El Gobierno de Aragón ha reducido en los últimos siete años un 30% el consumo energético gracias al plan de ahorro que aplica desde 2015, primero en la coalición del PSOE y CHA, y en la presente legislatura, el cuatripartito formado por el PSOE, Podemos, CHA y el PAR. Entre otras medidas, la sustitución de luminarias, la puesta en marcha de temporizadores de agua o el cierre de edificios han ido sumando pasos hacia el camino de la mejora de la eficiencia energética.

Según fuentes oficiales del Gobierno autonómico, se trata de una serie de medidas que, desde ahora, se adaptarán al nuevo mandato estatal.

En concreto, ya se practica la regulación de los termostatos en verano y en invierno en los edificios públicos; la reducción de horarios de apertura de las distintas sedes gubernamentales, principalmente en horario de tarde; así como distintas iniciativas para ahorrar el consumo de agua y luz. Por ejemplo, se han sustituido paulatinamente las luminarias tradicionales por otras de luz led y se han instalado temporizadores en los grifos y fuentes de agua para reducir el consumo.

Además, recordaron estas mismas fuentes, se efectúa una negociación anual del precio de la electricidad. Asimismo, está aprobado el plan de mejora de la eficiencia energética en grandes instalaciones y polígonos, con unas cifras de ahorro todavía por concretar.

Por otro lado, fuentes gubernamentales recordaron la habilitación de distintos paquetes de ayudas, procedentes de fondos estatales y europeos, para reducir el impacto del alza de los costes energéticos a la ciudadanía.

Entre otros, recordaron el plan de más de 110 millones de euros desarrollado desde el Departamento de Industria para impulsar el ahorro energético en distintos sectores (edificios existentes, explotaciones agropecuarias, fomento del autoconsumo, instalaciones de energías renovables térmicas en diferentes sectores) y la implantación del bono social térmico, que llega a 30.000 hogares aragoneses.

También desde el Departamento de Vertebración del Territorio está en marcha el plan de ayudas para la eficiencia energética para viviendas, dotado con 18 millones de euros (para viviendas unifamiliares, la mejora del aislamiento con la modificación o arreglo de ventanas y aislamientos).

Además, está pendiente de desarrollarse el plan de implantación de placas solares, en edificios tan destacados como el propio Pignatelli; o la reducción «progresiva» de las emisiones difusas en el sector agropecuario.