El Partido Popular no elegirá a su candidato a la Presidencia del Gobierno de Aragón hasta 2023. Pese al favorable viento de cola que acompaña a la formación conservadora y el impulso del histórico resultado electoral en Andalucía, el partido no desvelará la principal incógnita del próximo proceso electoral hasta dentro de seis meses.
Así lo anunció el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que puso pone la vista en 2023 para «despejar la incógnita» de quiénes serán los candidatos de la formación conservadora al Pignatelli y a la alcaldía de Zaragoza.
El peso de la decisión recaerá en el líder del PP de Aragón, Jorge Azcón, alcalde de la capital aragonesa, que ayer volvió a vestirse a un tiempo el traje de regidor y el de líder de la oposición sin dejar pistas sobre cuál será su destino final.
En su visita a Zaragoza, el político gallego tampoco quiso señalar un camino específico para Azcón, sobre quien se posan todas las miradas –dentro y fuera del partido– para saber si tratará de revalidar su puesto como alcalde o si le disputará la presidencia al socialista Javier Lambán.
Alberto Núñez Feijóo toma en este sentido, como en muchas otras cosas, el camino contrario a su predecesor, Pablo Casado. Mientras este hablaba en público y en privado de que Azcón sería «el próximo presidente de Aragón», poniendo en aprietos al equipo que acompaña al alcalde, Feijóo opta por desembarazarse de esa decisión.
«Hablando de energía –dijo desde la planta de Nurel, en el polígono Malpica–, Jorge Azcón es un político que tiene una enorme capacidad energética electoral instalada y, por tanto, no tengo dudas de que no solo es un alcalde referente de Zaragoza, sino en el municipalismo español, a quien escuchan el resto de alcaldes. Eso es un activo para Zaragoza y toda la comunidad», empezó Feijóo, antes de marcar los plazos que esperaban todos en el partido como agua de mayo.
«Debe ser Aragón el que señale y seleccione y proponga definitivamente a sus candidatos principales y, después, tendremos una reflexión conjunta con el PP nacional. A la vuelta del verano empezaremos la reflexión y en el primer trimestre del año tendremos despejada la incógnita», estableció Feijóo. «Es un gran activo a nivel autonómico y de los alcaldes más importantes de España. Veremos con estos componentes cuál es la propuesta», se limitó a decir en su primera intervención, por la mañana, ante la pregunta del millón de los periodistas.
Por la tarde, en el acto con la militancia celebrado en el hotel Reina Petronila de Zaragoza tampoco fue más preciso, y tanto el propio Feijóo como el candidato sin destino –por ahora– Azcón hablaron de gestión en Zaragoza y como oposición al Gobierno autonómico.
Un fifty-fifty meditado para mantener esa ambigüedad hasta que toque revelar la incógnita. «Jorge Azcón es un apasionado de la ciudad de Zaragoza, el mejor anfitrión. Pero me he dado cuenta de que también lo es de la comunidad de Aragón y eso es muy importante», dijo el gallego.
Azcón, precedido por el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, en el uso de la palabra, sacó pecho de las políticas sociales y de medio ambiente desplegadas en la ciudad de Zaragoza. «Le hemos dado la vuelta a 16 años de gobiernos de izquierdas», recalcó el alcalde, que aseguró que «nadie había invertido tanto en políticas sociales» y que «ninguna otra ciudad tiene un proyecto como el bosque de los zaragozanos».
Para el presidente del PP en Aragón, el «cambio de ciclo» ya es una realidad. «Hemos conseguido no visibilizar un cambio de ciclo, sino un vuelco histórico, un cambio sociológico. Si hemos conseguido darle la vuelta a Zaragoza y a Andalucía, ahora toca darle la vuelta a Aragón», aseguró, con la incógnita del candidato que pesará aún unos meses más.
Azcón aprovechó para hacer oposición. Criticó la gestión de Lambán en los Juegos de Invierno, en la pandemia, en el transporte por bus y por tren y, sobre todo, en Sanidad, tirando del dato del recorte presupuestario del 4% y obviando el anuncio del presidente del aumento en 100 millones.
El presidente del PP aragonés alertó de la «falta de coherencia» del socialista y le acusó de ser «lo mismo» que Pedro Sánchez. «Dar la imagen de que eres el mayor de los antiindependentistas cuando tu partido depende de los independentistas es tener la cara muy dura», criticó Azcón, provocando los aplausos de los suyos.
El zaragozano le pasó la palabra al gallego con un vaticinio: «En 100 días ha cambiado el signo del partido y en año y medio cambiará el signo de España». Es lo que quiere Feijóo, que desde Zaragoza lanzó las propuestas que el PP planteará a Sánchez en materia energética en el debate del estado de la nación: menos impuestos, más vida para las centrales nucleares y una apuesta clara por el hidrógeno y el biogás.
Quiere Feijóo mostrarse como un líder de Estado, pero llegó a decir ayer que el PP es «lamentablemente el único partido constitucionalista de España». Un partido «con experiencia de gestión, con cuadros, con raíces» que aspira a ser la «alternativa».
Tras una «crisis existencial», reconoció, les ha llegado el momento de «decidir y gobernar». Frente a un Gobierno «dividido en cada asunto importante», señaló, «España nos está esperando». De nuevo, el PP se posiciona como la respuesta ante la crisis económica que viene: «No nos vamos a quedar impasibles mientras siguen hundiendo nuestra economía», añadió el líder gallego que, tras Zaragoza, dijo, irá a pasar el fin de semana a Ermua. Un recuerdo a Miguel Ángel Blanco que llenó de aplausos y manos en alto un público entregado con su nuevo presidente.
