Sin prisa pero sin pausa, aunque sí con retraso, el plan local de comercio de Zaragoza avanza con el objetivo de transformar los ejes comerciales de la ciudad para hacerlos más atractivos y potenciar el consumo en las tiendas de los barrios de la capital aragonesa. La calle Delicias y el Casco Histórico de la ciudad van a servir como prueba piloto de este proceso transformador y ambos entornos contarán este año con novedosos sistemas que, entre otras cuestiones, permitirán medir los aforos y los flujos de ciudadanos, el ruido o la calidad del aire dentro de los locales.

Esas tres cuestiones son las patas del proceso de digitalización del comercio local que impulsa el área de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza. El proyecto supondrá una inversión de 450.000 euros y, según recalcó ayer la concejala responsable de esta iniciativa, Carmen Herrarte, el objetivo es probar cómo funcionan estos sistemas y si sirven para mejorar los ingresos de los tenderos y la experiencia de los compradores. Si el resultado es positivo, se extenderán a los 12 paseos comerciales que plantea el plan local de comercio.

Con respecto a la medición de flujos de gente, se plantea utilizar un sistema que permita mejorar la seguridad de las zonas de tiendas de los barrios y también que permita cuantificar la cantidad de gente que pasa por las calles, lo que servirá para determinar si las medidas que se están llevando a cabo consiguen atraer a más público.

No obstante, no está fijado cómo se medirán los aforos ni se controlará que no haya tumultos, puesto que el proyecto saldrá a licitación próximamente y será una empresa externa la que se encargue de diseñar el sistema que considere más propicio. Será una realidad después de septiembre.

Por otro lado, se instalarán medidores de aire en el interior de los locales para «mejorar la experiencia de los ciudadanos en sus compras en los comercios», explican desde el área de Economía.

Por último, se instalarán sonómetros para controlar que el ruido no sea excesivo o para tomar medidas en caso de que los decibelios suban demasiado.

Todo este proceso de digitalización se pondrá en marcha a la vez que los cambios estéticos que se van a realizar tanto en la calle Delicias como en el Casco Histórico. En ambas zonas y próximamente se pintará el suelo, se instalará nuevo mobiliario diseñado ad hoc para cada entorno y se colocarán señales que informen de los servicios de cada zona. También está previsto cambiar las mesas y sillas de los veladores de los bares para homogeneizar la imagen y la estética de los paseos comerciales en los que se va a actuar.

Herrarte asume las críticas por los toldos de Delicias

La concejala de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Herrarte, reconoció ayer que el resultado de los toldos que se han instalado en la calle Delicias es «mejorable», pero explicó que se trata todavía de una primera fase y que se han tenido que enfrentar a problemas técnicos. En primer lugar, el consistorio solo disponía de 50 permisos para poder instalar las lonas, por lo que no se han podido colocar más, y en segundo, porque las exigencias de los Bomberos impedían colocarlas de otra manera. No obstante, desde el PSOE y Vox cuestionaron el precio de la intervención: 500.000 euros. Herrarte justificó que gracias a esta actuación Zaragoza recibirá 190.000 euros de Europa.