La cervecera aragonesa ha empezado 2022 por todo lo alto apostando por la sostenibilidad en sus procesos de producción y sus envases, así como con acciones medioambientales. Entre estas novedades se encuentra el lanzamiento de una imagen renovada más rotunda que mantiene sus colores tradicionales en blanco y rojo, pero siempre consciente de la importancia de responder con innovación al reto medioambiental. Por este motivo, Ambar ha lanzado al mercado una botella fabricada con un 85,5% de vidrio reciclado y aligerada en su peso.

Aunque más del 60% de los envases de consumo de Ambar en barril y en botella son retornables, el formato no retornable está presente tanto en la hostelería como en las grandes superficies para el consumo en el hogar. Gracias a esta nueva botella que lanzó en junio, se ahorrará en consumo energético y en emisiones. Concretamente, este nuevo modelo emplea menos vidrio en su fabricación, hasta 20 gramos en formato de 33 centilitros, lo que se traduce también en un menor impacto en su transporte. La reducción de peso, que pasa desde los 215 gramos anteriores a 195 con el nuevo modelo, suponen una reducción de emisiones de CO2 de 8,64 gramos por botella.  

Además del aprovechamiento del vidrio reciclado para fabricarla, la nueva forma de su diseño reduce el consumo de papel por el menor tamaño destinado para la etiqueta y la desaparición del collarín con un ahorro de 1.138,5 toneladas de papel al año. Todo el papel utilizado procede de bosques gestionados de forma responsable (FSC). 

Estas solo han sido las últimas novedades que Ambar ha lanzado en lo que llevamos de 2022, ya que unos meses atrás, en mayo, anunciaron su nueva Ambar Triple Zero, la primera cerveza consciente con cero alcohol, cero azúcar y cero CO2 (emisiones neutras). Este lanzamiento vuelve a reinventar la categoría ‘sin alcohol’, de la que fue pionera en España en 1976 con la primera cerveza sin alcohol. El resultado es una cerveza que mantiene todo el sabor propio de Ambar 0’0, pero sin azúcares derivados de su elaboración y de una manera más sostenible y respetuosa con el medioambiente. El compromiso de Ambar Triple Zero de neutralidad en carbono comienza por reducir las emisiones en su elaboración y compensar completamente aquellas otras que no se pueden evitar. «Es una pequeña respuesta ante la amenaza global del cambio climático donde todos podemos sumar», añaden desde la cervecera.

Con ese objetivo, Ambar se ha sumado a la iniciativa CeroCO2, desarrollada por la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), para calcular la huella de carbono en la elaboración de Ambar Triple Zero. Este cálculo, auditado por Aenor, ha sido registrado en la Oficina del Cambio Climático del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Para compensar sus emisiones, Ambar contribuye en el Mercado Voluntario de Carbono para evitar la deforestación de la Amazonia (a través de un proyecto destinado a proteger los bosques de Madre de Dios en Perú) y apoyar el desarrollo sostenible de productores rurales y comunidades indígenas de la zona

Además, Ambar está implicada de manera activa en proyectos medioambientales en España, con el proyecto Ebrovida, destinado a proteger la biodiversidad del entorno y generar un impacto positivo en sus comunidades y consumidores. Dentro de este proyecto se encuentra la creación de un bosque Ambar en el vedado de Peñaflor, donde se plantarán 1.000 árboles, y la reforestación en La Serreta en Aínsa para la creación de un sumidero de carbono en dicha localidad con el objetivo de poner en valor la recuperación del patrimonio medio ambiental aragonés. 

Repoblación

El espacio natural de La Serreta tiene una extensión de 9 hectáreas y ha sido cedido a explotación durante 40 años para albergar una plantación de 2.000 árboles, en su mayoría encinas. «Es un nuevo bosque Ambar que recupera lo que antes era un encinar. Tras su degradación durante el último siglo, volverá a su estado ecológico original, generando biodiversidad y riqueza natural, además de ayudarnos a responder positivamente como compensación voluntaria por nuestras emisiones de CO2», explica Enrique Torguet, el director de comunicación, relaciones institucionales y sostenibilidad de Ambar.

En las tareas de repoblación forestal se creará empleo local y se realizarán actividades de voluntariado de la marca con personal del territorio desde el mes de octubre de este año hasta marzo de 2023. «Esta iniciativa supondrá la compensación de huella de carbono de un total de 300 toneladas de CO2, regenerando 22.220 m2 forestados, favoreciendo así a los acuíferos (con un beneficio hídrico de 65.000.000 litros) y la biodiversidad animal en el entorno», manifiesta Pedro Pérez de Retree. 

Ambar ha impulsado en su trayectoria distintas actividades medioambientales entre las que destacan desde 1997 las catorce ediciones en favor de especies animales amenazadas realizadas con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, por las que recibió los premios Félix de Azara de la Diputación de Huesca en 2004 o el premio Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en 2010. Además, Ambar fue socio fundador del primer eco-fondo en España promovido por la Fundación Ecología y desarrollo y gestionado por Renta 4 cuyo objetivo era invertir éticamente en proyectos que favorecen una sociedad más solidaria y sostenible.

Adiós a las anillas de plástico

Ambar ha dicho adiós a las tradicionales anillas de plástico que unían las latas y las ha sustituido por cartón 100% biodegradable, que supone una reducción del uso de cinco millones de anillas. Esta cifra equivale a más de 15 toneladas de plástico anuales. El nuevo anillado está fabricado completamente con fibras naturales que proceden de árboles gestionados de forma sostenible y responsable que cuenta con la certificación FSC. La puesta en marcha de esta novedad en las latas de cerveza ha requerido de la adecuación de una nueva línea de envasado que ha supuesto una inversión cercana a los 750.000 euros.