El Periódico de Aragón

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SERVICIOS SOCIALES

La calidad de los servicios sociales en Aragón retrocede hasta niveles de 2017

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales aprueba por la mínima a Aragón en su Índice DEC 2021. Los expertos denuncian que la Aragón es una de las comunidades con "derechos de papel"

Oficinas del Instituto Aragonés de Servicios Sociales en la plaza del Pilar de Zaragoza. ANGEL DE CASTRO

Aragón aprueba por los pelos en materia de servicios sociales, aquellos pensados para las personas más vulnerables. Tanto es así que su evaluación general (5,18) en 2021 no solo es casi medio punto inferior respecto al año anterior, sino que retrocede hasta niveles de hace cinco años (5,20 en 2017). Si nos fijamos en la evolución a 10 años, la situación no es más halagüeña: en dos de los tres epígrafes que lo articulan, el avance es prácticamente imperceptible o incluso da muestras de un retroceso.

Estas son las conclusiones generales que se desprenden del Índice DEC elaborado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales en el conjunto de España, que sitúa a Aragón en el octavo puesto en la clasificación de las comunidades autónomas en cuanto al desarrollo de su Sistema Público de Servicios Sociales.

La fotografía del pasado ejercicio muestra las costuras en una de las facetas clave: la eficiencia del sistema. Tanto es así que se rompió la evolución positiva de los últimos años a la hora de equilibrar derechos reconocidos por ley y la cobertura efectiva, de manera que Aragón fue una de las cuatro comunidades con "derechos de papel". En otras palabras, una persona tiene derecho a recibir una prestación o servicio pero, en la práctica, no lo recibe.

Entre las carencias más notables que señala el informe está la intensidad del servicio de ayuda a domicilio, con una media de 10 horas al mes, casi 8 menos que la media estatal; o la cobertura de centros de día para personas mayores, más de tres décimas por debajo de la media española.

"Las inversiones en Servicios Sociales en Aragón se están haciendo sin planificar. ¿Sería concebible que en Educación o Sanidad se hiciera así? En 2020 representó el 1,73% del PIB"

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"En estos momentos, las inversiones se están haciendo sin planificación al haber caducado el anterior plan estratégico", explica a este diario Gustavo García, coordinador de este informe. No es algo menor. Aragón aumentó el gasto efectivo en Servicios Sociales un 8,5% durante el año 2020 (el que evalúa el documento al ser el gasto real y definitivo) y representó un 1,73% del PIB aragonés, un 0,25% más que en 2019. "No es una cantidad residual ¿Sería concebible que en Educación o Sanidad se estuviera invirtiendo sin planificar?", se pregunta García.

Con todo, este experto contextualiza el mayor peso sobre el PIB en la lógica de la pandemia donde, por un lado, creció el gasto que se dedicó a esta partida y, por otro, el PIB general se desplomó. Sin embargo, el dinero tuvo un destino muy marcado: "Ese incremento fue para cubrir contingencias, como sustituir personal, adquirir epis, etc. Hay que recordar cuál era la situación de las residencias en 2020. Ese mayor gasto no supuso un incremento en las prestaciones o de servicios".

A la hora de sacar conclusiones sobre las cifras del curso pasado, este experto se muestra cauto: "No hablaría de deterioro de los servicios sociales, sino de parón. Fue un año excepcional por el covid; veremos qué pasa en los siguientes".

Un balance de 10 años

Este año se cumplen 10 años desde que la asociación publicara por primera vez este informe como forma de denunciar los recortes del ejecutivo nacional que, poco después, tendrían su réplica en el ámbito regional en el caso de Aragón, explica García.

"El análisis de esta década es frustrante, si hablamos de Aragón, porque está en terreno de nadie después de ser pioneros en muchas materias en los años 80 y desarrollando un modelo que copió toda España", recuerda García. Según defiende, el sector todavía arrastra la pérdida de recursos que sufrió durante la crisis de 2008. "Destrozar es fácil, construir es más difícil", sintetiza.

Hay dos apartados en los que Aragón ha pinchado de manera rotunda en este tiempo, aunque con diferente naturaleza. El primero es el capítulo de gasto que, aunque los datos del año pasado mejoraron levemente a los de 2020, todavía sigue lejos de 2012 en casi un punto menos. Con todo, en esta última revisión el aprobado ha sido por los pelos.

El segundo es el de la cobertura efectiva. En estos 10 años, la comunidad jamás ha aprobado este epígrafe y solo un año (2020) estuvo cerca de aprobar. El retroceso de este 2021 ha sido palpable hasta retroceder a poco más del 4, solo unas décimas por encima de lo conseguido en 2012. El promedio de horas de ayuda a domicilio para mayores de 65 años, el porcentaje de plazas públicas en centros de día, los acogimientos a menores o las plazas de residencia para personas con discapacidad son el mayor debe.

"Noto cierta fatiga, como si estuviera todo hecho", expresa García. A su juicio, uno de los males es la excesiva y farragosa burocracia durante los procedimientos, de manera que, aunque aumenten la ratio de profesionales, éstos no se aprovechan en las labores de acompañamiento. "Parece que somos oficinas de checking para comprobar si alguien es lo suficientemente pobre como para percibir una ayuda", sostiene. A cambio, el experto esboza el resto de ingredientes para mejorar esta realidad: "Planificar el sector, invertir más dinero y apostar por la innovación".

¿A mayor gasto, mejor servicio?

El informe DEC de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales afirma que el éxito en el desarrollo de los servicios sociales no solo se relaciona con el mayor o menor esfuerzo económico de las administraciones.

Aragón tampoco sale bien parada en la ratio cobertura/gasto, hasta el punto de ser una de las comunidades (la novena) más ineficientes con una puntuación de 0,78 sobre 2,5. Según datos del informe, las administraciones públicas aragonesas, ya sean locales o autonómica, invirtieron en 2020 458 euros por habitante, 35’8 euros más que el año anterior). Este dato es ligeramente superior a la media nacional, con 446,93 euros por persona.

Los expertos señalan que no hay una "fórmula magistral universal" de la eficiencia, pero ésta pasa por la descentralización hacia lo local a través de una correcta vertebración, el diálogo permanente entre administraciones y una simplificación de la burocracia.  

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