La avispa asiática (también llamada avispa asesina), Vespa velutina, vuelve a amenazar a la población y los animales con la llegada del calor. Esta especie exótica invasora, que llegó hace 12 años a España, se propagó en los primeros años a un ritmo alarmante. En Aragón, su presencia se detectó en 2016.

Son ya pocos los lugares de España totalmente libres de este insecto, cuya picadura llega a ser mortal. Aunque la presencia permanente se ciñe al norte de la península.

En el caso de Aragón, en este 2022, y según el portal avispaasiatica.org, la propagación no es tan brutal como lo está siendo en el resto del norte peninsular, que "sí está sufriendo la plaga de forma implacable".

Porque el clima de Aragón, con inviernos extremos y veranos asfixiantes, no les favorece.

Nidos y avistamientos en Aragón

Sin embargo, y según este mismo portal, en Huesca, este año se han ido retirando nidos de avispa asiática, "todos secundarios (los más llamativos y peligrosos)". También se detectaron avistamientos, sobre todo al noroeste de Huesca.

En Zaragoza se han retirado varios nidos secundarios pero, al igual que en Huesca, la situación en temporadas pasadas ha sido estable y controlada.

La provincia de Teruel aún no ha recibido la visita de la temida Vespa Velutina, al menos de forma oficial.

Tipos de avispas en España mapadeavispas

En España

El número de fallecimientos entre 2019 y 2021 ascendió a siete en España. En 2019 hubo tres muertes en nuestro país y en 2020, pese al confinamiento, otros tres. Galicia y Asturias suman el 100% de estos fallecimientos, pues no en vano son las autonomías más afectadas por esta plaga.

Todas estas muertes ocurrieron cuando estas personas, de forma involuntaria, se acercaron demasiado a los nidos de avispas asiáticas. Se trata de una especie muy territorial, que no duda en defender su nido en caso de verse atacada.

Se calcula que esta especie provoca hasta el 90% de todas las picaduras de avispa en las áreas en las que su presencia es mayor.

«Aproximadamente el 3% de la población sufre reacciones alérgicas generalizadas por el veneno de avispas y abejas, y la tasa de mortalidad anual se estima en un 0,08 por millón de habitantes, lo que significa que unas tres o cuatro personas podrían fallecer cada año por esta causa», explicaba recientemente la presidenta del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (SEAIC), Berta Ruiz.

Un nido de avispa asiática en Cantabria Shutterstock

Amenaza para las abejas

La avispa asesina constituye además una verdadera amenaza para las abejas, ya de por sí afectadas por otros enemigos, como los pesticidas o el cambio climático. De hecho, estas avispas destruyen colmenas enteras.

Según el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) “se estima que una sola avispa puede capturar entre 25 y 50 abejas por día. Aprovechan que su tamaño es mucho mayor para infundirles miedo y matarlas de un golpe de mandíbula. Separan las partes del cuerpo, las unen en una bola y las trasladan hasta el nido para alimentar a sus larvas. Una vez han desaparecido las obreras, entran en el panal y acaban con la miel”.

Además, esta entidad explica que “se expande rápidamente por España gracias a su gran capacidad de reproducción y de dispersión de nuevas fundadoras de colonias. Con una sola reina ya se desarrolla el nido, que podrá tener hasta 15.000 celdillas. Si consideramos que cada fundadora de un nuevo nido puede producir 500 nuevas reinas al año, se entiende que el aumento de sus poblaciones sea tan rápido”.

La Vespa velutina se expande por nuestro país a razón de 100 kilómetros al año, desde el norte hacia el Sur, según el portal avispasiatica.org. De momento, la frontera de su avanzadilla se situaría, según dicha web, en el extremo sur de Zamora y zonas aisladas de Extremadura. Sin embargo, hay numerosos avistamientos por parte de ciudadanos más allá de estas zonas.

Hace dos años, el Gobierno de las islas Baleares anunció que esta autonomía era el primer territorio de Europa en erradicar la avispa asesina, que pese a lo alejado de su zona de expansión, ya se había implantado en Mallorca. Sin embargo, avispasiatica.org cree que el 'Govern' balear “lanzó las campanas al vuelo” con demasiada premura y considera que habría que actuar con más “prudencia”.

