El Periódico de Aragón

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Los observadores son «figuras clave» para denunciar el acoso escolar

La Asociación asociación aragonesa Pro salud mental organiza una jornada para implicar a las familias / «No hay fórmulas mágicas, pero hay que ir a la raíz», aseguran los especialistas

Martínez, Cortés, Planas y Tolosana, ayer, en la jornada sobre el acoso escolar, organizada por Asapme. | X

Cuando se da un caso de acoso escolar hay tres patas, el acosado, el acosador y el espectador y las tres figuras son «claves» para evitar una situación en la que el primero es el que más sufre. Así se ha puesto de manifiesto en la mesa redonda Acoso escolar, ¿qué podemos hacer desde casa?, organizada por la Asociación aragonesa Pro salud mental (Asapme) en Ibercaja Patio de la Infanta, en la que participaron este jueves Manuel Martínez, psicólogo de la asociación; Alejandra Cortés, catedrática de Educación; Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía; e Isabel Tolosana, responsable del Teléfono contra el acoso escolar del Gobierno de Aragón.

Los padres tienen que estar atentos a cualquier modificación de los hábitos habituales de los chicos y detectar «si nuestro hijo sufre, si padece cambios en el patrón del sueño o del estado anímico» porque puede víctima de caso. Pero hay que mostrarles que «la violencia nunca es el camino», reconoció Martínez; y eso es lo que deben enseñar los padres, sobre todo en el caso de que «nuestro hijo pueda ser causante de un abuso escolar», ya que en muchos casos repiten modelos y los padres deben ser «modelos de conducta y trabajar la no legitimación de la violencia». En este sentido, señaló las situaciones de acoso hay que «cortarlas desde el principio» y si es observador, «validar lo que está diciendo y nunca decir que son cosas de niños», señaló el psicólogo de Asapme.

También el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas destacó la figura del «espectador», aquellos que «son conscientes de que hay una situación de acoso pero se mantienen ajenos, ríen las gracias y no ayudan», dijo el especialista, quien señaló que hay que trabajar con «los tres sectores». La familia, insistió, debe «ser consciente en que el acoso cibernético, físico o psicológico» tiene una traslación también «en el rendimiento» que, según estudios, se contabiliza en un «retraso de cinco meses». La persona que lo sufre tiene conductas de tristeza y menos motivación, pero en el caso del acosador también «falla algo en su psique, en las relaciones familiares, en su autoestima», etc. Ahí la familia es clave cuando «difundimos una imagen que hace daño o cuando vemos que se aísla a otro. Hay que trabajar la empatía y la resiliencia».

Desde el Gobierno de Aragón se han puesto medidas para atajar el acoso, como el teléfono 900 100 456 para evitar casos de abusos, que puede activar «cualquier persona» y cuyo primer paso es la «protección» de la posible víctima», y después se recopila información sobre el posible acosador y los observadores para ver, en todos los casos «si la familia ha detectado» algún cambio, afirmó Isabel Tolosana.

El porcentaje en España, con un 17%, es cinco puntos menor que en la UE

La ministra de Educación, la aragonesa Pilar Alegría, reconoció ayer que para «prevenir y erradicar» el acoso escolar es necesaria una «intervención inmediata» de la comunidad educativa pero también en toda la sociedad. Alegría quiso lanzar un mensaje positivo porque «de entrada» los porcentajes en España son inferiores a los de la UE, ya que en el país, un 16,8% de los niños o jóvenes se sienten acosados, frente al 23% en Europa, señaló. Pero también reconoció que aunque se «hayan reducido las cifras, nos exige a la comunidad educativa y a su conjunto» tener en cuenta los protocolos, en los que se trabaja desde el Observatorio de la Convivencia, un programa recuperado tras 10 años «de parálisis» . Alegría hizo hincapié en que existe un teléfono las 24 horas, el 900018018 para atender a las «víctimas y sus familias». 

Alejandra Cortes, por su parte, quiso hacer hincapié en las redes sociales, un lugar donde «las familias pueden estar no tan atentas»; y también en la «educación no formal», afirmó la catedrática en Educación, porque, señaló que en muchos casos los acosadores «acaban mejorando en habilidades sociales cuando participan en ámbitos de educación no formal» como actividades deportivas, manualidades, etc, porque «ven como todas las personas aportamos e importamos»; de ahí, que afirmara que «no existen fórmulas mágicas, si no que hay que ir a la raíz, a que somos seres humanos». Ella propone el cambio de roles para ver «cómo te sientes» siendo víctima o cuando eres rechazado. En este sentido, habló del acoso, no solo físico, si no también el más «sutil o microacoso», como es el verbal, no incluir a alguien en un grupo de wasap o no jugar con él en el recreo o en el comedor; lugares en los que quienes cuidan a los pequeños «deberían estar formados, porque pasan muchas horas» en espacios de educación no formal como el comedor o las extraescolares.

La ministra Pilar Alegría pide un uso responsable de las redes

La jornada concluyó con la presencia de la aragonesa Pilar Alegría, ministra de Educación, quien hizo hincapié en que se debe trabajar de forma «conjunta» tanto la comunidad educativa como las familias y toda la sociedad para atajar un problema que últimamente se está trasladando a las redes. Para la ministra, la formación es clave pero también ofrecer «herramientas» y seguir trabajando en un «uso responsable» de las redes sociales» que es donde actualmente «más se detecta el ciberacoso». H

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