Juan Manuel Morales Martín, que estuvo implicado en el asesinato y descuartizamiento de Vanesa Barrado, el conocido como crimen de Cadrete, ha sido hallado en buen estado de salud tras llevar varios días desaparecido, según informan fuentes de la investigación.
El nombre de Morales salió a relucir al ser hallado un cadáver en una chopera de la localidad zaragozana de Cuarte en 2012. Ha estado un tiempo en paradero desconocido, lo que ha motivado su búsqueda por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como de personas de su familia y entorno. Morales, de 51 años, fue visto el pasado miércoles y la Policía Nacional lo ha estado buscando.
Juan Manuel Morales se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza inicialmente por ayudar a su hermano Cristóbal, pareja y autor del hecho, a descuartizar el cadáver junto a su tercer hermano Miguel Ángel. Así lo consideraron los investigadores puesto que el hoy desaparecido se encontraba con la hija de 3 años de la víctima en una habitación cuando aquella noche del 28 de junio de 2012 Cristóbal Morales tuvo una discusión con Vanesa. Ella quería dejarle, iniciándose una violenta discusión en la que este hombre fue a la cocina, cogió un cuchillo y de forma inesperada para evitar cualquier defensa le seccionó el cuello causándole la muerte.
La sentencia, finalmente, consideró que él no se manchó las manos de sangre, sino que se benefició del dinero de las cuentas de la víctima. De ahí que fuera condenado a 15 meses de prisión al igual que su hermana Jessica a quien se le reprochó penalmente que acordara con Cristóbal apoderarse de los enseres personales de Vanesa Barrado, "no solo porque participó en la venta de las joyas propiedad de Vanesa sabiendo que estaba fallecida y se benefició de ello, sino porque se quedó para su uso personal el ordenador portátil, un colgante y dos sortijas".
El principal encausado, Cristóbal Morales, fue condenado a 24 años y medio de cárcel por asesinato, por estafa --sacar dinero con la tarjeta de la víctima-- y por hurto --robo de joyas--. Quien le ayudara a extraer de los cajeros y a tirar las bolsas de basura con el cuerpo desmembrado de la joven, Miguel Ángel Morales, cumplió 3 años por encubrimiento.
Hallazgo a 100 metros de casa
Dos agricultores hallaron en Cadrete los restos de Vanesa. Era martes. Las bolsas fueron halladas por dos hermanos que decidieron aprovechar el turno de riego que le correspondía a una chopera de otro propietario y de cuyas labores se encargan ellos. Los dos bultos se encontraban en un rincón del segundo bancal cercano al brazal de riego, a unos metros de las márgenes y sin nada que los ocultara. El plástico presentaba señales de lluvia --el sábado había caído sobre Cadrete--, lo que indica que las bolsas habían sido depositadas allí unos días antes, cuando menos. No obstante, hacía en torno a cinco meses que los agricultores no pasaban por la finca.
La primera reacción de los vecinos fue retirarlas al pensar que se trataba de dos bolsas con basura que alguien había tirado allí. Sin embargo, al cogerlas les llamó la atención el peso y la forma. Decidieron abrirlas: lo primero que vieron en una de ellas era el cabello pelirrojo de lo que resultó ser la cabeza de una mujer; la otra contenía una pierna. Llamaron a la Guardia Civil, que esa misma mañana se hizo cargo de las investigaciones.
Durante el registro de la vivienda, a 100 metros de la chopera, la Policía localizó varias muestras de sangre en el salón que revelaron el arrastre del cadáver hasta el baño. En la bañera sumergieron los restos en cal viva para borrar evidencias. En los días posteriores fueron sacándolos en bolsas de basura que depositaron en distintos lugares.
Durante meses los hermanos hicieron creer a la familia de Vanessa que esta los había abandonado para iniciar una nueva vida.