Avispa asiática Shutterstock

“Prudencia, porque puede haber avispas asiáticas en Mallorca, ya sea en la Serra de Tramuntana o en otras zonas inaccesibles. Y prudencia por la experiencia que tenemos de otros territorios donde parecía controlada y repuntó rápidamente”, señalan.

¿Cómo es la avispa asesina?

La avispa asiática mide entre 17 y 32 milímetros de longitud, se caracteriza por tener el tórax completamente negro y los segmentos abdominales también negros con un ribete amarillo. Solo el cuarto segmento del abdomen es totalmente amarillo o anaranjado. La cabeza es negra con la cara amarilla o anaranjada, y las patas son de color marrones con los extremos amarillos.

Pueden construir nidos enormes, esféricos, con el agujero de entrada en el lateral, y en los que no se ven las celdillas por la parte inferior. Suelen localizarse en las zonas altas de los árboles (principalmente sobre alisos, castaños, nogales, manzanos, cerezos o eucaliptos), e incluso a veces en zonas protegidas de edificios, escaleras, graneros, etcétera.

Actualmente, hay en marcha varias investigaciones dirigidas a la lucha contra esta especie, algunas de ellas especialmente esperanzadoras, basadas en la lucha biológica. Pero mientras no existan sistemas efectivos, el trampeo y la neutralización de nidos son las únicas formas de control.

¿Qué hacer si nos pica?

Las picaduras son muy dolorosas, pero no más peligrosas que las de las avispas autóctonas. La mayoría de personas atacadas presentan síntomas locales, como dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona de penetración del veneno, que desaparecen en varios días.

Debe limpiarse la zona afectada con agua y jabón, y aplicarse hielo o agua fría. En los primeros momentos se puede intentar desnaturalizar los componentes del veneno usando calor en la picadura.

En las personas alérgicas, pueden aparecer síntomas como picor generalizado, subida de la temperatura corporal, bajada de la tensión arterial, problemas respiratorios, problemas cardiovasculares, síntomas nerviosos, edema de glotis, etcétera.

En los casos de picaduras múltiples, la inoculación de veneno puede ser muy elevada y provocar también síntomas generales, como lipotimia, cefalea intensa, fiebre etcétera. En estos casos, el daño causado puede ser importante, aunque no haya alergia previa.

Si después de un ataque se observan síntomas generales, sin perder la calma pero de forma urgente, hay que llamar al 112 o acudir a un centro médico para recibir el tratamiento adecuado, pues estos síntomas son muy graves, y pueden conducir a un shock anafiláctico.

¿Hasta dónde ha llegado realmente esta avispa en España?


Según el portal avispasiatica.org, que actualiza la información sobre la presencia de esta especie en España, la avispa asiática habrá colonizado en el año 2029 toda la Península, Ceuta, Melilla y Baleares. Solo Canarias quedaría al margen de esta invasión.


Ahora bien, los expertos están divididos sobre su verdadera expansión en la Península, porque mientras unos aseguran que toda ella está ya ocupada por este insecto, otros señalan que de momento se mantiene confinado en el norte, sin llegar posiblemente ni a Zamora ni a Madrid. Una cosa es que se vean ejemplares aislados en cualquier parte y en algún momento y otra es que haya colonias firmemente asentadas en todo el territorio.


Alfonso Balmori, biólogo de la Junta de Castilla y León, admite que hace unos años “la opinión general era que acabaría colonizando casi toda la Península”, pero esa idea se ha ido matizando. “Esta especie tiene unos constreñimientos climáticos bastante estrictos para conseguir ampliar su área de cría” respecto al mapa de distribución actual.


“Aunque, desde luego, hay ejemplares de la especie volando por buena parte de la Península, no llegan a instalarse por esas dificultades climáticas (especialmente las heladas invernales en la meseta norte y la sequía prolongada en la meseta sur)”, añade Balmori. “No creo que esta especie se pueda expandir en la Península mucho más de lo que ya lo ha hecho”, concluye.

…..

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es