La memoria de María Domínguez, primera alcaldesa de la etapa democrática de España en Gallur, en 1932, está a salvo en esta localidad de la Ribera Alta del Ebro.
Desde este viernes, 29 de julio, cuando se cumplen 90 años de su toma de posesión como alcaldesa, un busto recuerda su "valiente ejemplo" a las generaciones venideras y se suma a la calle, la asociación de mujeres y el colegio que llevan su nombre. Apenas unos meses como regidora del pueblo sirvieron, recuerdan hoy sus vecinos, para "hacer mucho, impulsar la educación de niños y niñas por igual" y defender el papel de la mujer, por primera vez, al frente de una institución municipal.
Hasta entonces, recordó Carlos Gracia Casado, concejal de Cultura de Gallur, "la alcaldesa era la mujer del alcalde". La inestabilidad política del inicio de los años 30 la llevó a presidir la comisión gestora que se hizo cargo del gobierno municipal en 1932, abriendo el camino que después han seguido miles de mujeres.
Hoy es otra mujer, Yolanda Salvatierra, quien está al frente del consistorio y quien decidió impulsar un acto de recuerdo cuando se cumplen nueve décadas de la toma de posesión de Domínguez. Salvatierra es la segunda regidora de Gallur en toda su historia, y toma el relevo de María Domínguez con "un gran orgullo" y fijándose en su legado como "fuente de inspiración". "Una mujer valiente, luchadora, gran demócrata, convencida del poder de la educación para cambiar las cosas", rememoró.
El director general de Memoria democrática del Gobierno de España, Diego Blázquez, recuperó las palabras de la propia Domínguez para pedir, con la guerra en Ucrania en la retina, que "sean los libros nuestras armas de combate", y alertar ante "la fragilidad de los avances de las democracias".
El «ejemplo valiente» de la alcaldesa, subrayó, debe servir como "garante de los valores de la libertad, la convivencia y el progreso".
Durante más de dos horas, la céntrica plaza de España de Gallur ha sido el escenario del homenaje a la pionera del feminismo con una recreación teatral que revivió los principales pasajes de su vida. Desde el matrimonio forzado, su marcha a Barcelona, su interés por la educación, las letras y su lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, hasta sus primeros pasos como maestra y articulista, el inesperado salto a la política, y la detención previa a su fusilamiento.
Con una peineta en las manos y varias horquillas encontraron sus restos en el subsuelo del cementerio de Fuendejalón. Y con una peineta en las manos y varias horquillas culminó la recreación, con música en directo y lectura de fragmentos de los escritos de Domínguez.
El presidente aragonés, Javier Lambán, anunció que la Diputación Provincial de Zaragoza reeditará el libro Opiniones de mujeres, que recoge los escritos de la alcaldesa.
Lambán ensalzó su figura y pidió "mirar a la Historia cara a cada". Domínguez, recordó, «se encontró con resistencias por la derecha y por la izquierda», fue feminista pionera en el medio rural y un «portento de dignidad». Su recuerdo, defendió, «no debe servir para enfrentarnos unos con otros», sino para recuperar los mejores valores que ella encarnó, la igualdad y la educación.