La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) ha reconocido este lunes, día de Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal, patrona de la provincia y de la propia institución, a las sucesivas corporaciones que se han relevado en el periodo democrático y a la labor que han desarrollado en los municipios zaragozanos con vocación de progreso y servicio a la ciudadanía durante casi cinco decenios en los que ha lucido sus 293 pueblos y 271 kilómetros cuadrados, más que lo que tienen 46 provincias de España, más que ocho comunidades, más que 30 Estados de la ONU.

En una ceremonia solemne en el salón de plenos de la institución en Zaragoza, el actual presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, ha entregado la máxima distinción de la diputación, la Medalla de Santa Isabel, a los doce expresidentes que ha tenido la institución durante la Transición y la etapa democrática, once hombres (cuatro de ellos a título póstumo) y una mujer.

Una jornada "cargada de simbolismo", según Sánchez Quero, que cumple el acuerdo adoptado por todos los grupos de la institución, salvo Vox, que se abstuvo, en el pleno del pasado 8 de junio y en la que primero se han entregado los galardones a familiares de los cuatro presidentes ya fallecidos: Gaspar Castellano y de Gastón, Alfredo Collados, Fernando Peligero y Florencio Repollés.

Después la han recogido, de manos del actual presidente, Hipólito Gómez de las Roces, María Pilar Salvo, Carlos Alegre, José Marco, Pascual Marco, José Ignacio Senao, Javier Lambán y Luis María Beamonte.

Con estas medallas, la DPZ quiere reconocer a las sucesivas corporaciones, los presidentes y diputados de cada una de ellas, así como a sus trabajadores, ha destacado Sánchez Quero, quien ha recordado también el papel de los alcaldes y concejales de la provincia y ensalzado el papel de todos ellos por intentar mejorar la calidad de vida en los municipios pese a los problemas de la despoblación y del envejecimiento.

Este año se cumplen también 40 años del Estatuto de Autonomía de Aragón, por lo que el socialista ha recordado el papel de la DPZ en la preautonomía y los vínculos existentes entre la institución provincial y la DGA en sus inicios, dado que el primer presidente de esta última, Juan Antonio Bolea Foradada, instaló su oficina en las dependencias de la DPZ, que cedió también la Real Casa de la Misericordia (el Edificio Pignatelli) al Gobierno de Aragón.

Una estrecha conexión que se da también entre sus gentes, ha dicho, ya que cuatro presidentes de la DPZ lo han sido después del Gobierno de Aragón: Hipólito Gómez de las Roces, Gaspar Castellano y de Gastón, José Marco y Javier Lambán.

Sánchez Quero, junto a Pascual Marco, José Marco y María Pilar Salvo, la única mujer que ha sido presidenta de la DPZ, aunque lo fue en funciones entre el 25 de mayo y el 5 de junio de 1983. ÁNGEL DE CASTRO

Sánchez Quero, quien ha resaltado que en estos años una única mujer ha estado al frente de la DPZ, aunque la presencia femenina ha aumentado entre los alcaldes, ha instado a dar valor a la política desde la ética y la eficacia y a devolverle "su más alto valor desde las instituciones públicas".

En nombre de los expresidentes han tomado previamente la palabra José Ignacio Senao y José Marco. El popular ha alabado la importancia de la DPZ, que "marca a quien esté en ella de forma imborrable, incluso a sus detractores", ha dicho, y cuyo futuro pasa por seguir pensando en el bienestar de la ciudadanía "sin sesgo político" porque las obras y necesidades de los municipios "no son de izquierdas ni de derechas" sino necesarias para sus moradores. También ha resaltado que la DPZ es "punto de encuentro de los municipios" zaragozanos y que la capital tampoco sería lo que es sin los pueblos pequeños.

El socialista Marco, por su parte, ha recordado que la DPZ ha caminado con la democracia desde 1976 y algunos de los hitos de estos casi 40 años, como la compra del Palacio de Sástago y el edificio de la Plaza España de Zaragoza, la escuela de verano de Veruela, las Cinco Villas, la fiesta del corpus de Daroca, la Uned de Calatayud o los 80 años que cumplirá el próximo la Institución Fernando el Católico, presente hoy en 60 países y con más de 4.000 ejemplares editados.

No obstante, ha apuntado que "no todo se ha hecho bien", con menciones en este capítulo a los olvidos que el propio Marco se ha achacado con Cervantes e incluso con Goya, quienes merecían haber tenido más relevancia por parte de la institución.