Aragón se encamina a una ola de calor que empezará el domingo que viene pero que puede quedar atenuada por el efecto del cierzo que, en principio, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, soplará a lo largo del episodio de temperaturas elevadas. Este factor puede hacer que el noreste de la península no se vea tan afectada como el centro y el sur de España.
«La temperatura irá subiendo poco a poco hasta el fin de semana y el domingo se pueden alcanzar los 40 grados en el valle del Ebro», certifica Rafael Requena, responsable de Aemet en la comunidad. «Lo que ocurre es que aquí se instalará un pequeña cuña anticiclónica que va a permitir, creo, que la ola de calor que se avecina no sea brutal», señala el experto meteorólogo.
De no ser por esa cuña anticiclónica, que llega aparejada con viento del norte, «todo podría ser peor», explica. De todas formas, advierte Requena, la ola está prevista entre los días 12 y 15, por lo que las predicciones pueden variar de aquí a entonces.
El responsable de Aemet indica que en el episodio de calor extremo que se está fraguando se dan todos los criterios que caracterizan una ola de temperaturas extremas, por su duración, por su impacto en el porcentaje de estaciones que lo registran y por alcanzarse valores propios de los meses centrales del verano.
Salvífico viento del nororeste
Aragón, con todo, puede vivir una ola de calor atenuada, siempre y cuando el cierzo haga su aparición, como se prevé en las predicciones meteorológicas. «Solo se puede anticipar que de aquí al fin de semana nos meteremos en un episodio de temperaturas altas en cuanto cese el débil cierzo que sopla ahora y se pueden rozar ya los 40 grados en el valle del Ebro», afirma Requena. «Solo un poco de cierzo mitigará bastante el calor, no hace falta que sople con fuerza», señala. Si es así, el viento del noroeste «salvará» al valle del Ebro de verse convertido en un auténtico horno.
Algo así sucedió en mayo, cuando el efecto refrescante del cierzo se dejó sentir e impidió que los termómetros se dispararan por encima de los 39 grados en Zaragoza y su entorno, aunque se estuvo «a punto» de que así fuera.
En el conjunto de España, la primera ola de calor de este verano comenzará mañana y dejará, hasta el próximo martes, temperaturas muy altas, con 35-38 grados en amplias zonas de la península y las Baleares y 40 grados en los valles del Guadalquivir, Guadiana, Tajo y Ebro, e incluso localmente 42 grados.
Rubén del Campo, portavoz de la Agencia de Meteorología (Aemet), ha señalado que estamos «a las puertas de un episodio de calor muy intenso» y que, en caso de confirmarse, sería «uno de las más tempranos desde que se tienen registros». El más adelantado hasta la fecha comenzó el 11 de junio de 1981, un año que fue, asimismo, extremadamente cálido en toda la Península.
