PREGUNTA: La segunda edición de eWoman nos muestra ejemplos de mujeres que han alcanzado el éxito en diferentes ámbitos. ¿Cómo calificaría el papel de la mujer en la sociedad del siglo XXI?
RESPUESTA: El papel de la mujer ha evolucionado mucho en las últimas décadas, pero era tal la brecha que existía entre hombres y mujeres a todos los niveles que aún queda mucho trabajo por hacer. El mero hecho de la celebración de esta jornada es una muestra de ello. Es una excelente idea visibilizar y dar voz a mujeres que han alcanzado el éxito en nuestra sociedad, pero entre todos debemos conseguir que estas y otras tantas triunfadoras puedan mostrar sus logros en otros eventos en los que, desgraciadamente, el panel de ponentes está compuesto solo por hombres.
P. : En su opinión, ¿dónde resulta más preocupante esta brecha entre mujeres y hombres?
R.: La desigualdad está presente en todos los niveles. Ya es patente en las aulas escolares, donde se observa una división sexual en los itinerarios que luego van a definir las posibilidades laborales. La formación técnica, muy demandada en la actualidad por las empresas, sigue estando ocupada en su mayoría por los hombres. Aunque ha crecido el número de mujeres que se decantan por una titulación técnica, apenas superan el 35% de los estudiantes. Iniciativas como el Día de la mujer y la niña en la ciencia son fundamentales para afianzar y motivar a nuestras mujeres del futuro.
P.: Estas diferencias en la formación influyen en el acceso al mercado laboral.
R.: Efectivamente. El acceso a empleos dignos y de calidad es fundamental para garantizar la plena independencia y, por lo tanto, la plena libertad de la mujer. Pero no solo influye la formación. Las dificultades para que las mujeres accedan al mercado laboral o promocionen en sus puestos de trabajo se incrementan cuando son o quieren ser madres. La maternidad se pone en valor en los discursos, pero se penaliza en la realidad social. La revolución de la igualdad laboral y de la economía de los cuidados es, sin duda, el gran campo de batalla para lograr una total emancipación. No hablamos solo del cuidado de los hijos, sino también de las personas mayores. En definitiva, en cada etapa de su vida, la mujer se encuentra con barreras, muchas veces sociales, que le impiden promocionar.
P.: Usted está al frente de un departamento en el que el papel de la mujer es destacado.
R.: Así es. El liderazgo de la mujer ha sido y es fundamental en la lucha por los derechos sociales: en los servicios sociales, en entidades que trabajan por y para las personas con discapacidad, en las que luchan por los derechos de los consumidores, en la lucha por la igualdad en su más amplio sentido de la palabra, al frente de organizaciones que trabajan en la acogida de refugiados, en las que defienden los derechos de los colectivos LGTBI, etc.
P.: ¿Existe una fuerte feminización del empleo en los servicios sociales?
R.: Existe, pero en todos sus niveles. La pandemia del covid ha visibilizado la fuerza, el empuje y el valor de las mujeres que han estado al frente de la batalla en uno de los sectores más castigados, el de las residencias. Nunca podremos agradecer el trabajo que han llevado a cabo. E, insisto, en todos los niveles, desde las auxiliares de las residencias hasta sus directoras, las mujeres que están al frente de las patronales de las residencias, de los servicios sociales de las entidades locales... han luchado con todas sus fuerzas por garantizar el bienestar de nuestros mayores, de los más vulnerables, y con ello han demostrado su capacidad de liderazgo.
P.: ¿De qué forma está trabajando el Gobierno de Aragón para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres?
R.: Existe un compromiso firme del Gobierno de Aragón en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Y no solo desde el Instituto Aragonés de la Mujer que, por supuesto, es un elemento fundamental, hablamos de un eje de actuación transversal en el que está implicado todo el gobierno. Hemos trabajado y seguiremos haciéndolo en avanzar en políticas públicas que afiancen la corresponsabilidad entre las instituciones, las empresas privadas y las familias en materia de conciliación de la vida familiar y laboral.
P.: ¿En qué medidas concretas se traduce?
R.: El Gobierno de Aragón y también el de España, están apostando por el fortalecimiento de unos servicios públicos que permitan a la mujer su acceso al mercado laboral y el desarrollo de su carrera profesional. Hablamos, por ejemplo, del Plan Corresponsables, en el que se encuentran implicados tres de nuestros departamentos: el de Presidencia (Instituto Aragonés de la Mujer), Educación y Ciudadanía y Derechos Sociales. El objetivo de este plan es facilitar la conciliación de las familias con niñas y niños menores y ya ha beneficiado a miles de familias aragonesas por todo el territorio. Aragón contará para ello este año con 10,5 millones de euros procedentes del Ministerio de Igualdad.
Por otra parte se ha producido una ampliación exponencial del número de plazas escolares para niños de 3 años, avances en materia de igualdad salarial, la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, iguales e intransferibles, una firme apuesta por la elaboración de planes de igualdad en la administración, las empresas, los centros escolares, etc.
Además, nuestra apuesta decidida por la atención a los mayores dependientes ha motivado la creación de miles de puestos de trabajo para mujeres, sobre todo en el medio rural, y el servicio de ayuda a domicilio ha supuesto un alivio para aquellas que cuidan a sus familiares.