El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

EL INCENDIO DE ATECA SE RECRUDECE

Un camionero salva su finca en Moros regando contra las llamas

Ovidio Braga batalló contra las lenguas de fuego para evitar que su terreno ardiera. A las 4 de la mañana, gracias a un cambio de dirección del viento y a la colaboración de los bomberos y la UME, la finca volvió a nacer

La finca de Ovidio Braga, junto al terreno calcinado del que solo se salva su parcela. Jaime Galindo.

Habría quien aseguraría que fue un milagro. Sin intervención divina, al menos. La imagen es casi increíble: los cuatro costados de una finca rústica totalmente calcinados. Negro tizón, con las ascuas aún candentes. Y en medio, resplandeciente: una piscina, una cama elástica, un chalecito y un huerto con sus tomates aún verdes. Todo ello intacto. La finca de Ovidio Braga, un camionero rumano que vive desde hace 22 años en Ateca, ha sobrevivido ilesa a las llamas que devoran a su paso buena parte de Moros.

Hasta las cuatro de la madrugada estuvo batallando este atecano de adopción contra "unas llamas de tres o cuatro metros" equipado con su sistema de riego por bombeo. Las lenguas de fuego bajaba por la ladera hacia la carretera que conecta Moros con Ateca. En un terraplén está la finca, y Braga decidió combatirla de manera frontal. Cuando el viento desvío la ola de fuego hacia los costados, la UME y los bomberos de la DPZ y el Ayuntamiento de Zaragoza llegaron justo a tiempo para detener el avance. Por fin, cuando ya eran las cuatro de la mañana, la dirección del viento cambió. El terreno estaba salvado.

No se explica muy bien la gesta ni el propio Ovidio, poco amigo de echarse fotos. "Conseguí salvar a los perros, que era lo que me importaba. Y a la casa pues le fue justo, muy, muy justo", comentaba el camionero. Igual de cerca le fue a la granja de pollos que se sitúa sobre la loma de la colina. La nave se logró salvar, no así un vehículo que quedó reducido a chatarra.

Una furgoneta calcinada junto a una granja de pollos, en la carrtera que une Moros con Ateca. Jaime Galindo.

Arde una nave hortofrutícola en Moros

Además, buena parte de una nave frutícola ardió en la tarde del martes en el término municipal de Moros. El temor se extendió hasta el almacén de Navifrut, ubicada en la carretera que une Ateca con Castejón de Armas. Allí, delante de miles de cajas de madera y palés, Lucas Vicén trataba de humedecer la zona con un primitivo dispersor. "Como salte una chispa se me prende todo", advertía, atacado por los nervios.

Ayer, los trabajadores fueron desalojados. "Vino la Guardia Civil y nos dijeron que ya no podían responder por nadie", relataba Alberto García, que dormir, lo que es dormir, no ha podido hacerlo esta noche. "Todo el rato dando vueltas por Ateca, viendo hacia donde avanzaban las llamas", decía, con una mueca en la cara. Allí, el ayuntamiento advirtió en un bando de que la evacuación podía ser inmediata, en cualquier momento. De momento, no se ha procedido al desalojo, aunque a lo largo del día de hoy podría darse en este municipio y en Villarroya de la Sierra, Cetina, Torrijo y Embid de la Ribera. Parecida fue la noche que vivió Lourdes Torres, también vecina de Ateca. Ella misma preguntaba que cómo iba el incendio, que si se sabía algo. "¿A peor? Yo solo espero que esto se termine ya..."

A Alberto López, apicultor, el fuego le ha destruido cerca de 60 colmenas junto al cementerio de Ateca. Pero pudo ser peor. "Si no llegan a apagar el foco de la sierra de Armantes, con todos los pinos, el fuego pasa Calatayud... pero seguro", decía López mientras un hidroavión descargaba tres veces en treinta minutos sobre el yacimiento de Alcocer.

Compartir el artículo

stats