Además de conocer las historias inspiradoras de cuatro mujeres que han logrado el éxito en el mundo de los negocios, las asistentes a esta segunda edición de eWoman pudieron disfrutar de una sesión de coaching a cargo del equipo de Cambyo. Usoa Arregui y Alfredo Julià fueron los encargados de dirigir esta actividad en la que ofrecieron algunas herramientas para poder alcanzar propósitos.

Algo fundamental para lograr las metas que nos proponemos es la confianza. «La confianza es un ingrediente esencial para la igualdad», aseguraron los coach. Estos compararon la confianza con un taburete de tres patas, que necesita de todas ellas para «mantenerse en equilibrio».

La primera de las patas es el quiero hacerlo, y es «la energía que transmitimos cuando realmente creemos en algo», dijo Arregui. La segunda de las patas es el sé hacerlo, y tiene que ver con la competencia, que hace que aumente o decaiga la confianza. «Para lograr algo puedo pedir ayuda o puedo aprender», señaló Julià. La tercera pata es hago lo que digo, en referencia a «ponerse en marcha con acciones concretas, con día y hora».

Aguerri con la banqueta de tres patas que usaron para el símil de la confianza. ANGEL DE CASTRO

Para que el taburete de la confianza se mantenga en pie también resulta importante que el suelo donde se coloque sea firme y estable, «no es lo mismo que sea de madera que de arena». Este suelo firme es, según los coach, el pensamiento positivo. «La confianza se puede reforzar con pensamiento positivo, que tiene que ver con enfocarse en lo que sí estamos consiguiendo, en lo que sí podemos conseguir, y desde ahí plantearnos que más queremos lograr», aseguró Arregui, que recordó que «si no tenemos esa disposición emocional, nos vamos a tambalear».

Distintos escenarios

Según el equipo de Cambyo, estos tres pasos se pueden aplicar en numerosos escenarios de la vida profesional: para negociar mejoras laborales, proponer cambios de roles, reinventarnos profesionalmente, obtener nuevos recursos, hacer contactos, proponer otras empresas colaboradoras, transformar el negocio o poner límites cuando algo no nos gusta.

A continuación, las asistentes pudieron poner en práctica algunos de estos aprendizajes. Surgieron dudas sobre cómo poner límites, sobre todo en mujeres con funciones directivas. «Poner límites es una forma de cuidar las relaciones», señaló Arregui, que recordó que a veces se confunde «empatía con simpatía». Una actividad bien valorada por las participantes en la jornada, que pudieron llevarse a casa un obsequio, una chapa con el lema Confyo.