El Periódico de Aragón

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La evolución del mercado laboral

El mercado laboral: empleos más estables, parados más vulnerables

Los desempleados de larga duración superan los 22.600 en la comunidad

Varios desempleados buscan trabajo en una oficina del Inaem en Zaragoza.

Abril ha supuesto una bocanada de aire fresco al mercado laboral. Los empleos estables han repuntado como nunca antes y el mes pasado el 43% de los contratos fueron indefinidos. Los afortunados son cada vez más desde que entró en vigor la nueva reforma laboral. En concreto, 44.349 aragoneses en lo que va de año. Y la tendencia apunta al alza.

Los jóvenes y las mujeres, que se han visto castigados estos años por las embestidas de la crisis y la temporalidad, viven ahora con estupefacción lo que hace unos años parecía una quimera: un contrato indefinido.

La campaña de verano, además, augura un mayor dinamismo en la ocupación, aunque todo dependerá de la marcha de las empresas, que ven con preocupación la inestabilidad, los efectos de la guerra de Ucrania, la subida de precios y la crisis de suministros.

Pese a la recuperación económica, la atenuación de la pandemia y de la mejora del empleo muchos siguen aún sin un puesto de trabajo. La última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre del año refleja que hay 9.800 aragoneses mayores de 55 años sin empleo en la comunidad. Se trata del 15% de los 65.800 desempleados. Gran parte de ellos están en el olvido y solo aparecen en las cifras de parados. Además, son los que más sufren el castigo de los elevados precios de la luz y de los productos de primera necesidad, ya que con escasos ingresos apenas pueden hacer frente al día a día. Son supervivientes.

Desempleo estructural

En este grupo también figuran los 22.681 desempleados de larga duración, de los que prácticamente la mitad llevan tres años sin trabajo. También los casi 10.000 jóvenes menores de 30 años que están desocupados. Y cada vez más aquellos que trabajan pero que también se ven abocados a solicitar ayudas institucionales y de organizaciones no gubernamentales para ir tirando. Los bajos salarios y el alto coste de la vida les ha puesto en una situación más que delicada.

En definitiva, la radiografía del mercado laboral aragonés está marcada por los contrastes y la brecha que cada vez está más abierta entre los que pueden acceder a un empleo y los que ya disfrutan de un contrato indefinido, y aquellos que sueñan con encontrar un puesto que les permita vivir.

En 2021 se redujo el número de los parados en Aragón de forma significativa, aunque sigue habiendo una mayor incidencia de las tasas de desempleo entre las mujeres, los jóvenes, los parados de larga duración entre 50 y 64 años de edad y los inmigrantes.

Precisamente, el último informe sobre Desigualdad señala que uno de cada cinco aragoneses está en riesgo de pobreza, concretamente un 18,8% de la población de la comunidad. Pese a ello, la comunidad se sitúa como la tercera autonomía donde existe menores diferencias, según los datos del estudio que analiza datos de 2020 y de la primera mitad de 2021 mediante distintos indicadores.

El porcentaje de aragoneses en riesgo de pobreza muestra la brecha entre los hogares más vulnerables y los asalariados que han visto disparar el ahorro privado y ha empujado al alza el consumo.

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