El Periódico de Aragón

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Vigésimo aniversario de la Fundación Manuel Giménez Abad

Lambán pide no perdonar los crímenes "de lesa humanidad" de ETA

Emotivo homenaje en La Aljafería al político del Partido Popular asesinado en 2001 | Su fundación luce 20 años de pluralismo, tolerancia y prestigio internacional

Aspecto de una de las albercas del patio de Santa Isabel durante el discurso de Manuel Giménez Larraz. ÁNGEL DE CASTRO

La muerte de Manuel Giménez Abad, asesinado por los terroristas de ETA en la calle Cortes de Aragón cuando acudía a La Romareda a ver a su Real Zaragoza el 6 de mayo de 2001, sirvió al menos para que un año después naciera la fundación que lleva su nombre y ha sido capaz no solo de sostenerse en el tiempo sino de convertirse en un prestigioso foro de reflexión, debate e incluso encuentro entre las distintas fuerzas políticas, un hecho extraordinario.

ETA dejó de matar hace más de un decenio, pero en el acto celebrado este viernes en La Aljafería, que sirvió para conmemorar los 20 años que lleva la fundación en marcha, fueron muchos los que pidieron que no se olvide a las víctimas pero tampoco a los asesinos, aunque se haga desde la realidad de una sociedad civilizada, demócrata, igual, tolerante. Sobre todo plural, adjetivo que sirve para reunir a todos los partidos y mantener al político del PP en el recuerdo permanente de la sociedad aragonesa.

La fundación sigue un camino de rigor intelectual, debate y racionalidad en una comunidad que está forjada por "una voluntad de entendimiento, de diálogo y acuerdos que probablemente no exista en otras comunidades", dijo Manuel Giménez Larraz, que antes de llevarse el aplauso de la mañana en el patio de Santa Isabel recordó que, una vez más, «los aragoneses no hemos reblado», algo que probablemente no percibieron los terroristas, que con sus asesinatos lograron agrupar «a millones de ciudadanos en algo más importante que una ideología de izquierdas o de derechas».

La viuda del político, Ana Larraz, junto a Javier Lambán. | ÁNGEL DE CASTRO

"Las políticas no son nada sin el espíritu que las llena", recordó Giménez Larraz citando a su padre, cuya muerte no se ha olvidado porque el paso del tiempo se ha encontrado enfrente «a la voluntad de los ciudadanos de no renunciar a recordar», algo que han hecho, entre otras cosas, gracias a la fundación que fue capaz desde el primer día de dar «una respuesta cabal al terrorismo», como manifestó Josefa Ridaura, presidenta de la Asociación de Constitucionalistas de España, idea que abrochó el secretario general de la fundación, José Tudela al recordar que el éxito nunca es casual, «sino el resultado del esfuerzo de muchas personas».

En este caso, además, ha logrado «convertir el dolor de un asesinato en una fuerza de primer orden», afirmó el historiador Guillermo Fatás, que definió a la fundación como «una criatura de origen parlamentario», lo que le concede cierta autoridad.

Más prosaico y directo fue Javier Lambán en su intervención, en la que pidió que no prescriban «los crímenes de lesa humanidad cometidos por la banda terrorista ETA y prohibir el enaltecimiento a los miembros de la banda».

Lambán quiere "que se esclarezcan todos los crímenes de ETA, que no puedan ser nunca amnistiados ni perdonados, ni prescriban sus crímenes, y que solo reciban beneficios penitenciarios tras una colaboración fehaciente y efectiva"

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El presidente del Gobierno hizo suyas las recomendaciones de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que ha pedido que se esclarezcan todos los crímenes de ETA, que no puedan ser nunca amnistiados ni perdonados, ni prescriban sus crímenes» y que solo reciban beneficios penitenciarios tras "una colaboración fehaciente y efectiva" en el esclarecimiento de los crímenes que siguen sin resolverse.

Lambán recordó al dirigente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior cuando en 2011 ETA anunció que abandonaba las armas. "Fue el día más emocionante de su vida, lloró tras ver aliviado el sueño de un par de generaciones de españoles, pero nos decía que habían perdido la batalla de las armas, pero que intentarían ganar la batalla del relato» de que los asesinos habían sido artífices de la lucha por la liberación del País Vasco», frente a lo que Lambán ha dejado claro que esto «no será merecedor nunca de ningún tipo de respeto», tampoco «aquellos que, siendo de alguna forma sus herederos, siguen sin condenar a ETA y sus crímenes".

ANGEL DE CASTRO

Javier Lambán ha hecho hincapié en que Giménez Abad pensaba que las libertades son "un bien que hay que cuidar porque puede venirse abajo" y que "hablar de la fundación es hablar de Aragón, de prestigio, de democracia, de todo aquello que a los aragoneses nos resulta más querido y entrañable", dijo Lambán.

Por último, recordó al popular como un político "adornado de valores que ya eran importantes y que con el paso del tiempo han ido adquiriendo una mayor relevancia", manifestando que "estaba dotado de la virtud de la templanza" y, además, "era un hombre moderado, proclive al diálogo, profundamente demócrata y comprometido con Aragón".

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