Aragón quiere convencer al Comité Olímpico Español de que no es tan difícil lograr una candidatura conjunta con Cataluña en pie de igualdad y con un reparto equilibrado de pruebas, disciplinas y deportistas a competir. Se entiende como una última ofensiva del Ejecutivo que dirige Javier Lambán, que la envía a Madrid con el apoyo casi unánime de las fuerzas políticas, el tejido empresarial del sector de la nieve y el turismo y la masa social de los municipios pirenaicos, que se aferran a la mínima esperanza de que el sueño olímpico no se apague para ellos.
La propuesta comprende cuatro lotes diferentes, y en cada uno de ellos se plantea una opción A y una B con el reparto de pruebas y deportistas cuantificado para hacer constar de qué va esto del equilibrio entre ambas comunidades. Como ya adelantó el presidente aragonés, Javier Lambán, tiene la firme voluntad de que sea la Generalitat la que escoja primero en cada uno de esos apartados, de manera que no se vea como una propuesta interesada, sino como un proyecto técnico alejado de los intereses políticos.
Los cuatro lotes
Así, aparece un Lote 1 en el que incluye, como opción A, las 12 pruebas de esquí de fondo, que movería a 596 participantes; y las 11 del biatlón, con 424. Es decir, 23 pruebas y 1.020 deportistas. La opción B, sería la de acoger el esquí acrobático, con 13 pruebas y 544 participantes; y el snowboard, con 11 y 466 competidores. En total, 24 pruebas y 1.010 deportistas.
En lo que se ha denominado como Lote 2, plantea una primera opción para albergar las 2 pruebas de hockey sobre hielo que mueve a 822 participantes, y las 14 de patinaje de velocidad en pista larga que serían 14 pruebas y 330 deportistas. Es decir, 16 en total para mover a 1.152 competidores. La opción B incluiría el patinaje de velocidad en pista corta, con 9 pruebas y 224 participantes; el patinaje artístico, con 5 y 296 deportistas; y los 171 que moviliza el curling en 3 pruebas distintas. En total, 17 pruebas y 691 competidores. En este caso, ofrecería un número similar de pruebas pero el reparto de participantes es más ventajoso en la primera opción que en la segunda, asumible para Aragón en cualquier caso.
En el Lote 3 se incluye el nudo gordiano de la candidatura conjunta, el esquí alpino, y ofrece el reparto más equitativo de los cuatro. Así, plantea una primera opción para lo que serían las 5 pruebas y 306 participantes de las categorías femeninas, y una segunda con las 6 competiciones y 314 deportistas de la masculina y mixta.
Por último, la propuesta deja para el Lote 4 las disciplinas que se prevé incorporar a los Juegos Olímpicos de Invierno en 2026 pero que, por ahora, no están incluidas. Así, la opción A plantearía acoger el esquí de montaña, que movería a 96 deportistas en 5 pruebas, y la opción B, otras modalidades nuevas como el telemark o la escalada en hielo que también contempla atraer a 96 participantes en 5 pruebas. Esta es la estimación menos precisa, al ser todavía una decisión que le compete tomar al Comité Olímpico Internacional (COI), pero supondría que ambas comunidades, Cataluña y Aragón, asumieran el mismo riesgo a futuro.
En el momento más complicado
Todo es posible en esto de la candidatura española para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 pero la última propuesta aragonesa llega en el momento más complicado para darle encaje con las otras dos partes de la negociación. Por un lado el COE, o mejor dicho su presidente, Alejandro Blanco, ya no oculta su preferencia por ir con Cataluña en solitario, ya que la invitó a la visita del presidente del COI, Thomas Bach, a Madrid el pasado miércoles y no lo hizo con Aragón, que la excluyó y luego la acusó en la distancia de "mentir". Antes, la DGA le había acusado a él de ser un "comisario político" de Cataluña y le instó a dar "un paso atrás" en la negociación
Por el otro, la Generalitat, que ya ha tenido la oportunidad de explicar su proyecto en solitario a Bach y a los asesores del COI. Su consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, aseguraba este miércoles que su apuesta sin Aragón "tiene todas las garantías para ganar". Ahora tendrán que decidir si atienden la propuesta aragonesa, si la desechan o si, como hasta ahora, ni siquiera la tienen en cuenta.
