar y de interior, y ya estamos preparando las fiestas de septiembre con total normalidad", explicó.

También en Valderrobres las previsiones son "positivas", según su alcalde, aunque esperan poder aumentar el número de visitantes al castillo. "Hay mucha gente por la calle, pero menos gente compra la entrada para descubrirlo", constató.

En el caso de Aínsa, 2021 estuvo a punto de desbancar a 2019, con grandes registros de visitantes. Aun así, su alcalde, Enrique Pueyo, señala que está costando recuperar el turismo internacional. "A nosotros nos hace mucho daño que no se recuperen las visitas de los países del centro de Europa, que eran asiduos a Aínsa y, aunque ahora el turismo nacional vuelve a tirar del carro, en las cifras globales nos puede lastrar el internacional", reflexionó. 

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