El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el presidente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón, Félix Longás, han apostado este miércoles por mejorar la comercialización y la innovación del sector agroalimentario para que la región sea "territorio granero y despensa".

En la Sala de la Corona de Aragón, han firmado una declaración institucional, junto con otras entidades, para impulsar el sector y fijar las prioridades de la agroalimentación aragonesa. "No es un programa cerrado de actuaciones, sino que denota un compromiso de todas las partes de colaborar juntos", ha dicho el presidente aragonés.

Según Lambán, el sector agroalimentario produce, aproximadamente, el 10 % del PIB regional y crea el 12 % del empleo, por lo que puede convertirse en "el puntal fundamental de la economía aragonesa", haciendo hincapié en que "es el sector fijador, por excelencia, de la población en el medio rural, es el promotor de la revitalización del Pirineo y una prioridad absoluta del Gobierno".

El presidente aragonés ha dicho que la comercialización ha mejorado en los últimos años, aunque todavía es necesario avanzar, de ahí la necesidad de encontrar soluciones relacionadas con la innovación y la I+D+i y "aprovechar todo el potencial productivo" y ha defendido la colaboración público-privada en esta materia.

Por su parte, Longás ha explicado que el sector agroindustrial ha trabajado "arduamente" y durante "mucho tiempo" en esta propuesta de Lambán para "relanzar la economía aragonesa", subrayando que este sector "es básico" por su capacidad para vertebrar el territorio. "Todos los que trabajamos alrededor del sector tenemos una incertidumbre muy grande", ha comentado Longás, en alusión a la carestía de las materias primas: "No sabemos cómo nos vamos a tener que enfrentar a este inquietante futuro", ha indicado, emplazando a "trabajar todos unidos".

Félix Longás ha lamentado que hay "cierto desequilibrio" para conseguir "la tan querida autonomía alimentaria", apuntando que falta más producción de trigo duro. "Cuanto más equilibrado tengamos el portafolio de productos, mejor".

Ha llamado la atención sobre la falta de rentabilidad de las explotaciones y ha observado que, a raíz de la guerra de Ucrania, la UE está reconsiderando algunos aspectos de la nueva PAC. Por último, ha dicho que todavía no se ha cuantificado el coste de la guerra de Ucrania y ha pronosticado que si dura mucho tiempo los precios continuarán subiendo.

Declaración

En su preámbulo, la declaración contempla preservar la situación del sector, "elevarla en la medida de lo posible a cotas superiores y adecuarla a las necesidades y demandas de la ciudadanía debe ser objeto de un compromiso económico, social y medioambiental".

Un compromiso, prosigue, "concordante con el patrón de prosperidad que el siglo XXI señala y vinculado a las estrategias europeas 'De la granja a la mesa' y 'Biodiversidad 2030' y a una de las dietas alimentarias más saludables del mundo: la Dieta Mediterránea".

La declaración consta de 15 puntos a través de los cuales se realiza una radiografía del sistema agroalimentario aragonés, en el que el complejo cárnico ocupa una posición de liderazgo, y en los que se señalan sus fortalezas, necesidades y objetivos, con los que se comprometen todos los firmantes.

Entre las primeras, el documento destaca la integración vertical, la cooperación y el asociacionismo, el potencial exportador de la industria alimentaria y la calidad de las producciones, entre otras.

Garantizar el abastecimiento de materias primas en situaciones de perturbación de mercados como la actual guerra en Ucrania; continuar con el proceso transformador que lleve a la comunidad de una economía de producciones primarias a una economía de valor añadido; impulsar la innovación a través de la investigación, la transferencia de conocimiento y la digitalización; desarrollar estrategias de márquetin y comunicación y facilitar elecciones libres y bien informadas a los consumidores, son algunos de los objetivos prioritarios rubricados esta misma mañana.

En cualquier caso, la declaración del sector hace hincapié en dos cuestiones fundamentales: la economía circular y la explotación familiar. Sobre la primera afirma que la reutilización de subproductos ganaderos como abono "constituye una oportunidad singular para reducir emisiones contaminantes, minimizar el empleo de fertilizantes de síntesis química y mejorar la economía de las explotaciones agrarias".

La agricultura familiar y profesional, por su parte, debe ser la principal beneficiaria del desarrollo agroalimentario, puesto que está en la base del mismo y es el modelo productivo al que están asociados los valores sociales y culturales que más y mejor reconoce la propia ciudadanía y de los que depende en gran medida la vida en el medio rural.